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Los jugadores del Atlético celebran uno de los goles.
Griezmann guía al Atlético en Sevilla
jornada 2

Griezmann guía al Atlético en Sevilla

Koke, Gabi y Jackson Martínez firmaron los goles de una victoria en la que el francés fue el gran protagonista

Javier Varela

Domingo, 30 de agosto 2015, 01:10

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Antoine Griezmann decidió desde el primer minuto que él iba a ser el protagonista del partido del Sánchez Pizjuán y se puso manos a la obra. El jugador francés, en modo todocampista, presionaba, luchaba, defendía, asistía, ponía los toques de calidad con dos caños consecutivos a Rami y Banega- y asistía. Así llegó el primer gol del partido. Griezmann luchó un balón con Krychowiak y, desde el suelo, fue capaz de dar una asistencia a Koke que no desaprovechó para poner por delante al Atlético. El canterano que dedicó el gol a Raúl García, que este lunes hará oficial su traspaso al Athletic- hacía justicia a los visto hasta entonces en el estadio sevillista, aunque las mejores ocasiones habían sido para el conjunto de Unai Emery, pero Oblak resolvió de forma extraordinaria.

El partido había arrancado con mucho ritmo, mucha presión de ambos equipos y apenas centro del campo. Entonces apareció Óliver Torres para bajar el balón y poner la pausa y el fútbol en el Atlético y en un partido en el que primaba la intensidad y en el que apenas había respiro. En el Sevilla poco se vio a Fernando Llorente, que dejó detalles de lo que mejor sabe hacer: bajar balones con el pecho, de espaldas a la portería. Sin embargo, su entrada en el once hizo que el Sevilla cambiara la posición de Vitolo y Reyes sus extremos- que con la llegada del delantero ya no juegan a banda cambiada, ya que tienen una referencia a la que ponerle balones desde la banda. El Sevilla, que focalizaba su juego ofensivo en la banda derecha de Vitolo, aparecía con cuentagotas en el área de Oblak, fundamentalmente, por la presión arriba del Atlético, con Griezmann como punta de lanza y un Juanfran que volvió a ser un puñal por la banda derecha. Con el marcador a favor, el Atlético siguió buscando la portería de un Beto inseguro, que despejaba un remate de Griezmann, que seguía on fire.

Tanto, que en la primera jugada de la segunda parte vio amarilla por una entrada a Iborra y un minuto después simuló un penalti que pudo costarle la segunda amarilla y la expulsión. Un error del francés que hubiera tirado por tierra todo lo conseguido en una primeros 45 minutos espectaculares. El Sevilla tocó a rebato y decidió volcarse en el área del Atlético, que a la contra tuvo un par de salidas que primero Torres y luego Griezmann echaron por tierra por un mal control y un mal pase. Eran los mejores minutos de los de Unai Emery, que con más corazón que juego, metía a los de Simeone delante de la portería de un Oblak que volvió a ser un muro. Fernando Llorente tuvo el empate, pero su balón se fue pegado al palo ante la desesperación de la grada, que veía cómo su equipo tenía embotellado a un Atlético, que parecía conformarse con esperar algún zarpazo de sus hombres de arriba que sentenciara el partido.

Algo que logró con la pizarra del Cholo. Esa que tantos puntos le ha dado y que tantas victoria le ha permitido sumar al Atlético. El técnico argentino quitaba a Fernando Torres para dar paso a Jackson Martínez justo antes de que sacaran una falta que parecía intrascendente en el centro del campo. Mientras el colombiano cabalgaba a su posición, Gabi, el más listo de la clase, sacaba rápido esa falta para mandar un zapatazo desde 40 metros que se colaba en la portería de Beto, que pudo hacer algo más, tras tocar en la espalda de Krychowiak. Si en la primera parte el gol de Koke hacía justicia a lo visto en el campo, el tanto del capitán que también dedicó a Raúl García- parecía demasiado premio para los rojiblancos. Pero en el fútbol manda la pegada y este domingo la tuvo el Atlético.

Un ejemplo de ello llegó en el tercer gol del Atlético. Jackson Martínez hizo una pared con Griezmann, otra vez el francés, y se sacó un latigazo a un metro del área que Beto vio pasar inmóvil ante la indignación de la grada del Sánchez Pizjuán, que veía cómo su equipo encajaba una derrota tan dolorosa, como excesiva. Pero todavía pudo ser peor, pero el zurdazo de Griezmann que merecía haber marcado- en el tiempo de prolongación se estrelló en la escuadra de un Beto, que a buen seguro será el protagonista de las próximas dos semanas en la ciudad hispalense.

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