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Las claves del día: el «silencio» de Sánchez
El Atlético mira atrás
JORNADA 25

El Atlético mira atrás

Los rojiblancos, excesivamente conservadores, sacan un punto ante un Sevilla que mereció más

ÁLVARO VILCHES

Domingo, 1 de marzo 2015, 00:17

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El Atlético de Madrid llegaba al Sánchez Pizjuán con el objetivo de saquear el territorio donde nadie ha podido ganar aún en Liga. Los rojiblancos podían lograr una victoria de mucho valor en la capital andaluza que les permitiera mantenerse en la lucha por reeditar el trofeo liguero. Enfrente, el conjunto que dirige Unai Emery buscaba afianzarse en los puestos que dan acceso a Europa y romper, de paso, la maldición del técnico vasco contra los tres grandes.

Se esperaba un partido de lucha, con altas dosis de esa intensidad tan socorrida cuando se habla de equipos broncos y que no temen ir al choque. El once del Atlético de Madrid, desde luego, acrecentó esa previsión. El entrenador argentino prescindió de Mandzukic y Koke y apostó por un centro del campo formado por Gabi, Tiago, Mario Suárez y Raúl García.

Ambos equipos salieron al tanteo, midiendo cada acción y estudiando al rival. Las escasas muestras de calidad quedaban para los jugadores más técnicos (Banega, Vitolo, Griezmann o Arda) que veían cómo sus acciones se perdían entre la maraña de rivales dedicados enteramente a la destrucción. Tras un primer cuatro de hora en el que lo más bello que se vio en el Sánchez Pizjuán fue la afición local cantando al unísono el himno de El Arrebato, el Sevilla decidió dar un paso al frente. Bacca, por partida doble, y Tiago, al desviar hacia su portería un centro de Aleix Vidal, probaron a un inédito hasta entonces Moyá.

Con Simeone dando órdenes desde la banda, el Atlético trató de tomar el control del partido, pero el equipo estaba tan replegado que pocos jugadores llegaban a tiempo para acompañar a un solitario Griezmann en la punta de ataque. Finalmente, los esfuerzos de un omnipresente Banega echaron de nuevo atrás a los colchoneros. Precisamente, de las botas del argentino nació la mejor ocasión de la primera parte. En el minuto 27, el rosarino colgó un balón medido al corazón del área que Iborra envió al poste tras superar al guardameta rojiblanco. El aviso metió en el susto en el cuerpo de los del Cholo, que optaron por encerrarse en su propio campo y esperar alguna posibilidad de contra que no se dio antes del descanso.

Más intensidad

Sin cambios al comienzo de la segunda parte, los dos conjuntos solo crecieron en agresividad, el fútbol seguía apareciendo esporádicamente, como un visitante inesperado. Los diez primeros minutos tras la reanudación se saldaron con cuatro tarjetas amarillas y ninguna ocasión. De una de estas faltas surgió la primera oportunidad de gol en esta mitad. En homenaje al primer tiempo, Banega colgó la pelota para que Iborra cabeceara a las manos de Moyá.

El Cholo buscó apretar un poco más arriba a los andaluces y dio entrada a Koke, que reaparecía tras una lesión muscular, y a Fernando Torres. El fuenlabreño, más por voluntad que por fútbol, generó dos de las ocasiones más claras de los visitantes. El Niño presionó a los centrales locales y provocó dos errores que, primero Griezmann y luego el propio Torres, no supieron aprovechar.

Emery trató de contrarrestar este arreón del Atleti dando minutos a Reyes. El internacional español tomó el mandó del ataque hispalense ante la desaparición de Bacca y Banega, que sufrierón un bajón físico en la segunda parte. El colombiano reclamó penalti tras una internada en el área rojiblanca que el portero colchonero cortó con una entrada que mandó el balón a córner, aunque Clos Gómez no vio nada punible en la acción.

El partido comenzaba a extinguirse y los dos entrenadores apostaron por cambiar a sus respectivos delanteros, pero ni Gameiro ni Mandzukic lograron reanimar un encuentro que se diluía viendo cómo los dos equipos empezaban a dar bueno el empate. Una última oportunidad de Vitolo, desde la frontal, se marchó lejos del marco de Moyá dando por terminado el partido. Ambos conjuntos salieron del Pizjuán con una sensación agridulce: el Sevilla pensando que podía haber sacado un botín mayor, y el Atleti consciente de que, para seguir en la lucha por la Liga, debe arriesgar más en partidos como éste.

Tras la jornada 25, los de Emery mantienen inexpugnable su estadio y siguen siendo el único equipo que aún no conoce la derrota en casa. En el lado negativo, el técnico guipuzcoano extiende su mala racha contra Atlético, Real Madrid y Barcelona, a los que no ha sido capaz de ganar en los 13 enfrentamientos directos en Liga que ha disputado desde que llegó al Sánchez Pizjuán en enero de 2013. Los colchoneros, por su parte, logran un empate fuera de casa que además les permite asegurar el goal average particular contra un rival directo por la Champions. Simeone ve el vaso medio vacío si mira hacia arriba en la clasificación, a los puestos de lucha por la Liga que se sitúan más alejados y que hacen que el Atlético mire cada vez más de reojo a sus inmediatos perseguidores.

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