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«Joaquín Sabina era mi obsesión»

«Joaquín Sabina era mi obsesión»

Risto Mejide encara la séptima temporada de 'Chester', el programa de entrevistas de Cuatro. «Tengo el privilegio de hacer lo que me apasiona»

miguel ángel alfonso

Jueves, 10 de mayo 2018, 08:25

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Javier Ambrossi y Javier Calvo, 'los Javis', le confesaron el pasado domingo a Risto Mejide (Barcelona, 1974) que su entrevista en 'Chester' (Cuatro, domingos, a partir de las 21.30 horas) había sido «la mejor que nos han hecho en nuestra vida». Algo tendrá el sofá del programa que consigue abrir en canal a todos los invitados, porque el propio Mejide reconoce que «si el público se aburre, es culpa mía». El publicista, además, ejerce como jurado cada miércoles en 'Factor X', el 'talent show' de Telecinco.

–Mercedes Milá confesó que vivía obsesionada con las audiencias. ¿Le pasa a usted lo mismo?

–El dato depende no solo de lo que hagas tú, sino también de cuándo te ponen, qué hay enfrente, cuántos cortes de 'publi' hay, etc. Por eso, una vez tienes la suficiente cuota de pantalla como para asegurarte la continuidad del programa, me parece más interesante la curva del minuto a minuto. Ahí es donde se refleja realmente la labor de los que trabajamos dentro. El resto, lo de afuera, no depende de nosotros.

–Entre la agencia de publicidad y sus programas, ¿le queda tiempo libre?

–Tengo el inmenso privilegio de hacer lo que me apasiona: comunicar. Por eso no me cuesta nada echarle horas. De todos modos, con las horas ocurre lo que con tantas otras cosas: lo importante no es la cantidad, sino la calidad.

–Peor es la sequía…

–He vivido de todo, desde estar en paro y apuntado al INEM, hasta no dar abasto con varios trabajos a la vez. Y te puedo decir que, de ordinario, la complicación no depende de la carga laboral, sino de tu capacidad en ese momento de sobrellevarla. Y esta última, al menos en mi caso, suele ser variable en el tiempo.

–¿En qué piensa cuando entra un invitado en 'Chester'?

–Normalmente tengo pensado un enfoque, que viene determinado por el tema de cada capítulo. Por ejemplo, si el episodio va sobre el talento, en explorar la vida del invitado alrededor de ese concepto.

–¿Le dejan vetar a los invitados que le proponen?

–No creo que podamos llamarlo veto. Digamos mejor que la lista definitiva siempre sale de una puesta en común entre la cadena, la productora y yo. Y al contrario, Joaquín Sabina fue una obsesión mía de años, estuve meses persiguiéndole y escribiéndome con su mujer hasta que aceptó venir. Y luego, cuando vino, encima me dijo que era fan del programa. Más feliz no me pudo hacer.

–¿Invitaría a su mujer, Laura Escanes?

–No me gusta especular sobre imposibles. No quiero hacerte perder el tiempo.

Hablando de virales

–¿Todo el mundo merece un 'Chester'?

–Sí. Y si al final de la conversación no resulta interesante para el espectador, la culpa es mía, de no habérselo sabido encontrar.

–¿Con qué es más feliz, con 'Chester' o de jurado en 'Factor X'?

–Con los dos, porque obtengo resultados y cosas muy distintas. Aunque al final, en ambos casos, mi trabajo es el mismo: provocar que le pasen cosas por dentro, tanto al espectador como a los asistentes al programa.

–¿Se imaginaba que 'Cómeme el donut' iba a convertirse en un viral?

–Todos sabíamos que era lo suficientemente extraño como para llamar mucho la atención. Supongo que aparte de unas formas excéntricas, incluye un mensaje pertinente. Pero lo que nadie sabía era que lo petaría como lo ha hecho. Si alguien supiera cómo hacer un viral, lo estaría haciendo cada semana.

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