Allison Johnson, heredera del talento para el basket de su padre

En ocasiones, el tópico que asegura que «de tal palo, tal astilla», se cumple solo a medias. Allison Johnson, hija del exjugador Ed Johnson tiene un talento innato para el baloncesto, como su padre. Y un futuro prometedor. Eso sí, el temperamento de la joven no coincide para nada con la personalidad más calmada de su progenitor.

Allison Johnson (Gijón, 1996) estudió en el colegio de La Asunción, y como jugadora de baloncesto se desarrolló en el Colegio Ursulinas y posteriormente en el Colegio Inmaculada. También formó parte de la selección asturiana de baloncesto. Heredó el talento de su padre para este deporte, y también buena parte de la altura (1,80 metros).

En 2012, su familia decidió mudarse a Estados Unidos, con la esperanza de labrar un mejor futuro profesional, tanto para ella como para su hermana Addie, y del mismo modo, para que Allison pudiese compaginar el baloncesto a un alto nivel con sus estudios universitarios. Se mudaron a Norcross, una pequeña localidad a escasos kilómetros de Atlanta, la ciudad natal de Ed, y donde la familia Johnson Argüelles comenzó una nueva etapa en la vida.

En el estado de Georgia Allison comenzó a jugar en Norcross HS, equipo con el que logró una beca para la Universidad de Kennesaw. La gijonesa ha continuado su progresión y este año fue elegida entre las cinco mejores jugadoras de su conferencia. «A parte de buena estudiante, tiene algo especial para el baloncesto», asegura Óscar Moro, cuñado de Ed Johnson.