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Sandra, la segunda por la izquierda, en la entrega de premios que tuvo lugar en La Felguera.
Sandra Iglesias, premio Delfos a la deportividad

Sandra Iglesias, premio Delfos a la deportividad

La jugadora de voleibol de Los Campos, fisio de profesión, recibió el galardón por ayudar a una rival a superar una lesión antes de un partido

SANTY MENOR

Jueves, 20 de noviembre 2014, 00:15

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A Sandra Iglesias Suárez (Avilés, 1981) todo esto le pilla un poco de sorpresa, pero lo cierto es que en tres años ha recibido dos premios que le llenan de orgullo. El primero fue hace dos temporadas, cuando fue nombrada por La Curtidora como jugadora más destacada del segundo equipo senior, y el segundo llegó hace escasos días, cuando recibió de manos de la Asociación Amigos del Deporte el Premio Delfos a la Deportividad, un galardón que se ganó merced a un bonito gesto que tuvo en el Campeonato de Asturias de la pasada temporada.

Corría el mes de abril y Los Campos tenía como rival por el cetro regional al filial del Grupo Covadonga, un conjunto cuya mejor jugadora se llamaba Ángela. En el equipo corverano sabían que estaba tocada y que quizá no pudiese disputar el encuentro decisivo, pero finalmente quiso forzar y, antes de comenzar el choque se resintió de las molestias.

Conocedora de la profesión de Sandra, nuestra protagonista, acudió a ella en busca de un vendaje que le permitiera jugar. Muchas hubiesen preferido privar a su principal rival de su mejor jugadora para intentar alzarse con el Campeonato de Asturias, pero la avilesina no es así y prefirió ayudar a una Ángela que finalmente pudo jugar y fue la mejor jugadora de una final que, como se esperaba, consiguió el Grupo Covadonga.

«Antes que la competición están las personas, y no me lo pensé dos veces. Accedí encantada y lo volvería a hacer», reconoce la jugadora de Los Campos, que esta temporada ha dejado de jugar para dar a luz a su segundo hijo. Sandra nunca imaginó que esa «pequeña» acción derivase en un premio, pero sí recuerda que «cuando volví al colegio después de la final, vi la foto colgada en una pared y recibí el agradecimiento y la enhorabuena de todo el mundo. Me sorprendió, la verdad, porque para mi fue un gesto natural».

Dilatada trayectoria

Pero este galardón, que tiene como principal objeto valorar el 'fair play' dentro del deporte, también premia en cierto modo la carrera de una Sandra Iglesias que es una de las mejores jugadoras asturianas de voleibol de las últimas dos décadas. Comenzó a golpear el balón en 1992, a los once años de edad, y desde entonces ha jugado en Los Campos, La Calzada y La Curtidora, con experiencia en Superliga 2, entonces llamada Liga FEV, y con un ascenso a Superliga Femenina a sus espaldas, aunque «por motivos de estudio» no pudo debutar en la máxima categoría del voleibol nacional.

«Sé que era una gran oportunidad, pero ya el año de Liga FEV sufrí mucho, apenas tenía tiempo para nada y decidí bajar un escalón. Jugué en Los Campos dos temporadas en Primera y después lo dejé cinco años, para regresar a las canchas en 2009 y hasta hoy... que he tenido que parar esta temporada, pero no descarto volver la próxima, aunque dos niños no sean lo mismo que uno», explica.

Sandra juega de atacante-receptora, mide 1,66 y llegó a ser convocada por todas las categorías de la selección asturiana, desde infantiles hasta junior. Su último éxito fue el subcampeonato de Asturias con Los Campos, un equipo que «está haciendo las cosas bien y quizá dentro de unos años pueda volver a jugar en Primera. Hay que cuidar la cantera».

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