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Los jugadores españoles se lamentan tras la derrota.
España pierde el bronce por cabezota
MUNDIAL 2015

España pierde el bronce por cabezota

La obsesión por atacar por el centro facilitó la defensa a Polonia, que ganó la medalla en la prórroga

MIGUEL A. PINDADO

Domingo, 1 de febrero 2015, 00:09

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Ni el bronce. España regresará de Catar con las manos en los bolsillos y sin medalla. El equipo de Manolo Cadenas, que tenía todo a su favor para estar en la foto del podio, se vio apartado de los metales por su terquedad a la hora de jugar el ataque y la falta de cintura del técnico para buscar otras soluciones. Mientras en defensa los Hispanos volvieron a hacer un gran partido, fue en al aspecto ofensivo donde España volvió a caer en los mismos errores que sufrió ante Francia, por la obsesión por atacar por el centro, de buscar el dos para dos con Julen Aguinagalde en el centro, donde el rival amontona sus jugadores y le es más fácil evitar el pase o el lanzamiento. De esta forma, España desperdició más de 20 minutos de partido y finalmente cayó derrotada en la prórroga.

El cuarto puesto sería, en otras ocasiones, un aceptable resultado, pero habiendo tenido la lucha por el oro al alcance de la mano, y después de perder por méritos propios el bronce, la medalla de chocolate se antoja como un fracaso de la selección española, a la que se le debe exigir, en estas circunstancias, mucho más. Y ellos mismos, los Hispanos, serán conscientes de la gran oportunidad que han desperdiciado.

Una selección que defendía el entorchado de campeona del mundo debería tener algún plan B, otra fórmula de juego, otros mimbres y esquemas con los que afrontar defensas expeditivas en el centro. Cañellas, que sin duda logró un gol fundamental ante Dinamarca, se vuelve muy previsible en su ataque, percutiendo una y otra vez contra la defensa sin obtener réditos, ni espacios, ni pases, que luego obligan a un lanzamiento a la desesperada para evitar el pasivo. Si en la primera parte, con el ataque igualmente atascado, la salida de Chema propició el inicio de la remontada merced a la movilidad del propio central y la mayor velocidad de circulación del balón, no se entiende que en el último cuarto de hora de partido y los 10 minutos de prórroga, incluidas un par de superioridades, no se utilizase al palentino para buscar una jugada que no fuese percutir contra el centro de la zaga polaca. Y es que además, cuando por circunstancias el balón llegaba a los extremos, generalmente acababa en gol. Si Cadenas conocía perfectamente a la selección polaca, ya que entrena en el Wisla Plock, también los polacos conocen perfectamente los movimientos de Julen, que juega en el Vive Kielce polaco, un club que aporta nada menos que cinco jugadores al combinado nacional cosaco. Julen anotó cuatro goles, pero sin duda alguna se perdieron muchos más balones ante tanta insistencia en buscarle como única panacea del ataque español.

España se lleva una decepción de Catar después de empezar el encuentro con la misma pájara con la que comenzó ante Francia. Un desorden total, sin entrar en el partido, con errores graves en defensa. Era como si jugar por el bronce no fuese ya un objetivo para los Hispanos. Con 3-0 Manolo Cadenas se vio obligado a parar el partido para poner orden en su equipo. Apenas se habían jugado cinco minutos y los polacos agrandaron las diferencias hasta un 5-1, ya que Rocas marcó el primer gol a los ocho minutos. La entrada de Chema propició un juego más dinámico en ataque, más coherente, moviendo el balón y obligando a los gigantes polacos a moverse, cambiar los marcajes y fallar. Y fruto del orden ofensivo también llegó el asentamiento defensivo, por lo que en el ecuador de la primera mitad fue Polonia la que paró el partido. Pero la remontada española parecía ya ineludible y al descanso se llegó con un empate (13-13).

Una vez alcanzada la velocida de crucero, España se lanzó a culminar la remontada, aunque la presencia de Cañellas junto a Chema ralentizaba la circulación del balón. Cadenas decidió sentar al palentino para dar entrada a Raúl Entrerríos (16-17, min. 38). Una superioridad permitió a los Hispanos cobrar sus primeras ventajas sustanciales (17-19, min. 42). Incluso en inferioridad, y con Chema en pista, el equipo español logró su máxima ventaja al anotar el palentino el 18-22 a falta de nueve minutos. Pero Chema desapareció de la pista y España encajó un parcial de 6-2 hasta el final de los 60 minutos, con gol de Szyba casi sobre la bocina. Dos goles en 10 minutos por al persistencia y terquedad del ataque español.

Y en la prórroga, Polonia le dio a España con su misma medicina. El pivote Syprzak, con tres goles, fue el estilete que España fue incapaz de encontrar ante la pasividad e inoperancia desde el banquillo, que vio pasar la medalla de bronce por delante de sus narices y la dejó escapar. Y España, con 30 segundos para empatar la prórroga, volvió a hacer el pardillo. Agotó 27 segundos en nada, para después Antonio García intentar una finta que evidentemente no salió porque el defensor estaba dispuesto, visto el escaso tiempo que faltaba, a comerse a quien fuera. Asi que falta y un lanzamiento sin tiempo para nada. Adiós al bronce.

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