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Ángel Torres, presidente del Getafe.
Getafe, ejemplo extremo de los ahogados por el tope salarial
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Getafe, ejemplo extremo de los ahogados por el tope salarial

La marcha del técnico rumano Contra al Guangzhou chino en plena temporada ejemplifica la mala situación económica del club madrileño

Álvaro Vilches

Jueves, 18 de diciembre 2014, 17:44

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Ha sido un movimiento sorprendente. Tanto por la manera de producirse como por el movimiento en sí. No es habitual que un jugador y un entrenador de la Liga Española decidan irse en pleno mes de diciembre a una liga teóricamente inferior como la Súper Liga China.

¿Qué significa para el Getafe la marcha de Contra y Míchel al Guangzhou RF? Oxígeno, masa salarial para saldar sus deudas, espacio para poder realizar contrataciones y margen para poder evitar situaciones esperpénticas como la que vivió Pedro León esta temporada.

Es la consecuencia más reciente, aunque no parece la última, de la situación económica precaria que están atravesando algunos equipos de la Liga. Atenazados por el límite salarial, clubes como el Getafe están tratando de subsistir en Primera División con una limitación de movimientos a la que no están acostumbrados. Aunque el caso del conjunto azulón es el más grave, no es el único. Otros conjuntos, como el Espanyol o el Almería, se encuentran en una situación similar.

Aunque parece lejano en la mente de muchos aficionados, no hace demasiado tiempo los jugadores de Primera División decidieron plantarse y convocar una huelga de dos jornadas en solidaridad para con sus compañeros de clubes más modestos cuyos contratos se estaban incumpliendo.

El equipo del sur de Madrid sigue a día de hoy sin pagar la ficha de alguno de sus futbolistas. Lo reconocía el propio Ángel Torres, presidente del club, en declaraciones a Radio Marca. «Sí debemos parte de la ficha a varios jugadores que hay que pagar antes del 31 de diciembre», explicaba Torres, aunque luego matizaba: «Si la AFE les dice que denuncien, lo harán, pero podremos fichar. Unas declaraciones premonitorias que tuvieron lugar un día antes de la marcha de Contra.

Es la última muestra de una política que ha llevado el Getafe desde que ascendió a Primera División, una categoría que, como reconocen orgullosamente sus aficionados, nunca han perdido.

Contratos asfixiantes

La estrategia azulona ha consistido en atraer a gente joven o a jugadores sin contrato para evitar pagar altas cláusulas. Cuando estos futbolistas terminaban de despuntar en el Coliseum Alfonso Pérez eran vendidos tratando de sacar un beneficio económico. Donde no ha ahorrado el equipo ha sido en las fichas de sus jugadores en plantilla, sirva como muestra un botón murciano llamado Pedro León.

Esta táctica, sin debate en el ámbito deportivo, que ha permitido al Getafe mantenerse en Primera División desde hace más de diez temporadas, económicamente para la entidad ha sido un fracaso.

Los altos contratos, sumados al riesgo de que la gente joven pudiese no destacar o quedarse por el camino han llevado al club a una situación en la que necesitan deshacerse de jugadores, ya no solo para fichar, sino para poder saldar sus deudas.

Seguramente el ejemplo paradigmático sea el de Óscar Ustari. Fichado en 2007 por ocho millones de euros desde el Boca Juniors, montante récord para un portero en el campeonato argentino, el jovencísimo jugador nunca llegó a cumplir las expectativas, tanto por rendimiento como por lesiones. Finalmente el equipo decidió rescindir su contrato cinco años después.

El Getafe, situado ahora en una cómoda mitad de tabla, afronta la temporada 2014-2015 sabiendo que está vigilado muy de cerca por Hacienda. Superado su límite salarial, la operación salida ha comenzado en la entidad madrileña, pero resulta complicado vislumbrar cuándo comenzará la operación retorno.

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