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D. BUSTO
Martes, 16 de septiembre 2014, 00:23
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Los refuerzos veraniegos que el Sporting 'pescó' en el filial rojiblanco dejaron esta temporada al equipo de Tomás Hervás desnudo, de cara a afrontar un campeonato tan exigente como es la Segunda B. La premisa fundamental de que un filial debe nutrir al primer equipo se ha cumplido con creces en la entidad rojiblanca: Pablo Pérez, Carlos Castro, Rachid y Julio fueron pilares básicos en el Sporting B la pasada campaña y ahora pelean por abrirse camino en el primer equipo. Sin olvidarse de Jony y Álex Menéndez, ya asentados a las órdenes de Abelardo. Aunque a nivel competitivo, ahora, la plantilla se quedó corta de efectivos y no termina de tomarle el pulso a la Liga.
Cuatro derrotas y doce goles encajados -a tres por partido- son un duro castigo para los pupilos de Tomás, que mostraron una buena imagen en todos los encuentros, sin embargo los despistes defensivos puntuales -sobre todo a balón parado, como sucedió ante el Oviedo y frente al Avilés- y algunos goles recibidos a la contra -como en el encuentro ante el Coruxo- lastraron demasiado al equipo.
Tampoco las lesiones fueron benévolas con el Sporting B. Benito, un jugador afianzado en el lateral derecho la pasada campaña, solo ha podido disputar medio tiempo este año, a causa de una rotura de fibras en la pierna izquierda. Además de Guitián, un futbolista muy importante en el centro del campo que se resintió de sus molestias en la rodilla, en la tercera jornada, y será baja algunas semanas más hasta que esté completamente recuperado. En este sentido, el cuerpo técnico no quiere correr riesgos con un regreso prematuro del jugador.
En cuanto a las nuevas incorporaciones, el equipo reforzó el centro del campo con el cántabro Tato, pero a causa de una pubalgia todavía no ha tenido continuidad. Viesca fue expulsado de manera muy rigurosa en la primera jornada y tampoco gozó de esa continuidad, mientras que Mendi alternó con Álex García en la punta de ataque. Finalmente, este año solamente Jaime se quedó en el equipo de los que cumplieron edad juvenil en el División de Honor.
A pesar de los contratiempos, la temporada acaba de empezar. Los jugadores que maneja Tomás son jóvenes y todavía tienen por delante un amplio margen de mejora y capacidad para reaccionar. Una victoria en Liga, como las conseguidas en la Copa Federación, sacudiría los nervios y reforzaría la confianza de los jugadores ante el difícil reto que tienen por delante.
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