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Suárez y Ramos disputan un balón.
Luis Suárez no asusta al Bernabéu
PRIMERA DIVISIÓN

Luis Suárez no asusta al Bernabéu

El estreno del delantero, eclipsado en la derecha del ataque azulgrana y sin una oportunidad, resultó decepcionante para el uruguayo y el Barça

Amador Gómez

Sábado, 25 de octubre 2014, 20:17

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Bromeó el día anterior Carlo Ancelotti con «una sorpresa» en la alineación del Real Madrid, mientras que Luis Enrique anunció que Luis Suárez tendría «minutos», aunque el técnico asturiano no quiso desvelar si el uruguayo sería titular en el Bernabéu, para estrenarse desde el pitido inicial con la camiseta azulgrana y también en la Liga una vez cumplidos sus cuatro meses de sanción. Aunque no podía descartarse, con el objetivo de intimidar desde el inicio al Madrid y a su afición, la entrada de Luis Suárez en el once fue inesperada, aunque el delantero uruguayo no pudo aprovecharse de las debilidades de los blancos en defensa y el debut del goleador de los 81 millones de euros quedó totalmente eclipsado.

No sólo por la victoria del Real Madrid, cimentada, tras una parada milagrosa de Casillas a Messi que pudo haber sido el 0-2, en una mano inexplicable de Piqué, un cabezazo de Pepe y una contra generada por el venerado Isco, sino también porque Luis Suárez no entró en juego y en la primera parte estuvo tapado en el ataque culé por los otros dos miembros del tridente azulgrana, más activos e incisivos. Por Neymar, porque fue quien abrió el marcador; y por Messi, no sólo porque dispuso de la ocasión que podía haber significado la sentencia en el minuto 23, cuando volvió a aparecer el santo bajo la portería del Real Madrid, sino porque, aunque sólo fuera en el primer tiempo, desde el centro y la derecha de la ofensiva, el argentino sí dominó y metió miedo a la endeble defensa local, hasta que La Pulga también desapareció tras el descanso.

Luis Suárez era el arma secreta que se guardaba Luis Enrique para el primer clásico de la temporada, pero el uruguayo está muy lejos de forma y no asustó al Bernabéu, que sí temía en principio la contundencia goleadora del uruguayo. Luis Suárez fue recibido por los seguidores blancos, como no podía ser de otra forma, con pitos por parte de la afición, aunque fueron muchos más los que se llevó su entrenador. Cuando el uruguayo se retiró del terreno de juego a los 69 minutos, parte de los aficionados repitieron los silbidos a Luis Suárez, aunque la mayoría, ya con el 3-1, prefirieron ignorar al azulgrana que tuvo tan desafortunado reencuentro con el fútbol en partido oficial y soñaba con deslumbrar en su cita más esperada y ante un enemigo de tal nivel que también pensó en ficharle.

Aún le queda recuperar el estado físico y arriesgó Luis Enrique al concederle la titularidad, cuando los culés esperaban que, según fuese el clásico, el goleador pudiese salir en la segunda parte, quizás para revolucionar un encuentro que murió a la hora. A los 69 minutos, con todo resuelto, Luis Suárez ya estaba fuera. Jugó el 9 uruguayo escorado a la banda derecha, pero pasó desapercibido. Apenas le llegó un balón y no dispuso de una sola oportunidad. Tan sólo sobresaltó algo el Bernabéu cuando, al cuarto de hora, Pepe, presionado por Luis Suárez, se la jugó para sacar el balón en un cara a cara contra el Caníbal y el portugués salió airoso del trance. Más de uno apostó porque este clásico no se acabaría sin una bronca entre Pepe y Luis Suárez, pero no hubo lugar, porque coincidieron poco y, cuando lo hicieron, el uruguayo siempre debió asumir la inferioridad. Fue un estreno demasiado decepcionante para él y para el Barça.

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