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Estados Unidos 2002.
El canto del cisne yugoslavo
Estados Unidos 2002

El canto del cisne yugoslavo

Javier Bragado

Jueves, 28 de agosto 2014, 19:46

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El cambio de siglo sirvió para celebrar y festejar las efemérides de grandes eventos deportivos con los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) como gran referente. En el baloncesto se decidió recordar al inventor del juego (Naismith), a la cuna de este deporte (Indiana) y al país que más había contribuido a la popularidad de la canasta (Estados Unidos).

Se apostó por la ciudad más poblada al este del Missisipi por su afición y por el creciente interés de Estados Unidos por incoporarse a la globalización. Así, la tierra de Larry Bird recibió al ídolo local Reggie Miller como estandarte de un grupo con gran talento como André Miller, Paul Pierce o Michael Finley.

Sin embargo, aquel torneo supuso la caída del autoestima local y el ascenso del baloncesto europeo con una generación abrumadora procedente de los Balcanes. Stojakovic, Divac, Gurovic, Bodiroga y Jaric formaban un quinteto espectacular de un país apasionado por el baloncesto y ávido de trofeos. Con suplentes como Tomasevic, Kouturovic o Vujanic podían mantener un alto nivel en la pista que tuvo su vara de medir en el duelo de cuartos de final contra Estados Unidos.

Disfrutaron de aquel partido de cañoneros más de 5.000 espectadores en Indianápolis, quienes terminaron frotándose los ojos ante un gran último cuarto de los yugoslavos que convirtieron a los dioses del baloncesto en hombres derrotados (81-78). Aquel duelo permitió a los de Svetislas Pesic enderezar su camino titubeante en el torneo para terminar conquistando su quinto Mundial en su última participación con el nombre oficial de Yugoslavia.

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