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En el año 2005, Jesús Hermida , tras recibir el "Premio toda una vida", durante la gala de los VIII Premios Academia de Televisión
Jesús Hermida: «Sé tú mismo y mantén el tipo en todo momento»

Jesús Hermida: «Sé tú mismo y mantén el tipo en todo momento»

Su manera de dirigirse a los espectadores y su capacidad innovar los formatos televisivos hicieron de él un referente en España

ALBA CASTILLA

Lunes, 4 de mayo 2015, 22:26

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"Sé tú mismo, no crees tu propio personaje y mantén el tipo en todo momento". Ese fue el consejo que durante muchos años Jesús Hermida (Ayamonte, Huelva, 1937) ofreció a sus trabajadores. Un periodista que encontró su vocación de niño mientras jugaba con una imprentilla a hacer periódicos, ajeno a que algún día entraría a formar parte de la historia de nuestra televisión.

Hermida fue galardonado en noviembre de 2012 con el Premio Nacional de Televisión que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, un reconocimiento a su trayectoria profesional, ligada a la pequeña pantalla desde los inicios de TVE, y a su "decisiva contribución al nacimiento y desarrollo de las televisiones privadas en España". No por el premio, dotado con 30.000 euros, perdonó el veterano periodista su paseo diario en bicicleta.

Hijo de pescador y ama de casa, estudió Filosofía y Letras en la Facultad, y Periodismo en la Escuela de Periodismo de Madrid, antes de trabajar en "Signo", el semanario de Acción Católica, y en la agencia Europa Press. No sería hasta 1968 cuando empezó a ser conocido por los telespectadores al hacerse cargo de la nueva corresponsalía de TVE en Nueva York. En aquella época, Hermida nos acercó momentos históricos, como la llegada de Neil Armstrong a la Luna el 21 de julio de 1969, experiencia de la que, confiesa apenado, no pudo disfrutar por el estrés de la retransmisión. Prefiere quedarse con la emoción del 'I Have a Dream' ('Tengo un sueño') de Martin Luther King, "o con los emocionados cánticos con los que la gente despedía al asesinado Robert Kennedy".

Recuerda el periodista que fue de camino a un acto de Kennedy cuando, delante de un escaparate, se vio por primera vez en televisión. "Estaba en la Quinta Avenida de Nueva York y me paré a observar un televisor desde el que se veía la calle". Nunca olvidaría ese instante y lo poco que lo repitió porque, aunque no lo parezca, sentía "mucha vergüenza" al verse en la pantalla. En 1991, puso fin a su etapa en TVE -"mi primer y gran amor"- y se arriesgó a entrar en Antena 3, cadena aún en pañales. Con programas como 'El programa de Hermida' o 'Con Hermida y CIA' alcanzó la cima de su profesión. Su amplia experiencia no le impedía sentir "miedo ante las cámaras", una sensación de la que se sobreponía siempre. "Pensaba: "Algo se me tiene que ocurrir". Para eso es necesario un buen fondo de armario". Sin duda, el suyo estaba muy bien equipado.

Formador de periodistas, algunos que han trabajado con él advertían que "no es un hombre fácil debido a su marcada personalidad". "Era muy exigente, sabía lo que quería y cómo conseguirlo», declaraba José María Íñigo, quien destacaba el estilo tan personal de contar las historias -además de su característico flequillo o su acento inglés- con el que "a veces, conseguía relegar a un segundo plano la propia noticia". Un estilo que le sirvió para entrar en "la historia de la televisión con mayúsculas".

Creador de escuela, una de las "chicas Hermida" del programa 'Por la mañana', Consuelo Berlanga, consideraba que su paso por el otro lado del "charco" le abrió camino en España. "Fue un revolucionario. Se empapó de la televisión estadounidense, una forma de hacer a la que no estábamos acostumbrados y aportó mucho. Fue un pionero".

A pesar de estar retirado del periodismo, Jesús Hermida no dudaba en volver a la acción cada vez que le proponían "cosas interesantes", como la serie de capítulos que hizo para RNE sobre la conmemoración de los 50 años de la publicación del primer 'single' de los Beatles o la última entrevista al Rey Juan Carlos antes de su abdicación.

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