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Sergio Llull (2i), ante la defensa del FC Barcelona.
El Real Madrid de Laso ya es eterno
final

El Real Madrid de Laso ya es eterno

Los blancos conquistan el triplete 41 años después y, con un póquer, cierran en el Palau la mejor temporada de su historia

Amador Gómez

Miércoles, 24 de junio 2015, 03:27

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El Real Madrid de Pablo Laso ya es eterno. El equipo blanco cerró en Barcelona con la conquista del título de Liga la mejor temporada de su historia, al firmar su tercer triplete, y también un póquer insuperable. El Madrid alcanzó la gloria en el Palau por la vía rápida, mientras el Barça despidió el curso con un rotundo fracaso, rendido en su propia cancha ante el eterno rival, ganador de todo en una campaña perfecta del campeón de Europa, de Liga, de Copa y de Supercopa. El pleno soñado por Laso y los suyos, que volvieron a demostrar, también en terreno hostil, su ambición, hambre, espíritu de equipo y garra, aparte de su superioridad ante un enemigo que cayó por 3-0 en una desequlibrada batalla por la Liga ACB.

Para el Real Madrid es el título número 32 en la competición, destronando a un Barcelona que, aunque le puso emoción en el último minuto, no tuvo opciones en la batalla al mejor de cinco. En el tercer asalto los blancos no desperdiciaron su primer 'match ball' y fue Jaycee Carroll quien sentenció al Barça con una canasta genial y letal, a falta de sólo 14 segundos para el final, que valió para un 83-88 definitivo. En este tramo decisivo el Madrid, ya tan curtido y conjuntado, volvió a mostrar su experiencia, concentración y determinación, para no permitir demasiadas esperanzas al Barça, que tras el 2-0 del Palacio ya era consciente de que su reto era imposible, aunque pensase en alargar la final.

En realidad, la Liga que ya estaba pintada de blanco sólo estuvo en el aire, en parte, en un tercer cuarto en el que los madridistas sufrieron un inédito parcial de 33-17 después de una espectacular reacción de los de Xavi Pascual, que vio a su equipo tambaleándose en el primer tiempo frente al potencial de un verdadero equipo. Un equipo con mayúsculas que, aunque sea menos brillante que la pasada temporada, sigue fiel a su estilo, liderado por el técnico al que querían despedir tras perder la pasada temporada la Euroliga y la Liga pero que ya puede presumir no sólo de 'novena' 20 años después, sino también de haber llevado al Real Madrid a lograr la tercera 'triple corona' de su historia, 41 años más tarde de la conseguida en 1974. Y no sólo con estrellas, sino también con clase media y con otro salto de carácter gracias a los fichajes de Andrés Nocioni, Gustavo Ayón o Jonas Maciulis.

En el tercer y último partido volvió a imponerse el colectivo y aunque el desnortado Barça tuvo su gesto de equipo en el tercer parcial, le resultó insuficiente con Ante Tomic, que logró 29 puntos, con 14 de 15 canastas y siete rebotes, para 36 de valoración. El gran pívot croata sólo encontró entonces la compañía de Doellman y Abrines con los triples, pero en cuanto el Madrid vio que se le complicaba la Liga (67-62), volvió a sacar su fusil y su oficio. Sergio Rodríguez y Carroll pusieron freno con sus triples a los azulgrana al comienzo de ese segundo cuarto en el que una vez recuperada la ventaja, los blancos pusieron el tempo requerido, apretaron en defensa y estuvieron certeros en ataque, para acabar con el Barça, que sufrió una lenta agonía.

Demoledor parcial de 4-16

Desde el pitido inicial se comprobó el hambre y la superioridad del Real Madrid y una preocupante descoordinación y apatía de un Barcelona en el que se veía que los azulgrana iban a tener muy complicado sobrevivir sólo con Tomic, autor de 16 de los 34 puntos de los azulgrana al descanso, y 12 de ellos en el igualado primer cuarto en el que los locales se estrellaron desde el perímetro. El Madrid, sin embargo, exhibiendo de nuevo su juego coral, su solidez defensiva y su acierto en ataque, no tardaría en sacar a relucir sus virtudes para dar el estirón en un segundo cuarto excelso de los de Pablo Laso. Con los diez jugadores madridistas que salieron a la cancha con puntos en su casillero cuando alcanzó su primera ventaja de 14 (26-40), con un demoledor parcial de 4-16. A intercambios de canastas, y cuando puede correr, el Madrid es un equipo tremendo, como demostró en ese parcial casi perfecto de los blancos. Con dos teóricos secundarios, Carroll desde el exterior, y Maciulis, con su trabajo en defensa, liderando el arreón, mientras el Barça continuaba negado con los triples, con un pésimo 1 de 11 y el lesionado Navarro comprobando desde el banquillo el desastre de los suyos.

Fue Tomic quien desde que comenzó el choque, con una personal en el salto inicial, mantuvo en el duelo al Barça, ganándole la partida a Reyes y Slaughter, en un choque que en el principio tuvo más defensa que ataque, pero los de Laso se encontraban muy cómodos así, con el partido equilibrado y con pequeños estirones, esperando su oportunidad. Aguantó con paciencia el Madrid y la tuvo en el segundo período, cuando se aprovechó de una antideportiva de Satoransky, por intentar golpear con el balón a Ayón. Entonces, el parcial de 4-16, para colocar el marcador en 26-40, ya despejaba el camino hacia el título, aunque hubo reacción azulgrana. Lo mínimo que se podía esperar de un Barça con mucha figura pero muy poco espíritu durante casi toda la final.

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