Borrar
Sergio Villanueva con el escudo de la Atlética a su espalda.
«A la Atlética se viene a servir, no a servirse»

«A la Atlética se viene a servir, no a servirse»

Tras cuarenta años, doce de ellos en el puesto de mando, deja el club con «una deuda asumible y las cuatro secciones deportivas consolidadas»

NACHO GUTIÉRREZ

Domingo, 13 de marzo 2016, 03:46

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Todavía ejerce como presidente, en funciones, de la Asociación Atlética Avilesina, cargo que ha desempeñado en dos etapas distintas un total de doce años, aunque su vinculación con la entidad alcanza los cuarenta. Conoce como pocos los entresijos del club y deja el cargo con la satisfacción de entregar los mandos con la economía ordenada y las cuatro secciones bien encaminadas. Es el momento de que Sergio Villanueva González (Naveces, 13-4-1952) haga un balance de su gestión.

Cuarenta años en la Atlética dan para mucho, no?

Se puede decir que he hecho de todo. Mi primera experiencia fue en el Real Avilés, como vicetesorero en la directiva de Pepe Burgos. En 1976 ya trabajaba en el banco, era uno de los comerciales, y Toso Muñiz vio rápido que podía hacer el papel de pedigüeño, ya sabes, buscar ayudas para la Atlética. Después fui delegado de la sección de atletismo y más adelante me nombraron vicepresidente, cargo que ejercí con Toso y con Acacio Fernández-Puente. Cuando este último dejó la presidencia me puse al frente durante cuatro años. En la etapa posterior de Manuel Ángel Sánchez fue vicepresidente durante un año y ahora cierro estos ocho otra vez como presidente. Se puede decir que soy parte de la Atlética, que la Atlética forma parte de mi.

¿Qué tal queda el club?

A la Atlética se viene a servir, no a servirse. Creo que se ha conseguido la paz social a raíz de la gala que celebramos el año pasado. Además, hemos doblado el número de deportistas y rebajamos la deuda a unas cifras asumibles. Decían que la Atlética no tenía futuro, pero contamos con cuatro secciones, dos de ellas con buenos patrocinadores, Cafés Toscaf y Fertiberia, y creo que el club está en una buena situación.

¿Cómo se consigue rebajar la deuda de 60.000 a 8.000 euros?

Hemos cumplido los compromisos que alcanzamos y aún así no hemos podido pagar todo. Encontramos una gran respuesta por parte de los acreedores, personas o empresas con las que no se había hablado antes. Nosotros lo hicimos, expusimos la situación y hasta donde podía llegar el club. Todos aceptaron, alcanzamos acuerdos y lo que más nos enorgullece, ninguno ha cerrado la puerta a seguir apoyando, al contrario, todos se ofrecieron. La Atlética Avilesina es una marca desde 1932 y creo que eso no cambiará nunca.

Se le dan bien las cuentas...

Procedo del mundo de la banca y me gusta ser riguroso y serio con los números. No hicimos nada especial, simplemente hablar y reconocer las cosas. A partir de ahí cuentas con el compromiso de personas que han tenido mucha paciencia, como ha pasado con Autos Villa.

Repasemos el balance deportivo sección por sección. El atletismo ha crecido exponencialmente.

En 2008 teníamos 98 atletas y ahora rozamos los 200 y el nivel competitivo cada vez es más alto. Eso es fruto de muchas cosas, buenos entrenadores, seriedad y también disponer de dos turnos de entrenamiento, las cinco de la tarde y las siete. Eso ayuda mucho, y también el campus, que ha cumplido una función social de ayuda a los padres que trabajan en época estival, y además ha servido para captar nuevos atletas.

Estaba hundido y el piragüismo se ha reflotado.

De 1995 a 1999 cuando fui presidente por primera vez, la Atlética fue los cuatro años el mejor club de Asturias, y uno de esos años fuimos el tercero a nivel nacional. En 2008, cuando volví, tuvimos claro que las decisiones que se habían adoptado no cuajaron y a consecuencia de ello muchos deportistas se marcharon. Tuvimos que empezar casi de cero en una de las secciones que siempre han sido santo y seña en la Atlética. Por suerte, personas como Ferrador, un histórico del club, y Juan Pardo, tiraron del carro en los peores momentos y ahora el futuro es esperanzador con casi 70 palistas.

Con Fertiberia como patrocinador la Atlética ha dado el golpe...

Eso no ha sido una labor de un día. Llevábamos muchos años detrás de ellos, les propusimos patrocinar cualquiera de las secciones y fueron ellos los que eligieron. Su apoyo ha llegado en el momento oportuno.

En Corvera se han molestado.

Que Fertiberia apoye a la sección de piragüismo no tiene que afectar a las colaboraciones que la empresa pueda tener comprometidas con el Ayuntamiento de Corvera. En Pravia nunca dijeron nada cuando Cafés Toscaf se vinculó al club.

El baloncesto ha logrado afianzar su estructura, o eso parece.

Hemos crecido un poco. Cuando estuve en mi primera etapa el baloncesto casi había desaparecido y pudimos recuperarlo gracias a un grupo de amigos que jugaban y querían hacerlo bajo nuestras siglas. Ellos buscaban los recursos y el club apoyaba con una pequeña parte. En este momento hay ocho equipos y 92 jugadores, creo que es una sección asentada, las dos personas que la dirigen están haciendo un buen trabajo. Llegar a cotas más altas no es posible actualmente, al margen de la ausencia de un patrocinador, el baloncesto es muy caro en categorías superiores.

El balonmano se ha quedado en un solo equipo, que tampoco puede asumir dar un salto.

Con el balonmano hay luces y sombras. Ahora se nos juzga por la gestión que termino, desde 2008 a 2016, pero en 1995 el equipo estuvo en División de Honor B , con el orgullo añadido de que todos los jugadores eran de casa. En su momento no se valoró a pesar de que llegamos a disputar la fase de ascenso. En aquella época teníamos equipos de base, pero en 2008 solo estaban el nacional y un regional senior. Ahora solo queda el de Primera División porque la cantera está representada por el Bosco. Esa colaboración está muy bien, pero la Atlética debería tener equipos de cantera, creo que ese ha sido uno de nuestros errores.

La renuncia a categoría nacional fue lo más polémico estos años.

Deportivamente ha sido la decisión más difícil. Los directivos tenemos la obligación de dotar a los deportistas de los medios necesarios para su actividad y ese año no pudimos hacerlo. Con el balonmano siempre surgía la duda de saber si llegábamos o no, y en aquellos momentos no había dinero ni para salir a competir. Cada sección tiene su presupuesto y la idea de todos es ayudar, si un año una no llega, te cubre otra, pero si no lo consigues nunca no puedes pedir a las demás que pongan siempre.

¿Sirvió de algo estar un año en el purgatorio?

Gracias a Toscaf, que bajó muy poco su aportación pese al descenso, pudimos conseguir un fondo de dinero, unos 8.000 euros porque en autonómica los gastos son mínimos. Pero el balonmano necesita algo más, es un deporte importante, hay deportistas, afición, pero faltan recursos económicos para crecer.

¿Esa decisión tuvo costes a nivel personal para usted?

Mi relación con Chus y Juan es buena y creo que acabaron por entenderlo. Asumo que a ellos les fastidiase mucho, pero el primer afectado era yo por tomar una decisión difícil y a la vez necesaria. Supongo que valoraron que al año siguiente, tras no ascender deportivamente, lo hiciésemos por la vía de los despachos después de muchas gestiones que hicimos desde la directiva.

Queda una semana para saber el nombre de su sustituto, si es que hay algún voluntario...

A día de hoy nadie se ha personado para presentar una candidatura. No voy a dar consejos a nadie, pero si alguien da el paso espero que sepa rodearse de un buen y numeroso equipo de trabajo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios