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VÍCTOR M. ROBLEDO
GIJÓN.
Viernes, 6 de octubre 2017, 07:53
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Confiesa Saúl Blanco que el pasado domingo vivió un par de horas con más nervios de lo habitual en él. Su travesía de casi dos años alejado de las canchas estaba a punto de llegar a su fin en el Palacio de Deportes San Pablo, la cancha del Betis, club por el que firmó el pasado verano. «Fueron muchos sentimientos: llegar y ponerte la ropa de juego, empezar a calentar con el pabellón vacío, ver cómo se va llevando... No sabría decirlo, hay que vivirlo», explica.
El contador de partidos del asturiano con más apariciones en la ACB se había pasado en seco al llegar al número 278. Sucedió el 27 de diciembre de 2015, en un encuentro ante el Valencia Basket que marcó el inició de su calvario con una lesión en la articulación de su rodilla derecha. Un amigo le envió el lunes al teléfono móvil un enlace con el tiempo que había pasado desde entonces. «Habían sido 643 días, así que esto ha sido casi como un 'redebut'», bromea Saúl Blanco.
Curiosamente, el equipo valenciano fue también su rival en su regreso a las canchas del pasado fin de semana. Saúl disputó ocho minutos, anotó dos puntos, capturó un rebote y dio una asistencia, aunque el Betis no pudo evitar la derrota por 80-90 ante el actual campeón de la Liga ACB y de la Supercopa. «El partido estuvo muy bien. La gente salió del pabellón muy satisfecha. Yo tuve unas sensaciones muy buenas tanto en lo físico como en lo técnico, aunque después de tanto tiempo aún me faltan algunas cositas que se pueden ganar jugando», asegura el asturiano.
Tras dos meses en Sevilla, Saúl Blanco se muestra «encantado» de haber aceptado el reto de firmar por el Betis: «Es una ciudad increíble y en el vestuario se ha formado un grupo humano increíble. Estoy encantado de jugar aquí. Todos estamos muy ilusionados, desde la plantilla hasta los trabajadores del club y la afición. Este año creo que se están haciendo las cosas bien».
Para su llegada a la capital hispalense resultó clave la presencia de Alejandro Martínez como entrenador. «Ya había coincidido con él en Tenerife y tenemos muy buena relación. Nada más renovar me llamó, estuvimos comiendo y en dos días se cerró todo», recuerda el asturiano. En principio, el Betis iba a competir esta temporada en Liga LEB tras su descenso en el pasado curso, pero su readmisión al aumentarse el número de equipos en la máxima categoría permitió que el regreso de Saúl Blanco haya sido en la élite del baloncesto nacional.
De vuelta a las canchas, Saúl espera que su experiencia sirva para ayudar al Betis a consolidarse en la categoría sin los apuros del año pasado. En el plano personal, su aspiración es continuar sumando minutos y recuperar poco a poco la versión del jugador que siempre fue. En el horizonte asoman ya sus 300 partidos en la ACB.
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