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SANTY MENOR
Domingo, 9 de abril 2017, 02:19
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Y se obró el milagro. Tras un final y un postpartido de infarto, el Inmobiliaria Víctor Antuña Adba certificó su permanencia en Liga Femenina 2 una temporada más, la décimo quinta consecutiva. El equipo avilesino debía ganar al Durán Maquinaria Ensino y esperar una derrota de Añares Rioja Iraurgi y Universidad de Oviedo, y los astros convergieron para que esto ocurriese, propiciando la felicidad de un equipo avilesino que, con nueve victorias, se había ganado la salvación en la cancha.
En El Quirinal la tensión se palpó desde el primer momento. Aunque el Adba comenzó mejor el partido, el Ensino se encargó siempre de demostrar que no había venido a Avilés a pasearse y que iba a competir. El acierto desde la línea de tres de uno de los mejores ataques de la categoría se notó y fruto de ello el primer cuarto se fue para tierras gallegas por 23-25. El segundo período comenzó igual. El Adba lo intentaba, pero no era capaz de sujetar el potencial ofensivo de su rival, que seguía por delante en el marcador. Sin embargo, un arreón final de los locales apretó las cosas para que el optimismo regresase a El Quirinal de cara a la segunda parte (42-43).
La reacción, sin embargo, sería un espejismo, pues el tercer cuarto sería el mejor del Durán Maquinaria Ensino y el peor de las locales. El cuadro gallego hacía daño por dentro y por fuera y los tiros del Adba, independientemente de la jugadora o del lugar de ejecución, no acababan de entrar. La canasta lo escupía todo y por momentos parecía que no era el día de las avilesinas y que el descenso a Primera Nacional iba a ser una realidad.
Con 55-61 se iniciaba el último cuarto y Adrián Yáñez se veía obligado a dar lo mejor de sí en los tiempos muertos, pues a los pocos minutos las gallegas se fueron de diez. Con la tensión desbordante y los corazones de las protagonistas y de los 250 espectadores que acudieron al polideportivo a mil pulsaciones, los gritos evocando a la positividad del técnico vasco calaron hondo. Así, el Adba tiró de casta una vez más, volvió a confiar en la remontada como hiciera hace una semana en Oviedo, y lo consiguió.
Las avilesinas llegaron a los dos últimos minutos tres puntos abajo, y fue entonces cuando la concentración y la fortaleza mental entró en juego. El Ensino ya había hecho los deberes esta temporada y el Adba se jugaba la vida, y eso se acabó notando en los instantes finales. La última secuencia del choque fue de película. Tras fallar las visitantes dos tiros libres, Rupnik puso al Adba a uno. Aplausos. Sin embargo, el Ensino encestó y elevó el 74-77 en el marcador. Murmullos.
Rupnik acertó en un tiro libre, el Ensino volvió a fallar dos, Rudiane Eduardo puso el 79-77, el Ensino empató y Yáñez pidió un tiempo muerto a falta de quince segundos. Con 79-79, el Adba tenía posesión para ganar el partido, y si perdía el balón transcurridos bastantes minutos asegurada la prórroga. ¿Para quién fue el balón? Para la de siempre: Andrea Malanda. La cántabra jugó con la pelota, esperó a los últimos cuatro segundos, penetró y encestó casi cayendo en el aire en una especie de escorzo. Canastón y victoria, aunque con suspense, pues los árbitros se retractaron de una falta señalada justo después al haberse cumplido el tiempo.
Tras el partido llegó otro, el de la espera, los nervios, los abrazos, los gritos. El Arxil-Universidad había comenzado media hora después y las jugadoras del Adba tuvieron que esperar hasta las 21.30 para gritar el «¡¡Somos de Liga 2!!».
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