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El Barça celebrando un gol
El Barça está a dos suspiros del título
JORNADA 36

El Barça está a dos suspiros del título

Los culés logran la victoria (0-2) en el Benito Villamarín, con goles de Rakitic y Luis Suárez

Cristian Reino

Sábado, 30 de abril 2016, 02:08

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Tras derrotar al Betis, gracias a los goles de Rakitic y Suárez en la segunda mitad, el Barça se acerca al título de Liga. Pero al cuadro catalán aún le quedan dos pruebas muy complicadas. La primera, el derbi, bajo el fantasma del 'Tamudazo' de hace nueve años; y la segunda, una visita a Granada, con el equipo local jugándose el descenso. Alta tensión para un final de campeonato de infarto y en el que los tres aspirantes no pinchan.

Espanyol y Granada separan a los líderes de la gloria al fracaso. En los días de vino y rosas, cuando el Barça lo ganaba todo y llevaba 10 y 12 puntos a sus perseguidores, Piqué lanzó una frase, que a su equipo se le ha vuelto en contra. «La Liga solo la podemos perder nosotros», dijo. Casi profética, cada vez que los blaugranas saltan al campo recuerdan la frase del central barcelonés. La Liga se les está haciendo eterna y se nota en su juego, cada vez más anodino y previsible. El equipo catalán fue mejor y mereció la victoria, aunque el Betis jugó con diez durante una hora, lo que fue determinante para el desenlace del partido.

A pesar de las victorias del Atlético y del Madrid, el Barça no salió en tromba. Los hombres de Luis Enrique acostumbran a buscar la victoria desde el pitido inicial y sin embargo ante los béticos se lo tomaron con mucha más pausa. De hecho, en la primera mitad, no parecía que los azulgrana se estuvieran jugando la Liga. Su puesta en escena fue más bien plana: el balón no circulaba con velocidad, nadie se la jugaba en el uno contra uno y los laterales no desbordaban con alegría. El tridente estaba muy estático y no abría huecos, le faltaba chispa y decisión.

A partir de la media hora, en cualquier caso, el panorama empezó a cambiar. Neymar firmó la primera llegada con un cierto peligro e Iniesta y Messi, uno a cada lado, empezaron a tirar de galones. Hasta aquí hemos llegado, vinieron a decir. Tocaba espabilarse ante un cuadro verdiblanco ya salvado, excesivamente fogoso, demasiado pendiente del colegiado y algo contagiado por el ambiente hostil del público.

La tímida reacción blaugrana se vio reforzada en el 34 con la expulsión de Westermann. El central alemán hizo dos faltas y se fue justamente a la caseta con una hora por delante de partido. Merino tuvo que mover su dibujo: Bruno pasó al centro de la defensa y Cejudo se retrasó al lateral. Al Barça se le encendió la bombilla. Por primera vez vio la luz.

Tras la reanudación, Luis Enrique varió el esquema, porque la Liga estaba en peligro. La inferioridad numérica del Betis permitió a Alves situarse casi de extremo, lo que liberó a Messi de la banda y le dio plenos poderes para moverse a su antojo. El argentino permutó hacia el centro, ganó en visibilidad, entró más en contacto con el balón y desde allí su juego fue más decisivo.

 Aun así, la victoria azulgrana empezó a cimentarse por un regalo local. Adán y Pezzella no se coordinaron en un centro lateral, a pesar de que el portero pidió la pelota, y entre uno y otro se molestaron y dejaron a Rakitic el gol a placer. El Barcelona se quitó un peso de encima nada más empezar la segunda parte y ganó en tranquilidad. Luis Enrique obligó a los suyos a incrementar la presión, para ahogar la salida de balón andaluza, y la segunda parte fue mucho más cómoda para los blaugrana, más metidos en el partido, sabiendo lo que tenían que hacer y con más clarividencia.

El Betis apenas asomó la meta de Bravo, que acabó lesionado. Casi al final, en el 80, Messi firmó un pase perfecto para que Suárez pusiera la puntilla. El charrúa, que no estaba teniendo su noche, no perdonó y se aleja en la lucha por el 'Pichichi', aprovechando la baja de Ronaldo.

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