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ANA SOLÍS
Viernes, 1 de septiembre 2017, 03:11
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Corría 1937. Hacía unos meses que había comenzado el conflicto bélico más sangriento de España, el más violento: la Guerra Civil. Y aún quedarían un par de años más para que finalizase. Una vez se terminaron aquellos días de lucha y bombardeos, el resultado fue un país hecho añicos y millares de familias separadas. Muchos murieron, muchos otros partieron hacia el exilio. Y, como el resto del país, Asturias también vio marchar a muchos de sus paisanos, pero, en especial, un día quedó grabado en la memoria del Principado: la partida desde El Musel de más de un millar de niños, hacia México, la URSS o Dinamarca. Los pequeños, huyendo del terror, se lanzaron a manos de un futuro incierto, lejos de su tierra y de su gente. Ahora se cumplen ochenta años de aquella partida y, desde la Asociación Lázaro Cárdenas y el Ateneo Obrero de Gijón quieren mantener viva su memoria. Por ello, desde el 18 hasta el 23 de septiembre, una serie de actividades recordarán las peripecias de estos guajes.
«Queremos rendir honor y reconocimiento a ellos, a sus familias y a sus descendientes. En total, fueron 1.092 niños, de los cuales 800 o 900 eran asturianos», explicó Jesús Montes, de la Asociación Lázaro Cárdenas. Pero no solo sucederán en Gijón, sino que este año quieren hacer un especial reconocimiento en toda Asturias, «especialmente a las cuencas mineras», continuó. Mieres, San Martín del Rey Aurelio o Sama de Langreo serán algunas de las localidades donde se realicen charlas y conferencias de la mano de expertos teóricos y de descendientes directos, así como proyecciones de documentales y la lectura de la lista de niños de esos concejos que partieron aquellos días.
El aniversario se celebrará el sábado 23 de septiembre y, como cada año, en la playa del Arbeyal de Gijón, junto a la estatua en homenaje a los Niños de la Guerra, se realizará un acto público con la animación musical de una charanga y de artistas asturianos como Rafa Lorenzo y Paco Arco. Alegría y emoción para recordar a aquellos niños inolvidables. «Muchos de ellos volvieron, otros no quisieron hacerlo y otros murieron luchando en el frente del país que les había acogido. A todos ellos».
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