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Emma Baizán presentó ayer su libro en el Club de Tenis, en Oviedo. ALEX PIÑA
«Solo tengo ganas infinitas y mucha tinta»

«Solo tengo ganas infinitas y mucha tinta»

La asturiana Emma Baizán se dedica a crear textos personalizados por encargo. Sus frases y microcuentos tienen miles de seguidores en internet y ayer presentó su segundo libro en Oviedo

A. VILLACORTA

Viernes, 15 de diciembre 2017, 00:51

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Emma Baizán (Oviedo, 1990) creció «rodeada de libros», pero llegó un momento en el que los finales empezaron a quedársele cortos, así que decidió inventarse otras vidas para sus personajes. Y, después, en un giro inesperado de su propio argumento, estudió Administración y Dirección de Empresas. «Pero, al ver tanto número, todavía me entraron más ganas de letras», bromea esta joven escritora cuyas frases y microcuentos tienen ya cerca de 13.000 seguidores en Instagram y que ayer presentó su segundo libro en el Club de Tenis de Oviedo tras dos años de silencio editorial.

El volumen, que ha titulado 'Cuatro estaciones y ningún tren', es «una especie de viaje entre el lunes y el domingo pasando por las cuatro estaciones del año», porque «todo empieza los lunes y todo termina los domingos», cuenta Baizán, una romántica que tiene en Jane Austen a uno de sus mayores referentes, así que no cree que el hecho de llamarse Emma sea una casualidad.

Pero, además de cultivar con brillantez la prosa poética con «el amor como tema estrella», la también autora de 'Chupitos de tinta' desarrolla un trabajo en el que se dedica a «ponerle letra a todo aquello a lo que se le pueda poner» en cuanto la dejan. O lo que es lo mismo: crea textos personalizados. Y, así, por ejemplo, además de escribir cartas por encargo o textos para páginas web, es la creadora de las frases que ocupan «toda una pared de la cocina del chef gijonés Marcos Morán» y, de cuando en cuando, también elabora discursos de boda y votos matrimoniales.

«Mucha gente acude a mí porque no sabe cómo decir lo que quiere decir», relata. Así que la mecánica de trabajo siempre es la misma: «Me reúno con la persona, me cuenta su historia y yo se la devuelvo convertida en un texto. Eso sí: siempre les pongo una condición, que se involucren, porque yo no me invento nada, solo saco cosas que ellos ya tienen dentro. A veces, incluso se sorprenden de saber que tenían eso ahí, escondido». Y, de hecho, es tan fiel a la realidad que incluso respeta la manera de expresarse de sus clientes. Así es como Emma Baizán ha puesto voz a decenas de parejas enamoradas, de personas que «quieren regalar palabras, en unos tiempos en los que lo que manda es lo material, algo que no puede compararse con lo emocional»: «Te pueden regalar un reloj, pero eso no puede competir con que te regalen momentos».

Así es como entiende la vida esta escritora que se sienta ante el folio «todos los días de la semana, sin días libres ni vacaciones», y que todavía se pregunta si no estará «en un sueño»: «A veces, hay maridos que vienen a preguntarme dónde pueden comprar mi libro porque quieren regalárselo a su mujer durante estas fechas. Y créeme: me he dado cuenta de que no hay nada mejor que ser, de mayor, un regalo de Reyes. Eso sí que es un regalo increíble para mí».

Todos esos seguidores podrán encontrar a partir de ahora su nueva obra en las librerías. La particular mirada de esta autora que siempre viaja en tren y que ha descubierto que, «aunque los trayectos son siempre los mismos, nunca hay dos iguales». Y, por eso, siempre se sienta junto a la ventanilla. «Mi libro, que autoedito para disfrutar todo el proceso, es un tren en el que siempre hay plazas libres», resume el espíritu de un trabajo que es, además, «una pasión» en la que se ha fijado un único objetivo: «Intento que la gente goce con todo lo bonito que tiene el día a día frente a la felicidad superficial y comercial que nos venden».

Emma Baizán está dispuesta a demostrar que «cualquier sueño, si lo peleas, se hace realidad». Y la prueba más palpable es ella misma: «Lo único que tengo y que siempre he tenido son unas ganas infinitas y mucha tinta».

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