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El Rey busca trono en la NBA
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El Rey busca trono en la NBA

Lebron James espera en Cleveland arrebatar el anillo de campeón a los veteranos de San Antonio Spurs

Michael McLoughlin

Martes, 28 de octubre 2014, 08:14

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La voluntad de Lebron James de desandar los pasos de su aventura en la cálida Florida, donde en cuatro años ha sumado dos anillos de campeón y dos finales en las filas de Miami Heat, para volver a Cleveland, su ciudad natal, marca la nueva orografía competitiva de una NBA que entra en juego esta próxima madrugada. El Rey regresa a la franquicia donde forjó su comercial leyenda y que abandonó para saciar el hambre de trofeos que suele asaltar a un astro de su nivel. En los Cavaliers se encontrará con el hiperactivo Kyrie Irving, el mejor jugador del pasado Mundial de España, que será la otra gran pieza de una línea exterior de muchos quilates.

El fichaje de Kevin Love, que deja descabezados a los Minesota Timberwolves de Ricky Rubio, es la última pieza de este nuevo Big Three, que estará suficientemente acompañado con Dion Waiters y la robustez del brasileño Anderson Varejao en la pintura. Un elenco de estrellas que estarán a las órdenes del debutante David Blatt, el técnico que al mando del Maccabi de Tel Aviv evitó que el Real Madrid de Laso se proclamase campeón de la Euroliga.

La mediática metamorfosis de los de Ohio ha reconvertido un aspirante a clasificarse a los play offs en un equipo remozado que apunta directamente al título de campeón, en manos de los viejos rockeros de San Antonio, gran rival a batir para la mayoría de entrenadores de la competición. A diferencia de los de Cleveland, los Spurs han preferido mantener la veterana ecuación que tantas alegrías ha dado al equipo californiano en los últimos años. Así, la columna vertebral sigue vertebrada por el perenne Tim Duncan, el argentino Manu Ginóbili y el francés Tony Parker.

Veterano y Leonard

Una conjunción de veteranos aderezada por Khawi Leonard, un talento tierno de 23 años que consiguió ser el MVP de la última final; el ex ACB Tiago Splitter bajo los aros y el italiano Marco Belinelli desde el banquillo. El principal trabajo en los despachos no ha sido otro que el de reforzar el equipo reteniendo a jugadores claves de la pasada temporada que terminaban contrato. La continuidad de Boris Diaw, ese francés entrado en kilos que derrocha calidad en cada uno de sus movimientos, y Patrick Mills como mejores refuerzos.

Todo por mantener un bloque con una sola novedad -la incorporación del novato Kyle Anderson- que enfrenta el mismo reto del año pasado: la edad. Sus tres estrellas (Parker, Duncan y Ginobili) suman más de cien años entre los tres y el eterno Greg Popóvich, que contará con Ettore Messina como ayudante, deberá mostrar un año más su capacidad para que el motor llegue a tope de revoluciones al tramo final de la temporada.

Aunque San Antonio y Cleveland son los dos grandes corredores en la línea de salida, la NBA dista mucho de ser una Liga a la escocesa. En el retrovisor se dibuja un grueso grupo de competidores capaces de dar un golpe de pedal que les sitúe en cabeza de carrera. Uno de estos contendientes son los Bulls de Chicago, que estos días recuerdan los treinta años del debut de Michael Jordan, el mejor jugador de todos los tiempos.

La franquicia de Illinois se posiciona como la principal piedra en el camino de Cleveland a su tercer título gracias a la recuperación del base Derrick Rose, que en los dos últimos años y medio sólo ha jugado una decena de partidos. Esa la mejor noticia para una plantilla que ha protagonizado uno de los grandes fichajes, el del español Pau Gasol, que ha renunciado a parte de su sueldo para poner fin a su largo culebrón en Los Lakers. El hispano montenegrino Nikola Mirotic o el francés Joakin Noah serán sus compañeros en el juego interior.

Los Heat pierden su posición hegemónica en esta zona del país a pesar de haber retenido a Chris Bosh y a Wade, a los que ahora se suma Luon Deng. Acaso los Washington Wizards con la incorporación de Paul Pierce y la poderosa pareja de interiores compuesta por Gortat y Nene Hilario completan un grupo de favoritos del que se caen los históricos Boston Celtics y los New York Knicks, que ya piensan en formas de retener a su estrella Carmelo Anthony en 2015.

Estabilidad en el Oeste

En la Conferencia Oeste la fórmula ha sido, sin embargo, la estabilidad. Al igual que San Antonio, los Oklahoma City Thunders apuestan por el grupo que les llevó hace dos temporadas a la luchar hasta el final por el título. El principal escollo a superar será la ausencia de Kevin Durant durante los primeros compases de competición y la recuperación del que se disputa con Lebron James la condición de gran estrella del universo NBA. Un trabajo, el de suplir a Durant, que recaerá en el español Serge Ibaka y en Russell Westbrook.

Este año será una nueva confirmación de que el reparto de poder ha cambiado en Los Ángeles. Los Lakers de Mike DAntoni y Kobe Bryant siguen inmersos en una depresión que les impide postularse a logros de importancia. Los Clippers, hasta hace poco vecino pobre de la gran urbe californiana, buscan confirmar su reinado local con un equipo que mantiene intacto su quinteto titular, presidido por Chris Paul y Blake Griffin, pero ha renovado su banquillo para dotarlo de mayor profundidad.

El equipo también tratará de sobreponerse al huracán de las declaraciones racistas de Donald Sterling, al que la patronal obligó a vender el equipo a Steve Ballmer, exjefe de filas de Microsoft. Los Houston Rockets, con James Hardem, Trevor Ariza y Dwight Howard; así como los Memphis Grizzlies de Marc Gasol o los Hornets de Nueva Orleans, completan la cuota de posibles sorpresas.

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