«Lo bueno de la tele es que puedes apagarla»

Han pasado más de 30 años de aquella cita semanal de los viernes por la noche que millones de españoles tenían con Mayra Gómez Kemp (Cuba, 1948), todos esos años que para la presentadora televisiva incluyen también la superación de dos cánceres. Su experiencia con la enfermedad, que ayer contó en el Congreso Nacional de Cabeza y Cuello que se celebra en Las Caldas, se mezcla en las memorias que acaba de publicar con aquellas aventuras al frente del 'Un, dos, tres ...', porque «mi vida ha sido muy movidita».

¿Cuál es el mensaje que lanza tras su enfermedad?

Es maravilloso que se organicen congresos como este en el que se escuche a los pacientes, que somos los que lo sufrimos. Lo que yo quiero conseguir es que todo el mundo se mentalice de que la palabra cáncer hoy en día no tiene porque ser sinónimo de muerte. Y también que la gente deje de fumar.

¿Su cáncer lo provocó el tabaco?

En un 99%. Si no hubiera fumado no habría tenido este cáncer. Yo no sabía que podía tenerse cáncer en la lengua. Pensé que tenía una herida y fue el dentista quien insistió en hacer una biopsia.

Le tocó empezar a fumar en un momento en que estaba bien visto...

Se supone que nos habían liberado, que las mujeres éramos más progres por fumar, cuando en realidad éramos las más apestosas. Yo lo dejé el día en que me diagnosticaron el cáncer.

¿Le ha hecho más fuerte?

Anímicamente me ha hecho muy fuerte y tus prioridades cambian. Empiezas a preocuparte por las cosas verdaderamente importantes de la vida. Hay un antes y un después en mi vida.

¿Un después mejor?

Es diferente. Tuve que volver a aprender a hablar, a comer, a tragar y con revisiones, que yo les llamo ITV, continuas. En una de ellas, me detectaron el segundo cáncer, simplemente porque me dolía un poco al tragar me hicieron las pruebas y se resolvió con radioterapia porque estuvimos muy a tiempo. Hay que confiar en la sanidad española.

¿Se trató en el sistema sanitario público?

Por supuesto. En España tenemos los mejores médicos y no es necesario irse a Estados Unidos, porque todos los tratamientos para el cáncer están globalizados. Lo que no está bien son los recortes, no deberían existir, pero yo garantizo que si necesitas una prueba te la van a hacer.

Con toda esta experiencia ha decidido escribir sus memorias...

Sí. Por un lado contando lo que me ha pasado con esta enfermedad y así poder acompañar a quien la sufra, pero también para que nadie escriba la historia de mi vida sin conocerla, porque ya me habían propuesto en dos ocasiones publicarlas.

Hablará también de la tele...

Sí, cuento muchas cosas de las que ocurrían en las bambalinas de 'Un, dos, tres...', cosas que la gente no veía desde sus casas. Cómo eran las relaciones con los compañeros y esas cosas.

¿Volvería a presentar 'Un, dos, tres...'?

No. 'Un, dos, tres...' está bien en el recuerdo. Ahora hay que dejar paso a otra gente nueva.

Pero si volviera atrás, ¿repetiría o se sintió encasillada?

Claro que lo volvería a hacer. Ya quisieran muchos de los que hablan de encasillamiento que le siguieran recordando 30 años después. Yo tengo la suerte de sentirme muy querida. La gente me apoya mucho.

Además la tele ha cambiado mucho hacia... ¿tele basura?

Yo creo que tendríamos que hablar de audiencia basura. Existen los mandos de televisión y cuando no me gusta algo cambio o la apago, que eso es lo bueno que tiene la tele, y me pongo a leer un buen libro o escuchar música.