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Sábado, 26 de mayo 2018, 00:08
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Es una ermita modesta, discreta y acogedora. Un pequeño rincón alejado del bullicio cotidiano que se llenó de recuerdos en rojo y blanco, y que irradió sentimientos sportinguistas hasta alcanzar todos sus recovecos. La capilla de La Providencia fue el lugar elegido para celebrar ayer un emotivo homenaje en recuerdo de Quini. Se trató de un acto que reunió a un centenar de personas, todos amigos de 'El Brujo', fallecido el pasado 27 de febrero.
El capellán del Sporting, Fernando Fueyo, ofició ataviado con una bufanda rojiblanca la ceremonia, que comenzó con rigurosa puntualidad, a las ocho de la tarde, y que se prolongó durante algo más de una hora. Tras el pregón, se realizó una ofrenda floral a la Virgen de La Providencia y el artista candasín Pipo Prendes entonó una serie de canciones, entre las que se encontraba la entrañable 'Ahora Quini, ahora'.
El homenaje, que tuvo detrás a la figura del popular aficionado Sergio Puente, estuvo cargado de anécdotas, y todas, o casi todas, giraban en torno a la figura de Quini, un hombre capaz de estrechar lazos de amistad con todos aquellos con los que se cruzaba a lo largo de su vida.
Al acto acudió un docena de veteranos exfutbolistas, entre los que se encontraban Churruca, Medina, Joaquín, Redondo, Montes, Cundi, Ciriaco, Juanele y Luismi, por citar tan solo algunos nombres. Como representante del Sporting acudió el consejero Fernando Losada, y en nombre de la Federación de Peñas Sportinguistas acudió su presidente, Jorge Guerrero.
También se proyectó un vídeo con las imágenes y acciones más recordadas del eterno '9' sportinguista. Pero no fue el único recuerdo gráfico de Quini. Todo lo contrario, la capilla estaba decorada con más de un centenar de fotografías -varias de ellas, inéditas-, tanto en blanco y negro como en color, y también caricaturas de 'El Brujo'. En algunas de ellas se le veía con un paraguas, o con su mujer, Mari Nieves, o jugando al fútbol en la playa de San Lorenzo, o con un trozo de césped de El Molinón. Además, a la entrada, un gran cartel con la imagen de Quini invitaba a entrar. Junto a él, otro letrero indicaba que allí estaban «los auténticos amigos» del '9' del Sporting.
Fuera, en la calle, llovía, pero dentro de la ermita el ambiente era muy agradable. Los presentes también se llevaron como recuerdo una pequeña réplica del cuadro de Sebastián Tejerina. El sentimiento generalizado con el que los allí presentes homenajearon y despidieron, una vez más, a Quini, fue el de que tocaba decir adiós a un hombre que fue «amigo de todos, algo que parecía imposible». Aunque por algo él era 'El Brujo'.
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