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Griezmann marca el tanto del Atlético.

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Griezmann marca el tanto del Atlético. Dylan Martinez (Reuters)
Semifinales

Coraje y corazón para un empate épico

El Atlético, con diez desde el minuto 9, sobrevive al acoso del Arsenal y consigue un gol que puede ser clave para alcanzar la final de Lyon

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Jueves, 26 de abril 2018, 06:29

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Arsène Wenger se marcha a final de temporada del Arsenal y además del banquillo 'gunner' deja a Diego Pablo Simeone como rey de los banquillos europeos. El argentino lleva en el cargo desde diciembre de 2011, es su séptima campaña seguida y sexta completa. Nadie en los principales clubes europeos, de esos que luchan por títulos continentales, acumula tantos partidos consecutivos. Sólo Philip Cocu, en el PSV, puede considerarse igual de afortunado al mantenerse dirigiendo desde marzo de 2012.

Otros, en sillas con menor presión como Christian Streich (Friburgo), Eddie Howe (Bournemouth), Sean Dyche (Burnley) tratan de igualar a Cholo al que sólo supera como longevo Stéphane Moulin, el técnico del Angers. Llegó en 2011, seis meses antes que Simeone, afrontará el próximo curso su octava campaña en el conjunto galo. El argentino, que conoció como jugador un Atlético que a finales del siglo XX y principios de XXI era una trituradora de entrenadores, será la próxima campaña el técnico más veterano que participa en Champions.

A Cholo sólo le supera como longevo Stéphane Moulin, el técnico del Angers que llegó en 2011, seis meses antes que Simeone

El encuentro en el Emirates, toda una semifinal continental, es para Wenger «una noche de Champions League, porque somos dos equipos acostumbrados a ello». De hecho, el que salga vencedor de este duelo será el favorito al título según las casas de apuestas. «No cuentan con debilidades aparentes. Tenemos que anular las cosas buenas del Atleti para tener oportunidades. Son un gran equipo y por algo, ahora mismo, son el segundo mejor equipo de España», explicó un técnico que no contará con Mkhitaryan ni Elneny.

«No cuentan con debilidades aparentes. Tenemos que anular las cosas buenas del Atleti para tener oportunidades. Son un gran equipo y por algo, ahora mismo, son el segundo mejor equipo de España»

WENGER

Dos finales continentales perdidas

El francés, que da un paso al lado con tres títulos de la Premier League, siete FA Cups, la final de Champions perdida contra el Barcelona en 2006 y la dolorosa de UEFA ante el Galatasaray, no oculta que desea «ganar el título por ellos, por mis jugadores. Mi mayor satisfacción sería hacerlo con ellos, porque se lo merecen», aclaró consciente de que el título en Lyon le permitiría ganarse un puesto para la Champions, emulando lo que sucedió con el Manchester United la pasada campaña. «Qué mejor final para Wenger que este título. Tenemos opciones si estamos a nuestro mejor nivel. El Atlético es un equipo que en los últimos años con Simeone ha jugado dos finales de Champions y ganado una Liga», reconoce Nacho Monreal.

Simeone sabe que su plantilla está exprimida y por eso no dudó en reservar ante el Betis a pesos pesados como Antoine Griezmann o Koke, que sólo jugaron unos minutos. Ahora tiene las bajas de Juanfran y la más probable de Diego Costa, que pese a no entrenar viajó con el grupo. Quizá recordó el técnico que Diego marcó tres goles en seis derbis londinenses, provocando incluso la expulsión de algún central rival... si bien su último duelo ante los 'gunners' fue agridulce: marcó en la final de la FA Cup pero perdió el título y no volvió a vestir la elástica 'blue'. Simeone cuenta con buenos precedentes en Inglaterra: una victoria y dos empates.

Ambos clubes saben que no encajar podría ser decisivo. «Me gustaría no conceder un gol para ponernos en una mejor posición de cara a la vuelta», explicó el capitán Petr Mertesacker. «Vamos con la idea de marcar y no encajar, con la idea de ganar el partido, no encajar y marcar cuantos más goles posibles. Ya veremos si lo conseguimos», deseaba Jan Oblak tras un empate que hace dudar a la afición.

«Vamos con la idea de marcar y no encajar, con la idea de ganar el partido, no encajar y marcar cuantos más goles posibles. Ya veremos si lo conseguimos»

OBLAK

Y es que el esloveno (imbatido en 27 de sus 43 partidos) no deja su portería a cero a domicilio desde hace nueve encuentros y en sus cinco compromisos más recientes sólo ha logrado una victoria (3-0 al Levante) además de conceder su peor derrota (3-0 en Anoeta) y llevar dos duelos seguidos sin ganar ni marcar... cuando a Griezmann se le cortó su racha: 18 goles de los 26 de este año los anotó en los últimos 20 partidos. Parece que repetirá con Gameiro como compañero de ataque pudiendo ser Giménez la novedad en el once. Habrá 1.500 hinchas rojiblancos en un partido que pitará Turpin, el del 3-0 entre Roma y Barcelona de hace unas semanas.

No fue un cumpleaños sencillo para el Atlético, al que nunca se lo han puesto fácil en su historia. Era el día de su 115 aniversario pero no tuvo regalo alguno. Se presentó en Londres tras unas semanas en las que parece que sus baterías parecen agotarse. Compitió con su equipo esperado, pero el asunto comenzó torcido desde el inicio. Vrsaljko recibió una amarilla en el primer minuto, quizá demasiado severa para llevarse 71 segundos. Mala señal justo antes de que Lacazette mandase al palo tras una perdida con balón a la espalda de los centrales en el minuto 5 y Oblak se viese obligado a hacer uno de sus paradones a remate a bocajarro un minuto después del punta galo tras un buen servicio de Monreal. Y, cuando hiperventilaba por el ritmo de los locales, llegó el desliz de Vrsaljko que permitió al francés Turpin adquirir protagonismo. Estuvo torpe el lateral, que hizo una entrada tardía peligrosa estando amonestado. Roja, la más rápida de la historia del torneo.

Simeone no daba crédito, se enfadó tanto con el árbitro que terminó apartado en la grada. Tuviera razón o no, el líder de un grupo no puede insultar de esa manera así al juez. Incluso en días en los que la justicia nos hace replantearnos todos nuestros esquemas. Apenas le dio tiempo al Cholo a dar las instrucciones para afrontar el plan con diez. Si un equipo es capaz de sobrevivir 80 minutos con uno menos y sin entrenador ese es el Atlético. Y más teniendo a Oblak... y a Griezmann, que fue protagonista en ambas áreas.

Pasó Thomas al lateral diestro, Griezmann se colocó de interior izquierdo y Saúl en el mediocentro. La idea era contener el entusiasmo de los locales, que ofrecieron una noche de su mejor fútbol aprovechando la superioridad técnica, táctica y numérica. Podían abrir el campo y tocar sin tanto miedo a la contra. Ahora o nunca pensaba Wenger. Las ocasiones inglesas empezaron a acumularse: Wilshere cabeceó demasiado ajustado, Oblak detuvo con el pie un intento de Lacazette y Koscielny marró en el segundo palo un córner. Monreal también rozó el gol pero su volea, al ser con la derecha, le faltó un poco de colocación.

Arsenal

Ospina, Bellerín, Mustafi, Koscielny, Monreal, Xhaka, Ramsey, Wilshere, Özil, Welbeck y Lacazette.

1

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Atlético

Oblak; Vrsaljko, Giménez, Godín, Lucas, Correa (Savic, min. 76), Thomas, Saúl, Koke; Griezmann (Torres, min. 86) y Gameiro (Gabi, min. 65),

  • Goles: 1-0. min. 60, Lacazette. 1-1. min. 81, Griezmann.

  • Árbitro: Clément Turpin (Francia). Expulsó a Vrsaljko (en el 1' y 9') y Simeone (12').

  • Incidencias: Emirates. 59.867 espectadores, de ellos unos 1.600 del Atlético. Santi Cazorla siguió el partido desde la grada, después de que haya vuelto a ejercitarse tras sus graves lesiones.

Y cuando no paraba de achicar agua, Griezmann logró asustar a Ospina con un chut lejano junto al palo. Para que la función fuese completa, el balón se pinchó al frenar Lucas un disparo. Eso, curiosamente, concedió algo de aire al Atlético, que por momentos fue a presionar arriba. Así, Thomas robó y se fue arriba con un slalom espectacular, recorrió 30 metros superando rivales por fuerza y la dejó en franquía a Griezmann que golpeó fuerte pero centrado. Incluso Correa volvió a disponer de una tercera opción tras otra recuperación pero, pese a su buen recorte hacia dentro, golpeó por encima del larguero. Así pudo llegar al descanso, el lago del oasis necesario para poder mantener en pie un brillante ejercicio de supervivencia. No es algo nuevo, ya que cuanto más adversas son las circunstancias mejor rendimiento ofrece este equipo.

Aguantó sin encajar una hora, hasta que a Griezmann le dio por intentar hacer un caño a Monreal en la salida de la pelota. En apenas once segundos la bola estaba en la red de Oblak tras un cabezazo de Lacazette. Rugió el estadio londinense y Simeone, en la grada y ayudado por el director de comunicación como improvisado asistente, reclutó a Gabi por Gameiro. El 2-0 parecía inminente, pero los remates, casi todos llegados en acciones desde los costados, les faltó el tino suficiente para superar a un muro como el esloveno. La presencia de Diego Costa, que calentaba desde el intermedio, se antojaba absolutamente trascendental para cambiar la dinámica del partido a favor del Atlético. Pero no compareció, sino entró Savic por Correa. Con sus tres centrales demostró el Atlético todo su arsenal defensivo, envidiable, y con un balón largo de Giménez encontró un gol de oro que le acerca a Lyon.

Un tanto que puede valer una final, una diana con la que Griezmann se redimió de su error del 1-0. El francés se llevó la bola ante su compatriota Koscielny, blando en el despeje, remató intentando un (otro) caño a Ospina que puso la rodilla lo justo para evitar el túnel a la red. Pero el rechace le quedó en la derecha al 'Principito', que aprovechando un resbalón de Mustafi la embocó a la red. No se lo creían en las gradas, encajar un gol 'arsenalesco' clásico de los que Nick Hornby sufría en silencio ante un rival con diez y agotados. Los hinchas británcios se arrancaban el pelo a jirones cuando Oblak sacó otra manopla, de esas que acostumbra, para frenar un perfecto testarazo de Wilshere.

El resultado es un botín enorme, más teniendo en cuenta el mérito que merece un bloque capaz de plantar cara a todo un Arsenal con pocos efectivos en su plantilla (era uno de esos partidos en los que uno agradecería tener a Carrasco), con tantos lesionados y pese a jugar casi todo el encuentro en inferioridad. Oblak y Griezmann son primer nivel mundial y ahora mismo, con el increíble trabajo de esos que lo dan todo por el colectivo,

El Atlético aún puede ganar cualquier batalla. Para este equipo, el sufrimiento es una virtud. Es el rey de la agonía. Homenajea con esfuerzo cada estrofa del himno de Sabina. «A morir los míos mueren», dijo un día Simeone. Eso, otra vez, está fuera de toda duda.

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