«Nos jugamos ante el Aragón la última bala para salvarnos»

David Pellitero (Gijón, 1980) jugará mañana su partido número 300 en la élite del balonmano español. El capitán del Juanfersa afirma que de todos ellos, el que con más cariño recuerda es el que supuso el debut del equipo gijonés en la Asobal, en septiembre de 2013, ante el Guadalajar. El capitán del equipo rojillo, que será homenajeado mañana antes del partido contra el Aragón (20 horas, Palacio de Deportes), dice que no puede fallar en este encuentro «porque es la última bala para engancharnos a la permanencia» y que tanto por su récord como por dedicarle el triunfo al lesionado Maxi «hay que ganar como sea».

¿Cumplir 300 partidos en Asobal en el equipo de su ciudad será un motivo de orgullo?

No dejan de ser números o estadísticas, pero claro que estoy satisfecho y contento de llevar once temporadas en la máxima categoría, aunque lo mejor para mí es que ahora disfruto en casa con mi gente del balonmano de élite.

Será un buen motivo el sábado ante el Aragón para romper la mala racha en Liga

Independientemente de la marca de 300 partidos, el sábado es un día marcado para ganar, jugando bien o mal. Es la bala que nos queda y no la podemos desaprovechar.

Además, la plantilla tiene doble aliciente, porque también le quiere ofrecer la victoria a su compañero Maxi, lesionado de gravedad

Son dos buenas razones, pero quizá sea más importante dedicarle el triunfo a Maxi porque es un grandísimo profesional, que se dejó la piel por el equipo, un jugador con raza que incluso en las peores condiciones jugó y se entrenó sin quejarse en ningún momento.

¿Aún recuerda cuando jugó su primer partido en Asobal?

Sí, fue en 2001. Debuté con el Cantabria, tras estar con Alberto Suárez en el Deportivo Gijón y formarme antes en los equipos de base del Corazón de María, contra el Ademar, en el que estaban Toño Cartón, Raúl Entrerríos y Prendes. Fue el año en el que Alberto se fue al Barça. Fue un lujo, porque tuve como compañeros a grandes jugadores como el ruso Tuskin, Ben Amor, el sueco Arrhenius, Reñones y Chuchi Fernández, que marcaron una época en Asobal. Además marqué tres o cuatro goles de penalti. No lo olvidaré.

¿Cuál fue el encuentro más especial de toda su trayectoria?

Sin ninguna duda, cuando jugué con el Juanfersa el primer partido en Asobal, contra el Guadalajara. Soñaba hace años con ese momento de jugar en Gijón en la máxima categoría, al igual que el técnico Alberto Suárez y otro grupo de jugadores que estuvimos fuera.

¿De qué equipo de los que estuvo fuera de Asturias guarda mejor recuerdo?

Por supuesto que de Torrevieja, porque fueron siete años y la considero como mi segunda casa. Me trataron fenenomenal y creo que maduré mucho como jugador.

¿Cuántos años cree que le quedan de balonmano?

Lo de retirarme no lo relaciono con los años. Me encuentro físicamente bien y sin lesiones, por lo que si continúo en esta línea y el club quiere que siga a final de temporada no habrá problemas para ello.

¿Cree que, pese a que solo suman 4 puntos, aún es posible mantenerse?

La experiencia me dice que es realmente difícil, pero no imposible. Los resultados de esta última jornada nos perjudicaron, pero se puede ganar a cualquiera. Tenemos nivel para poder conseguirlo, lo demostramos en los partidos y ahora llega la hora de la verdad y a lo mejor equipos que hicieron una gran primera vuelta en esta segunda ya no suman tantos puntos.

En las dos últimas jornadas tutearon al Granollers y en León hicieron un buen encuentro. ¿Qué la falta al equipo?

Se nos van los partidos por pequeños detalles. Estamos tratando de corregir errores, lo que al menos conseguimos en León, donde ya no tuvimos tantas pérdidas de balón. Si seguimos en esta línea podemos tener a nuestro alcance opciones de salvación.

¿Entonces está claro que la visita del penúltimo clasificado mañana puede valer para engancharse a la Liga?

Perder sería reducir en gran medida las posibilidades de mantener la categoría y, además, el ánimo quedaría tocado, por lo que no nos vale otra cosas que no sea ganar. Casi no importa el juego ni la forma de anotar los tantos.

Luego el equipo viaja a Pamplona y viene Puente Genil

El mes de marzo es casi definitivo para engancharnos o quedarnos descolgados, por lo que tenemos que darlo todo en estos cuatro o cinco partidos que vienen.