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Cástor Fantoba, Campeón de Europa de Vuelo Acrobático
Trabajando entre cuchillos, rizos, toneles y barrenas
vuelo acrobático

Trabajando entre cuchillos, rizos, toneles y barrenas

Entrevista con Cástor Fantoba, campeón de Europa de Vuelo Acrobático 2014

Alberto Ferreras

Domingo, 21 de septiembre 2014, 07:12

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Cástor Fantoba, uno de los tres pilotos del equipo nacional Bravo3 Repsol, acaba de ganar en Hungría el Campeonato de Europa de Vuelo Acrobático, superando a los participantes rusos y franceses. Por encima de otras consideraciones, Fantoba se considera a sí mismo "un jornalero del deporte". Nacido en Pamplona hace 48 años, este ingeniero aeronáutico apasionado de la aviación, pasa la mayor parte de su tiempo libre en el aire, trabando entre cuchillos, toneles, rizos y barrenas. Es una parte de su cometido profesional, y su herramienta laboral es un avión ruso Sukhoi Su-26M. La otra cara de su trabajo la desempeña en la compañía aérea italiana Neos, alternando los mandos de los Boeing 737 y 767, en los que transporta a pasajeros plácidamente de un aeropuerto a otro.

Hablar con Cástor es como abrir la enciclopedia de la aviación, en cualquiera de sus capítulos. Es una persona extremadamente didáctica, le gusta enseñar y de que los demás disfruten de lo que les ofrece: su experiencia en vuelo. De aspecto fibroso, su proximidad con la gente que se acerca a él le mantiene permanentemente motivado, yendo y viniendo de cualquier rincón del hangar al exterior, del avión al almacén, buscando un compresor de aire, una bandeja para recoger el aceite que cae del motor

Sin embargo, cuando se prepara para volar, esa hiperactividad se vuelve seria, cambia el semblante y, sin dejar de sonreír, comienza a mantener una distancia con el mundo que le rodea hasta que se pone a los mandos del Su-26M, una poderosa máquina de 400 CV de potencia y tan sólo 700 kg de peso, capaz de volar en posiciones imposibles para las leyes de la aerodinámica.

En el aire, comienza un trabajo preparado a conciencia durante meses junto a sus compañeros de equipo y también pilotos de línea aérea, Juan Velarde y Anselmo Gámez. Esa labor meticulosa le ha llevado a ganar el Campeonato de Europa Absoluto celebrado el pasado mes de agosto en Hungría, rozando la perfección en sus maniobras por delante de los equipos rusos y franceses. Como equipo, los tres españoles han conseguido la tercera plaza del Campeonato.

"Somos profesionales del vuelo acrobático. Pasamos horas y horas de entrenamiento, pensando en el vuelo. Viviendo con ello, volando todo lo que se puede, se consigue un nivel, que se acaba convirtiendo en normalidad". Eso que Cástor llama "normalidad" tiene un evidente desgaste físico que se puede comprobar viendo vídeos realizados desde el interior de avión. La sucesión de figuras acrobáticas (loopings, caídas de ala, vuelos invertidos, etc, etc) realizadas a 400 km/h, entre las denominadas fuerzas G, que provocan cambios bruscos de gravedad, se reflejan en el rostro del piloto. Pese a todo, el control del avión es total. Ello le garantiza su seguridad y su éxito.

Cástor habla de que el triunfo es una labor individual y de equipo, y matiza entre bromas que "primero me daría dos besos a mí, y después a Juan a Anselmo, a nuestro entrenador y a Alejandra, mi mujer. Somos el cogollo que hacemos que esto vaya para adelante. Después de 10 años de trabajo y de muchísimas dificultades, llegan los frutos".

A pesar de haber ganado este galardón, y de ser cinco veces Campeón de España, no se considera suficientemente reconocido. "Las palmaditas en la espalda son muy agradables pero no aportan nada. Más me gustaría que la gente disfrutara con el vuelo acrobático", afirma con rotundidad. Y añade: "la Administración no ha hecho nada. Pero lo prefiero así. Si no hacen nada por ti, no te pueden pedir nada".

Quiere alejar la imagen del vuelo acrobático de la exclusividad y élite económica. "Yo le preguntaría a la gente: ¿cúanto te has gastado en las últimas vacaciones, o cuanto te ha costado la moto que utilizas algunos fines de semana al año? En un aeroclub de referencia, una hora de vuelo acrobático, que son tres vuelos, cuesta 250 euros, con un instructor que te va a enseñar cómo manejar ese avión para manejar el avión al 100%. Es decir, unos 80 euros cada vuelo. Evidentemente, si luego se quiere avanzar, se tiene que hacer lo que hemos hecho todos: invertir lo que tienes y lo que no tienes".

Junto al resto de miembros del equipo, está preparando el relevo generacional, algo que en este deporte en España no tenía precedente. "Nosotros seguimos trabajando, compitiendo, nos presentaremos al Campeonato del Mundo que se celebrará en Francia el año que viene, pero para el siguiente, habrá dos nuevos pilotos que ahora van a empezar a entrenar fuerte, con un buen entrenador. Y tendremos por fin un equipo completo después de mucho tiempo".

Este piloto es reacio a reflejarse en lo que conocemos como fama. Cuando se le insinúa si él es el Fernando Alonso de la aviación, lo niega rotundamente. "No me considero nada. Me considero un jornalero del deporte. Llevo 10 años intentando conseguirlo, y se ha conseguido, junto con mis compañeros". Sin embargo, junto a sus compañeros de equipo, Fantoba es Deportista de Alto Nivel desde 2006. De ahí que se le plantee la posibilidad de verse en el futuro como galardonado con el premio Príncipe de Asturias de los Deportes. Comienza serio y tajante: "No, realmente no me veo. Para eso hay que tener una novia modelo, hay que meter muchos goles, no no me veo" reflexiona, finalmente, sonriendo.

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