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HUGO VELASCO
Domingo, 28 de mayo 2017, 19:21
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El último capitulo de la histórica temporada 2016/17 del Unión Financiera Baloncesto Oviedo, tuvo un final oscuro, con la derrota por 86-71 ante el Quesos Cerrato Palencia, que ponía el 3-1 en la serie de seminales de los play-off de ascenso a la ACB.
La andadura por las eliminatorias de ascenso, se cerró con una imagen que no hacía reflejo, a su batalla a lo largo de los cuatro partidos ante el conjunto castellano.
Pero en el de ayer, en un todo o nada para los de Carles Marco, que tenían la obligación de ganar, para forzar el quinto partido en Pumarín. El equipo carbayón no estuvo en ningún momento, en disposición de plantarle cara a los hombres de Sergio García, quienes volvieron a a tirar de veteranía, para sacar adelante la serie. Repitiéndose de esta manera, lo que aconteció en la temporada 2013/14, donde el Unión Financiera también sucumbió en semifinales ante el equipo castellano.
A pesar de contar con el apoyo de cerca de doscientos seguidores azules en las gradas del Padre Adolfo Nicolás, en lo que fue el mayor desplazamiento de la hinchada carbayona, a lo largo de los doce años del club, los ovetense se mostraron muy nerviosos en su juego. Las imprecisiones en el ataque, donde Edu Hernández-Sonseca tuvo que multiplicarse, para poder anotar tanto sobre la pintura, como desde el exterior. Y una defensa errática, que no fue capaz de frenar el ataque directo de los de Sergio García, además de no poder cerrar los rebotes, lo que permitió segundas jugadas del Palencia.
Veintitrés segundos, hasta que llegó el triple de Marc Blanch, fue lo que le duró al Unión Financiera su dominio en el marcador, después de la canasta inicial de Johan Löfberg. A partir de ese momento, los locales, espoleados por un pletórico Gabas Maldunas, máximo anotador del partido con 20 puntos, y de la sapienza, una vez más, de Urko Otegui, quien supo medir los tiempos del partido, comenzaron a meter tierra de por medio. Tal fue la diferencia, que llegaron al descanso con una ventaja de quince puntos (54-39).
Los carbayones, se retiraban al vestuario, con la esperanza de poder repetir un tercer cuarto mágico, como en anteriores ocasiones, para meterse de nuevo en el encuentro. Pero en esta ocasión, la magia no apareció, en parte, por el desacierto en el tiro exterior, con un 1 de 6 en el parcial, y la carga elevada de faltas que presentaban algunos jugadores, como el caso de Mouhamed Barro y Víctor Pérez.
Mientras que los de Marco intentaban acercarse a base de triples, los castellanos seguían con su paso firme, con una buena dirección del juego de Dani Rodríguez, y la aportación en ataque de casi todos los hombres, con un Marc Blanch en alza.
Esto hizo que la diferencia superase la barrera de los veinte puntos, la cual se mantuvo durante unos buenos minutos. Hasta que un parcial de 0-7 para el Unión Financiera, con un triple de Fabio de Santana, y dos canasta de Dani Pérez y Víctor Pérez, hacía mantener aun viva la llama de la remontada, al situarles diecisiete abajo (71-54) al final del tercer cuarto.
Con un ambiente bastante tenso en la grada, con intercambio de cánticos entre ambas aficiones, y el reproche de la parroquia local, a los colegiados, ante el trato de favor con Carles Marco, quien protestaba todas las jugadas, se iniciaba el cuarto decisivo.
Durante el mismo, el Palencia no hizo más que certificar su superioridad a lo largo de la serie, en especial, en los dos encuentros que se disputaron en su feudo. Los de Sergio García no tuvieron más que mantener su intensidad defensiva, para hacer crecer aun más su renta, mientras que los carbayones intentaron a la desesperada un milagro, que nunca pareció estar cerca.
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