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Fotografía facilitada de una de las escenas de la ópera más representada en el Teatro Real. Javier de la Real (Efe)
El Real se fusiona con el Teatro de La Zarzuela con 200 años recién cumplidos

El Real se fusiona con el Teatro de La Zarzuela con 200 años recién cumplidos

Pasará a llamarse Teatro Nacional de la Ópera y de la Zarzuela

Efe

Madrid

Sábado, 10 de marzo 2018, 19:24

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El Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela se fusionarán en un plazo de un mes, aproximadamente, en un centro que pasará a llamarse Teatro Nacional de la Ópera y de la Zarzuela, según informaron esta tarde a EFE fuentes cercanas al acuerdo.

La historia del recinto, que tiene categoría de Monumento Nacional desde 1977, se inició en 1817, cuando el rey Fernando VII ordenó la remodelación de la Plaza de Oriente y la construcción de un teatro de la ópera en el mismo solar que ocupaba el popular Teatro de los Caños del Peral.

El 23 de abril de 1818 se colocó la primera piedra. Con ello el Rey pretendía impulsar la capital del reino con un coliseo lírico que pudiera equipararla a los que ya poseían otras capitales europeas. El entonces ministro de la Gobernación, el Conde de San Luis, fue el gran impulsor del proyecto, ideado por Antonio López Aguado, arquitecto mayor del Ayuntamiento. Pero problemas de carácter técnico y económico provocaron sucesivas y largas suspensiones.

Su construcción fue interrumpida varios años entre 1820 y 1837 por falta de presupuesto y por cuestiones políticas. Las obras costaron, finalmente, 42 millones de reales y fue inaugurado el 19 de noviembre de 1850, coincidiendo con el santo de la reina Isabel II, hija de Fernando VII, con el estreno de "La favorita" de Gaetano Donizetti.

Entre 1850 y 1925 el teatro vivió una época de auge y esplendor. Considerado uno de los más importantes de Europa, en 1863 el propio Giuseppe Verdi dirigió los ensayos y asistió al estreno, el 21 de febrero, de su obra "La fuerza del destino".

Tras la revolución de 1868 y la instauración de la I República, el coliseo pasó a llamarse Teatro Nacional de la Ópera. Durante estos años, y pese a las continuas obras, las condiciones generales de conservación del edificio dejaban mucho que desear.

Combo de fotografía de archivo del Teatro Real (arriba) y el Teatro de la Zarzuela.
Combo de fotografía de archivo del Teatro Real (arriba) y el Teatro de la Zarzuela. Efe

Un hundimiento en noviembre de 1925 provocó que fuera clausurado por peligro de desmoronamiento. La última ópera representada antes de su cierre fue 'La bohéme' de Puzzini, el 5 abril. La Guerra Civil y la dura posguerra dificultaron unas obras que debían despejar el peligro de ruina inminente. De nuevo, pues, un largo periodo en el que se suceden proyectos de reforma hasta que en 1965 se planteó su reconversión en sala sinfónica, y como tal fue reinaugurado en octubre de 1966, tras cuarenta años de silencio. Su total remodelación fue encomendada al arquitecto Manuel González Valcárcel y el 13 de octubre de 1966 el Real abrió sus puertas reconvertido en Sala de Conciertos, con un aforo de 2.400 butacas.

Hasta 1988, con la apertura del Auditorio Nacional, el Teatro Real fue la única sala de conciertos de Madrid, en la que desarrollaron sus temporadas tanto la Orquesta Nacional como la recién creada Orquesta Sinfónica de RTVE.

Tras el largo proceso de obras, el 11 de octubre de 1997, el Teatro Real reabrió sus puertas como teatro de la ópera con un programa doble compuesto por la obra 'La vida breve' y el ballet 'El sombrero de tres picos', ambas de Manuel de Falla. La gala inaugural fue presidida por los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, retransmitida por TVE y vivida como una noche donde resonó el eco de una tradición que se rescataba del silencio y del olvido. El estreno: la representación de 'Divinas palabras', de Antón García Abril.

En estos 20 años, el Teatro Real se ha consolidado como una institución escénica de referencia en Europa. En estas casi dos décadas, se ha buscado un equilibrio entre obras de repertorio clásico y creaciones contemporáneas, y se han acogido producciones de los principales teatros del mundo, así como primeras figuras internacionales del canto, la dirección musical y escénica y la danza.

Declarado Monumento Nacional en 1977, el destino del Teatro Real cambió de nuevo tras la redacción del Plan Nacional de Auditorios (1983), por el que se decidió la construcción del Auditorio Nacional como sede de conciertos, y la aprobación del proyecto de reconversión del Real como Teatro Lírico en 1985, recuperando así su carácter inicial de teatro de la ópera.

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