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Rodrigo, disparando a puerta.

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Rodrigo, disparando a puerta.
Jornada 13

El Barça evita su primer borrón de la Liga

El líder y el aspirante siguen invictos tras igualar en un duelo marcado por el claro gol de Messi que no subió al marcador

JESÚS BALLESTEROS

Domingo, 26 de noviembre 2017, 08:36

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El Barcelona emitió un comunicado oficial el 5 de julio para anunciar «un acuerdo por la renovación del contrato de Leo Messi hasta 2021 que se formalizará en las próximas semanas». Las semanas han acabado siendo 20, y unos días, pero finalmente el club ha exhibido al mundo la fotografía más buscada: el delantero argentino firmando al lado de Josep Maria Bartomeu. Llegó al club con 13 años y tendrá 34 cuando cumpla su nuevo vínculo. Si el PSG de turno, o el Manchester City, o el nuevo rico que aparezca en el universo futbolístico, quiere repetir una maniobra como la de Neymar (222 millones costaba su cláusula), tendrá que pagar 700 millones, lo único que cambia respecto a aquel avance veraniego, cuando se filtró que la cláusula pasaba de 250 a 300. Está claro viendo lo que pasó con Neymar que 300 millones ya no intimidaban a nadie.

El presidente del club siempre ha defendido que el padre del jugador, Jorge, con poderes para ello, ya había rubricado el documento hace mucho tiempo hasta el punto de que el jugador ya estaba cobrando esta temporada en función a su nuevo contrato hasta 2021. Pero no había fotografía con Messi, algo que alimentaba todas las sospechas posibles a poco más de un mes de que pudiera negociar con cualquier club, pues su antiguo contrato acababa en 2018. Que si estaba descontento porque el equipo había perdido calidad, que si estaba esperando a ver qué ocurría políticamente en Catalunya…

Por fin se acabó el suspense y llegó la firma protocolaria 4.788 días después de debutar con el primer equipo, de marcar 523 goles en 602 partidos oficiales y de ganar 30 títulos colectivos, además de 5 Balones de Oro, 4 Botas de Oro y 4 Pichichis, entre otras distinciones individuales. Como presumió el Barça con una frase que es el lema de la renovación, la historia continúa.

Y el siguiente paso de la historia es la visita del Barça al Valencia, con Messi de titular en Mestalla tras reponer fuerzas en Turín con una suplencia sorprendente ante la Juventus, pero bien aceptada por el ‘10’ como un descanso necesario. Todo lo que rodea al delantero argentino, que el viernes recogió la Bota de Oro 2016-17, ha desplazado la atención, por lo menos en Barcelona, respecto a donde debía estar centrada: en el partidazo entre el líder y el segundo clasificado, entre el equipo que más puntos lleva y el que se lleva todos los elogios por su fútbol.

En agosto, con el Barça bailado por el Real Madrid en la Supercopa de España, deprimido tras la marcha de Neymar, y el Valencia iniciando la reconstrucción tras una etapa muy oscura, nadie podía intuir que esta jornada 13 los dos equipos iban a mandar en la Liga. Sin duda, una gran mérito de dos entrenadores como Ernesto Valverde y Marcelino García Toral, quien reconoce que «no haber ganado al Barça en mi trayectoria como entrenador es una espina muy grande, me ha tocado medirme al mejor Barça, es decir, a uno de los mejores equipos del mundo, pero cada partido es una nueva oportunidad. Podemos y queremos ganar».

Sin Piqué y Mascherano

El Barça tiene la importante baja por sanción de Piqué, un problema para Valverde porque se une a la ausencia por lesión de Mascherano. A Valverde sólo le quedan dos centrales, los dos zurdos, el francés Umtiti, que jugaría por el perfil diestro, y el belga Vermaelen, un jugador que juega más con su selección que como azulgrana (un partido de Copa) y cuyo rendimiento es una incógnita por su encadenación de lesiones musculares, aunque no se duda de su calidad. Fue capitán del Arsenal y estará en el Mundial de Rusia 2018. Además, tampoco jugarán los lesionados Sergi Roberto, André Gomes, Dembélé y Rafinha. La duda, como siempre, es el acompañante de Messi y Suárez en ataque. Alcácer, que vuelve a casa, ha brillado en los dos últimos partidos de Liga, Deulofeu tiene opciones, pero Paulinho podría entrar para reforzar el centro dl campo en un descarado 4-4-2.

El Valencia no podrá contar por una pubalgia con otro central como Jeison Murillo, que estaba siendo titular y podía ser un jugador importante para frenar a Messi. «No tengo la clave para anular a Messi, nadie lo ha conseguido nunca», reconoce Marcelino, que alineará a Garay o Vezo como acompañante de Gabriel en el eje de la zaga.

El partido también estará marcado por el fallecimiento de Jaume Ortí a los 70 años tras una grave enfermedad. Fue el presidente del Valencia entre 2001 y 2004, la última etapa dorada del Valencia, con dos Ligas conquistadas, una UEFA y una Supercopa de Europa. El club le rendirá un homenaje en los prolegómenos.

En un partido con dos mitades tan diferenciadas, lo lógico era que el empate fuera el resultado final. El duelo entre el primero y el segundo acabó en tablas dejando un grosero error de los colegiados en el gol anulado a Messi, pero la sensación de que costará ver la primera derrota del Barcelona en esta Liga y la confirmación de que el Valencia está tan de vuelta que será difícil desbancarlo de la zona Champions.

Todos habían marcado en rojo el partido entre los mejores clasificados de nuestra Liga. El Valencia porque llegaba al choque convencido de poder meterle mano al líder, los de Valverde sabían que podían dar un golpe en la mesa, mientras que los rivales de ambos (Madrid y Atlético) esperando el tropiezo también del cuadro azulgrana o un empate como mal menor. Un resultado éste, el 1-1, que dejó como grandes favorecidos a los dos equipos de la capital española que sí resolvieron sus envites del fin de semana.

Que el Barcelona no ha venido jugando bien pese a los resultados es tan cierto como la capacidad que ha mostrado para sumar puntos de tres en tres. Mentalizados de que si alguien podía infligir la primera derrota a los culés era el Valencia, salieron los jugadores de Marcelino, pero se encontraron con el Barcelona más parecido al gran Barça que se había visto hasta la fecha. Al menos, hasta el descanso.

Y es que nunca los dos tiempos reglamentarios marcaron tanto las dos versiones del partido que se vio entre Valencia y Barcelona. Éste, fue dueño y señor del balón hasta el parón. Además, comprometido con la presión al rival como en los mejores tiempos de Guardiola. Dominó el duelo en todo momento y sólo el el trío arbitral le privó de adelantarse en el marcador antes.

Valencia

Neto, Montoya, Paulista, Garay (Vezo, min. 85), Gayá, Soler (Santi Mina, min. 89), Parejo, Kondogbia, Guedes, Rodrigo (Andreas Pereira, min. 81) y Zaza.

1

-

1

Barcelona

Ter Stegen, Semedo (Aleix Vidal, min. 80), Vermaelen, Umtiti, Jordi Alba, Busquets, Rakitic (Deulofeu, min. 68), Iniesta (Denis Suárez, min. 72), Paulinho, Messi y Luis Suárez.

  • Árbitro: Iglesias Villanueva (gallego). Amonestó a Kondogbia, Paulista, Rodrigo, Andreas Pereira.

  • Goles: 1-0. Rodrigo. min. 60. 1-1. Jordi Alba. min. 82.

  • Incidencias: Estadio de Mestalla. 50.000 espectadores. El Barcelona saltó al césped con una camiseta en la que se leía un mensaje de ánimo a Berizzo. Se guardó un minuto de silencio por el que fuera presidente del Valencia, Jaime Ortiz, fallecido.

Nada tuvo que hacer Ter Stegen hasta el descanso. Todo el peligro se cocinaba en el otro área. Neto sería tanto o más protagonista como los árbitros. Sacaría dos buenos balones a Paulinho y Suárez, pero un error incomprensible terminaría generando la jugada polémica del choque. Un tiro de Messi se le escapaba al cancerbero local y el balón entraba claramente. Lo vio todo Mestalla, menos los encargados de marcar el centro del campo. De hecho, el Valencia casi marca mientras los jugadores del Barcelona celebraban un gol que no terminaba subiendo al marcador.

Tan grosero como evidente fue el error arbitral que Messi no tuvo más que salir riendo del campo al descanso. Quizás sabedor de que sería capaz de cerrar el partido en la segunda mitad, visto lo visto en el primero de los tiempos.

Y es que entendió el Barcelona que el partido trascendía más allá de los tres puntos en juego en Mestalla.

El Valencia resolutivo y valiente que se ha visto hasta la fecha y que le ha permitido ser el segundo clasificado en la Liga sólo apareció en el segundo acto. Salió timorato, metido atrás, lo apostaba todo a una contra o una rápida transición que pudiera descolocar al líder. Marcelino, desde la grada, veía como su equipo se achicaba ante la visita del Barça.

Al menos, hasta que se dio cuenta de que el camino si de dar la sorpresa se trataba era el opuesto. Se pareció más al Valencia de toda la temporada tras la reanudación. Extrañó sobre manera que el equipo valencianista tardara toda una primera mitad en reaccionar viendo cómo había calentado su afición el choque.

El ambiente en los aledaños de Mestalla superó al de las mejores citas y una marea humana inundó la calle para hacerles ver a los suyos que era la noche para demostrar de una vez por todas que el Valencia estaba de vuelta.

Logró el Valencia convertir el partido en un choque de ida y vuelta, donde el Barcelona carecía ya del control de los primeros 45 minutos. En ese fútbol se desenvuelve mejor el equipo local. Tanto que volteó por completo el duelo. Ter Stegen evitaba el gol de Guedes a los pocos minutos, pero una combinación del propio jugador portugués, Gayá y Rodrigo permitió que el Valencia se adelantara en el partido.

Tal fue la liberación del equipo ché con el gol que se permitió el lujo de robarle el cuero al Barça y asumir todo el peso atacante en el partido. Lo que antes era control y criterio, había degenerado en imprecisiones y falta de ideas. La portería de Neto se antojaba ahora lejana, aunque el Barça había dado sobradas muestras esta temporada de que es capaz de sacar rédito incluso en sus peores momentos tal y como terminaría sucediendo. Los cambios impuestos por Valverde y la lesión de Garay tuvieron también su peso en el marcador final.

Messi y Jordi Alba se alternaron los papeles para hacer uno de los goles de la jornada. El argentino daba una asistencia mágica al lateral que empalaba a la primera para batir a Neto. Pese al tanto, no habría paz para ninguna de las dos escuadras y los estertores del choque originarían una serie de ocasiones que bien pudieron decantar el resultado final para cualquiera de ellos.

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