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«El salto a Primera no ha sido tan duro»

«El salto a Primera no ha sido tan duro»

El luanquín reconoce que «pensaba que me iba a costar más adaptarme, pero el trabajo defensivo del equipo me ha ayudado mucho»

SANTY MENOR

Viernes, 28 de noviembre 2014, 01:22

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A Jorge González (Luanco, 1992) todos lo llaman Coke, y todos saben también que es muy buen portero de balonmano. Por las mañanas es un alumno más de Magisterio por Educación Primaria en la Universidad de Oviedo, pero por las tardes y los fines de semana se enfunda un pantalón largo y una sudadera para hacer lo que mejor se le da: detener pequeños balones que se intentan colar en su portería. Y muchos de ellos, a gran velocidad.

Formado en la cantera del Villa de Luanco, la temporada pasada jugó en el Grupoastur para a sus 22 años dar por fin el salto a Primera Nacional, que en un principio le daba respeto. «Tenía miedo, la verdad. Pensaba que el salto era muy grande y no sabía si me iba a adaptar bien, pero, curiosamente, ahora tengo la sensación de que los tiros que me lanzan son más sencillos».

Todo tiene una explicación, y es que «el trabajo que hacen los compañeros en defensa es muy bueno. Todos colaboran y creo que el secreto es que salimos a la cancha muy 'enchufados'. Hay un gran trabajo de motivación en el vestuario antes de los partidos y eso hace que no nos durmamos. Creo que, pese a ser un equipo joven y con la mayoría de jugadores sin experiencia en la categoría, estamos demostrando que podemos competir contra cualquiera y no debemos temer a nadie».

Lo cual no quiere decir que no hay que ser realistas, y tener claro que «el objetivo para esta temporada es la permanencia, el séptimo puesto o así. De todas formas, no renunciamos a nada y cuanto más arriba acabemos en la tabla, mucho mejor».

Coke se deshace en halagos hacia Juan Muñiz, un entrenador que «nos mete mucha caña, tanto a los jugadores como a los porteros. Entrenamos al doscientos por ciento, pero al final se nota en los partidos y esa es la manera de que podamos competir. Ha mostrado mucha confianza en mí y me dijo que hasta que se acabe la suerte seguirá jugando, así que a ver si dura», ríe.

De cara al futuro, el meta luanquín no se quiere poner metas demasiado ambiciosas «porque igual luego no se cumplen y es peor. Es mi primer año en Primera y me gustaría poder mantenerme en esta categoría varias temporadas, y si puede ser en la Atlética mejor, pero nunca se sabe. Si en su momento me llega la opción de seguir creciendo lo valoraré, aunque también están ahí los estudios».

Así es Coke, una de las revelaciones de un Toscaf Atlética que está demostrando que el trabajo y la ilusión muchas veces pueden al dinero o la experiencia.

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