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Entrerríos, con sus hijos, en uno de sus últimos partidos en Francia.
«Jamás imaginé que iba a ganar tantos títulos»

«Jamás imaginé que iba a ganar tantos títulos»

Bicampeón del mundo de balonmano

j. l. calleja

Miércoles, 1 de junio 2016, 04:14

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Alberto Entrerríos (Gijón, 1976) abandona las canchas. El mejor jugador español de balonmano de todos los tiempos afrontará mañana su último partido como jugador de balonmano. El encuentro entre el Nantes, el equipo en el que ha jugado las cuatro últimas temporadas, y el Nimes podrá fin a una larga y exitosa trayectoria repleta de títulos nacionales e internacionales, tanto a nivel de club y como con la selección. El jugador lo anuncia en esta entrevista en exclusiva a EL COMERCIO y hoy lo comunicará en Nantes, en una rueda de prensa que servirá para oficializar su adiós después de más dos décadas sobre las canchas. El bravo lateral izquierdo, forjado en el Grupoastur, del barrio de Contrueces, pasará a la historia como uno de los mejores jugadores del planeta en su puesto. Es junto a Albert Rocas el único español que tiene dos títulos mundiales con España, además de medallas en Europeos y Juegos Olímpicos. De su innumerable colección de títulos por clubes destacan sus Champions y Mundialitos. El jugador asturiano se queda con «el bronce en el Mundial de Suecia, cuando murió mi madre». Como compañeros destaca a Rolando Uríos, al que considera el mejor pivote del mundo», y como entrenador a Juan Carlos Pastor, que «me abrió los ojos para jugar de una manera diferente». Pero para él lo más importe es que «llegué en el momento adecuado en cada uno de los equipos en los que estuve».

¿Cómo vive estas últimas horas antes de su último partido?

Me lo voy a tomar con naturalidad, porque llevo tiempo preparando este momento. El año pasado sabía que éste sería el último en activo. Sin embargo, a medida que se acerca el jueves estoy un poquito nervioso, algo inquieto, pero bien.

¿Cuando ascendió con el Naranco a Asobal, hace casi 20 años, pensó que podía llegar a conseguir tantos éxitos?

Que va, ni en mis mejores sueños. Jamás hubiera imaginado que iba a aguantar hasta los 39 años a tan alto nivel, que jugaría en los mejores equipos ni que tendría a mi lado a los mejores jugadores del mundo como compañeros, por lo que es para estar muy satisfecho.

A nivel de equipos logró casi todos los títulos. ¿Valora alguno de forma especial?

Fueron muchos e innumerables y es difícil escoger, pero me quedo siempre con la medalla de bronce del Mundial de Suecia, cuando ganamos allí precisamente a los suecos, porque acababa de fallecer mi madre. Mi hermano Raúl y yo fuimos ese día muy competitivos y se consiguió estar en el podio.

La Copa EHF se le escapó en Nantes dos veces y con el Barcelona. ¿Le dio mucha rabia?

La primera final que perdí fue con el Barça contra el Kiel quién iba a decir estos dos equipos en la EHF, luego con el Nantes dos veces. Pero por ello no me queda una espina clavada ni con ninguna faceta del juego. Lo importante es que he estado muchos años a un gran nivel.

¿De todos los clubes en los que jugó guarda algún recuerdo en particular de alguno de ellos?

Todos han marcado mi vida y coincidí con muy buena gente. En el Barcelona, donde estuve solo una temporada, hice grandes amigos. Pasé cuatro años fantásticos en mis inicios en el Naranco. El Ademar, donde exploté como jugador, fue mi primer club con grandes aspiraciones y en el que me estrené con títulos como la Liga y la Recopa, por ejemplo. Luego en el Ciudad Real conseguí lo máximo. Lo relevante es que llegué en el momento adecuado a cada uno de los equipos en los que estuve para crecer como jugador.

Militó en los grandes equipos españoles, como Ademar, Barcelona, Ciudad Real, Atlético de Madrid. ¿Le hubiera gustado haber estado más tiempo en el Barça donde su paso fue fugaz?

Las cosas vinieron así, porque el Ciudad Real pagó al Barcelona la cláusula para rescindir el contrato. Y a día de hoy pienso que fue la mejor decisión que tomé. No me arrepiento de haber tomado ese tren, pues hubiera sido una oportunidad perdida.

¿Fue difícil tomar la decisión de ir a jugar al extranjero?

Claro que me costó. Me cambio toda la dinámica de lo que estaba haciendo. Fue el año que me quedé fuera de los Juegos de Londres y tenía una temporada más de contrato con el Atlético de Madrid.

¿Ha sido el Nantes ese equipo con un escalafón un poco más bajo en el que siempre dijo que quería disfrutar sus últimos años de balonmano?

Sin duda era una gran oportunidad, porque tenía 35 años. De no haber estado aquí no habría disfrutado de esta experiencia maravillosa. En principio había pensado en un equipo de un nivel más bajo, pero en el Nantes hay mucha exigencia. Logré un título y disputamos dos finales europeas, que es un buen bagaje.

Tuvo a su lado grandes jugadores. ¿Se queda con alguno en particular?

Siempre lo he dicho y lo mantengo, que con Rolando Uríos tuve una afinidad especial. Es el mejor pivote de la historia del balonmano y es una persona muy noble. Con él pasé grandes momentos tanto dentro como fuera de la cancha.

Y entrenadores, ¿de cuál tiene mejor recuerdo o le aportó más?

Mantengo una relación con todos los que tuve a lo largo de mi carrera. Pero me quedo con Juan Carlos Pastor. Nos abrió los ojos para jugar de una manera diferente y quizá no lo valoramos. Me convencía su estilo de juego, su manera de ver el balonmano y como lo analizaba.

Con la selección logró casi todo, con dos mundiales y medallas en Juegos Olímpicos y Europeos

La medalla de oro en Túnez fue algo impresionante, porque llevábamos varios años sin rumbo. Sin embargo, el equipo, a mi modo de ver se llenó de diversión. Veníamos de hacer un mal papel en Atenas, con un equipo sin identidad, pero marcamos una época con nuestra manera de jugar.

Disfrutó mucho con su hermano en el equipo nacional. ¿Quizá le hubiera gustado tenerlo a su lado en un equipo?

Claro que sí, porque a parte de ser mi hermano le admiro mucho como jugador y, además, tiene cosas similares a mí en cuanto a la formar de actuar en la cancha. Con él logré títulos importantes y disfruté muchísimo jugando a su lado. Cuando me enfrenté a él tuve sensaciones muy raras.

¿Se quedó con las ganas de ir a Londres 2012?

Sí, a todo deportista no le gusta perderse unos Juegos. Pero fue la temporada que me fui del Atlético de Madrid y tenía que buscarme equipo. Así que lo de Londres quedó un poco en un segundo plano.Además ya había estado ya en dos olimpiadas antes.

Este verano finalizará el curso de entrenador nacional. ¿Se abre una nueva etapa para usted?

En julio acabaré la segunda parte del curso, pero no sé si va a cuajar que sea entrenador. No me lo había planteado hasta que llegué a Francia, porque nunca me atrajo. Aquí la filosofía es diferente y eso me animó con respecto a mis conocimientos y mi experiencia en España. En Nantes me han ofrecido colaborar, formar parte del staff técnico del club. A ver lo que sale, porque tengo que hablar con ellos.

«Los mejores años de mi vida»

¿Echará de menos competición?

Claro que me va a parecer raro. Imagino que será como cuando una persona mayor echa la vista atrás a su vida. Han sido los mejores años de mi vida, que por supuesto va a cambiar bastante.

España, tanto a nivel de clubes como de selección no atraviesa un buen momento. La Liga Asobal en horas y bajas y la selección no estará en los Juegos.

Las cosas están ahora así en la Liga Asobal, pero me parece más gordo el palo que se ha llevado la selección. Es un trabajo perdido de cuatro años y un mazazo también para la afición. Espero que no vuelva a suceder. Me recuerda un poco la mala experiencia de Atenas.

¿Si retrocediera en el tiempo, volvería a ser jugador de balonmano?

Pues quien sabe, en mis años de chavalete estuve a punto de dejar el balonmano, aunque meimagino que si empezara de nuevo sucedería lo mismo. Mis padres tuvieron un papel fundamental en que siguiese, así que mucha culpa de que continuara fue de ellos.

¿Qué le diría a un niño que empieza a jugar al balonmano?

Que se divirtiese lo más posible, que es un deporte colectivo con el que va a estrechar muchos lazos, además ser muy familiar y sano en todos los sentidos. Y al no ser tanto popular como el fútbol se vuelca en lo personal.

¿Cómo ve desde la distancia el balonmano asturiano?

Tengo poca información, pero hasta la temporada pasada competimos en Asobal. Están saliendo otros jugadores de calidad como Costoya, que es un lateral muy interesante. Y como siempre, el trabajo de base bien, pero en balonmano profesional faltan quizá los apoyos de siempre.

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