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El Unión Financiera sobrevive a la tempestad

El Unión Financiera sobrevive a la tempestad

Los ovetenses se adjudicaron de manera cómoda un encuentro que se inició con hora y media de retraso a consecuencia de una gotera

Hugo Velasco

Gijón

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Viernes, 9 de marzo 2018

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La cubierta del Pabellón Multiusos Ciudad de Cáceres fue la gran protagonista del encuentro en el que el Unión Financiera Baloncesto Oviedo firmó su decimoséptima victoria de la temporada ante el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, por 72-97.

Unas goteras en el pabellón cacereño tuvieron en vilo la disputa del enfrentamiento por la seguridad de los jugadores, ya que en la parte de la pista en la que calentó el cuadro carbayón se formaban ligeros charcos a consecuencia de las gotas de agua. Tras varios aplazamientos y un par de reuniones de la pareja arbitral con los entrenadores y presidentes de las dos entidades, el partido se inició finalmente a las 22.35 horas, con hora y media de retraso.

A pesar de esas indecisiones con la disputa o no del enfrentamiento, el Unión Financiera inició el mismo más entero con un parcial de 0-6, y un Mouhamed Barro pletórico que anotaba ocho de los primeros quince puntos del equipo.

Los de Carles Marco se aprovechaban de la corta plantilla con la que contaba Ñete Bohigas, que únicamente tenía disponibles a siete jugadores del primer equipo, y para colmo del técnico cacereño, Sergio Pérez y Rolandas Jakstas se cargaban rápidamente con dos faltas, lo que les condicionó para el resto del choque.

Con todo ello los ovetenses alcanzaban cómodamente los dos dígitos de diferencia con un buen trabajo tanto en defensa como en ataque, en donde aportaban todos los jugadores lo que permitió cerrar los primeros diez minutos con el 18-32 en el electrónico.

El segundo cuarto fue una continuación de lo visto en el arranque con el estreno anotador de Zoran Vrkic que ponía a los ovetenses con su máxima renta, diecisiete puntos, (18-34). Dos triples de Pol Óliver obligaron a Carles Marco a pedir tiempo muerto para frenar una posible reacción de los cacereños, que volvían a situarse en la barrear de los diez puntos (24-34).

Ese atisbo de remontada que tenían los poco más de 700 espectadores que aguantaron el tiempo de espera en el Multiusos de Cáceres se diluyó como las gotas de agua al volver los ovetenses a imprimir su ritmo.

La situación del partido y la diferencia en el marcador propició que hombres como Vrkic o Davis Geks se movieran con facilidad en ataque. Uno de los más destacados de la noche, Chema González, anotaba sobre la bocina para reflejar en el electrónico el 39-56 con el que se llegaba al ecuador de un partido que más bien parecía un enfrentamiento de pretemporada que de liga.

Los ovetenses se iban al vestuario con una sensación clara de superioridad, no sólo por la diferencia en el marcador, sino también por lo visto sobre la pista. Además los de Marco llegaban al ecuador con un porcentaje de acierto del 68,8 por ciento, y con facilidad anotadora tanto en el juego interior con un 17 de 24, y un 5 de 8 desde el perímetro con cuatro anotadores diferentes.

La segunda mitad fue un mero trámite para los de Carles Marco que no bajaron la intensidad en ningún momento a pesar de tener la victoria asegurada, mientras que los de Bohigas sólo buscaban alcanzar el final del partido para dejar atrás una noche para olvidar.

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