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Mauregato. Manuel Iglesias.
Los reyes asturianos se ponen guapos para 2018

Los reyes asturianos se ponen guapos para 2018

El año que viene se cumplen trece siglos del origen de la Monarquía astur, pero también los cien años del Parque Nacional y la coronación de la Virgen de Covadonga La serie pictórica que el Museo del Prado tiene cedida al Museo de Covadonga será restaurada por completo

SERIE CRONOLÓGICA DE LOS REYES DE ESPAÑA, DEPÓSITO DEL MUSEO DEL PRADO EN COVADONGA - MIGUEL ROJO

COVADONGA.

Domingo, 3 de septiembre 2017, 09:07

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Da igual que sea verano. Las puntiagudas torres de la Basílica de Covadonga parecen estar siempre envueltas en una especie de neblina, enmarcada en el verde del Parque Nacional de los Picos de Europa. Hace trece siglos, en el año 718, el nombramiento de Pelayo como 'princeps' de aquellos pueblos guerreros de lo que hoy es Asturias se tiene como fecha de inicio de lo que después, con Alfonso II, se consolidaría como Reino de Asturias. En 2018, tanto el Cabildo de Covadonga como el Ayuntamiento de Cangas de Onís, el Principado de Asturias y el propio Gobierno central tienen las fechas marcadas en rojo. Además de esa conmemoración, también se cumplen cien años de la creación del primer Parque Nacional de España, que bajo el impulso del Marqués de la Vega del Sella, don Pedro Pidal -cuyos restos descansan en el Mirador de Ordiales, «reino encantado de los rebecos y las águilas»-, nació alrededor de ese mismo lugar en 1918 bajo el nombre de Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. Ese mismo que hoy recibe el nombre de Parque Nacional de los Picos de Europa y unos dos millones de visitas anuales.

Otra fecha redonda, muy importante para la Iglesia, se celebra también el año que viene. Es la de los cien años de la coronación canónica de la Virgen de Covadonga. Según reza el acta oficial, «en el histórico Santuario de Covadonga, solar de la Reconquista y cuna de la Monarquía española, a las diez y media de la mañana del día ocho de septiembre de mil novecientos diez y ocho», el obispo Francisco Baztán, ante la atenta mirada de los Reyes Alfonso XIII y doña Victoria Eugenia y una extensísima comitiva de autoridades eclesiásticas, locales, regionales y nacionales, hacía entrega al Cabildo de Covadonga de «las coronas del Niño y de la Virgen María, hechas con alhajas y dinero del pueblo asturiano» que, explicaba el acta, «además del valor que representa el material de que se componen, tienen el inestimable valor de ser la expresión del sentimiento, del alma de Asturias, que en el XII Centenario de la batalla de Covadonga quiere coronar a la Virgen de sus montañas, bajo cuya sombra tutelar ha visto desenvolverse su brillantísima historia».

Pues bien, un siglo ha pasado ya, y hasta los mismísimos reyes asturianos quieren ponerse guapos para la ocasión. Bueno, en realidad es el Cabildo de Covadonga el que quiere que estén en las mejores condiciones para recibir visitas en esas fechas tan señaladas. Con la ayuda de una subvención de 43.560 euros, el Principado de Asturias, a través de la Consejería de Cultura, acaba de suscribir un convenio de colaboración con el Real Sitio para la restauración de doce pinturas de las quince que el Museo Nacional del Prado tiene depositadas en el Museo de Covadonga, todas ellas pertenecientes a la 'Serie cronológica de los Reyes de España'. Fueron encargadas a diferentes autores entre los años 1852 y 1856, y necesitan ya un lavado de cara. De hecho, algunas de estas obras ya han sido restauradas. La mayoría se pueden ver en el museo, pero otras están en los talleres, esperando la necesaria mejora para que puedan lucir plenamente su color y la profundidad con la que fueron concebidas.

Varios actos culturales a lo largo del año servirán para conmemorarlo y se dará una relevancia especial al Día de Asturias

Monarcas tan importantes como el mismísimo don Pelayo, un óleo sobre lienzo de Luis de Madrazo y Kunt pintado en 1856, y su hija Ormesinda -también llamada Ermisenda u Ormisenda-, tal y como la veía Joaquín Gutiérrez de la Vega en 1854; Alfonso II el Casto, obra de Mariano de la Roca y Delgado de 1852, y responsables de algunas de las grandes obras del Prerrománico asturiano junto a Ramiro I, que fue retratado por Isidoro Lozano en 1852; el malogrado Favila, hijo de Pelayo, que vio concluida su carrera militar y política bajo las zarpas de un oso y que, aquí, aparece regio en pintura de Carlos María Esquivel firmada en 1853; Alfonso I 'El católico', obra de Manuel Rodríguez de la Parra en 1853 y de su esposa Adosinda, pintada por Isidoro Lozano ese mismo año; Aurelio I -de Eduardo Cano de la Peña-, Fruela I -de Bernardino Montañés-, Fruela II -pintado por León-Joseph Bonnat-, Mauregato -de Manuel Iglesias Recio-, Ordoño I y Don Silo -pintados ambos por Eduardo Cano de la Peña-, y don Bermudo 'El diácono', también de Isidoro Lozano, como lo es el retrato de Ordoño II, Rey de León. En total quince cuadros de los que aquí les mostramos los diez que en estos momentos están expuestos en el Museo de Covadonga y que irán pasando poco a poco por el taller de restauración.

Todos ellos, explican desde el Museo del Prado, «forman parte del encargo que Isabel II le hace en 1847 a José de Madrazo, como director del Real Museo, de realizar una genealogía iconográfica de todos sus antepasados reales como legitimación de su poder. Se implicó en la ejecución del encargo a un considerable número de artistas contemporáneos, tanto reconocidos como noveles, pero casi todos asociados al círculo protector de José de Madrazo».

La restauración de estos cuadros es tan solo un pequeño detalle, pero es muestra de la relevancia que se quiere dar a la fecha que llega, para la que las distintas administraciones trabajan ya en un programa conjunto de actividades culturales que complementarán a las protocolarias, y que girarán en torno al Día de Asturias, el 8 de septiembre de 2018, cuando se cumplen, efectivamente los cien años exactos de la Coronación Canónica de la Virgen María. La fecha oficial de la proclamación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga por parte de Alfonso XIII fue el 22 de julio de 1918, por lo que entre esas dos fechas está previsto que Covadonga se convierta en punto de referencia para toda España. ¿Conseguirán las administraciones que una conmemoración histórica tan señalada tenga un programa y una promoción dignas de su importancia?

Por ahora poco se sabe sobre los contenidos. El encargado de coordinarlos desde la Iglesia, Juan José Tuñón Escalada, acaba de ser relevado de su puesto como Abad de Covadonga, que ocupa ya Adolfo Mariño. El arzobispo, Jesús Sanz Montes, le mantiene como comisario para la reestructuración del Museo de Covadonga, con el objetivo de coordinar a su vez «la gran exposición temporal que tendrá lugar en él». El pasado mes de mayo, al ser preguntado el entonces consejero Francisco Blanco sobre el asunto, explicaba a EL COMERCIO: «Creo que tenemos tiempo para organizarlo y hacer algo para poner en valor la fecha, el emplazamiento y lo que representa Covadonga para darle un valor turístico». Tras su salida, le sustituyó Isaac Pola. Tanto el como el nuevo abad deberán darse prisa si quieren que todo salga bien.

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