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Las sombras de Argentina

Las sombras de Argentina

No sólo Messi no es Messi con su selección, tampoco sus mejores compañeros rinden a su nivel

Jon Agiriano

Enviado especial a Krasnodar

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Viernes, 22 de junio 2018, 17:55

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El fútbol se vive de tal manera en Argentina que los grandes fracasos de su selección son un espectáculo mucho mayor que sus gestas. Ni comparación. Creo que esto podrían reconocerlo hasta los propios periodistas y aficionados que siguen a la albiceleste. La bronca que se ha montado tras el 0-3 ante Croacia ha tenido proporciones colosales, como era de esperar. Lo raro es que ningún plató de televisión haya ardido después de que un tertuliano en busca de fama y reconocimiento le diera fuego mientras se emitían las repeticiones de los goles croatas o el fallo de Caballero. Viendo cómo les arrastraba el tsunami de la indignación nacional, uno no podía dejar de apiadarse un poco de los jugadores argentinos y hasta del peculiar Sampaoli, al que imaginábamos llamando a casa para que esa misma noche la familia saliera pitando al exilio.

Entiendo que un país tan futbolero sienta que la decepción le consume por dentro y viva un auténtico drama ante la perspectiva de que su selección caiga en una fase de grupos en la que tenía como rivales a Croacia, Islandia y Nigeria. Lo que no entiendo es que los argentinos no sean capaces de explicarse por qué la albiceleste ofrece un nivel tan bajo y Messi se deprime en ella hasta parecer una triste sombra de lo que es en el Barça. Y es que la explicación es muy sencilla. A Argentina le faltan dos cosas esenciales. Por un lado, mejores jugadores en el centro del campo y en la defensa. Lo dice todo que Mascherano, ya en su retiro de la liga china, siga ejerciendo de jefecito. Por otro lado, un estilo definido, una manera de jugar y de explotar sus virtudes que ayude a compensar su falta de calidad en zonas esenciales.

Argentina juega mal porque, realmente, no sabe a qué juega. Y esta indefinición absoluta resulta tóxica. Acaba envenenando a sus buenos jugadores, desnaturalizándoles, sumiéndoles en una especie de maleficio que les impide expresarse como son. Porque se habla mucho de Messi, el supuesto culpable de todo. ¿Y los demás? ¿Acaso el 'Kun' Agüero, Di María, Higuaín, Dybala y Banega, que ni juega, no son también una sombra de lo que son en sus equipos?

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