Borrar
David Cal, emocionado, ayer, en el Ayuntamiento de Cangas de Morrazo, en el que no pudo evitar las lágrimas.
David Cal se retira entre  lágrimas «por falta de motivación»

David Cal se retira entre lágrimas «por falta de motivación»

«Es mejor dejarlo ahora que llevarme un palo», asegura el olímpico español más laureado, que se encontraba «solo» y «sin ganas» en Brasil

AMADOR GÓMEZ

Sábado, 28 de marzo 2015, 00:14

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Por encontrarse solo en Brasil, tan alejado de su familia y amigos, y por falta de ganas y motivación. Esas fueron las razones esgrimidas ayer por David Cal, el deportista olímpico español más laureado de la historia (una medalla de oro y cuatro platas) al confirmar públicamente su retirada definitiva del piragüismo, a poco más de un año de los Juegos de Río de Janeiro. «No me encontraba a gusto ni estaba motivado. Si no tienes ganas ni estás dispuesto a pagar el precio que tienes que pagar por unas medallas olímpicas no tiene sentido continuar. Es mejor dejarlo ahora que llevarme un palo deportivo», reconoció Cal en el ayuntamiento de su localidad natal, Cangas de Morrazo (Pontevedra), donde el palista gallego, emocionado, no pudo evitar las lágrimas al acordarse de los suyos.

«Me faltaban ganas y me costaba entrenar. Llevo ya muchos años en la alta competición y eso desgasta mucho. Ha sido un cúmulo de todo. Yo soy una persona bastante casera. Estaba a 8.000 kilómetros de mi casa, y no poder estar con mi gente, con mis amigos y mi familia, también me ha desgastado», reconoció David Cal.

El campeón olímpico y abanderado español en los Juegos de Pekín 2008 desmintió que uno de los motivos de su adiós prematuro, a los 32 años, haya sido un deterioro de la relación con su entrenador de siempre, Suso Morlán, quien rompió la preparación exclusiva que dedicaba al campeón olímpico, ya que en Brasil debía compartirla con otros canoístas.

«Llevo con mi entrenador 18 años y él ha tenido gran culpa de mis éxitos y tengo que agradecerle por todos los momentos buenos y malos. Con él me llevo muy bien. Algún problemilla ha habido, porque es muy exigente. En algunos momentos me he sentido solo, pero en España también me sentía solo porque no tenía compañeros ni entrenador y la intensidad de los entrenamientos no es la misma. Estás completamente solo y al final te vas desmotivando. Te das cuenta de que la intensidad va bajando y ha sido un cúmulo de cosas», insistió Cal, quien ya llevaba tiempo «dándole vueltas» a la retirada. «Si la cabeza no funciona, el cuerpo no funciona», admitió quien fue abanderado español en los Juegos de Pekín 2008.

«Trabajando mucho salen las cosas bien, y es lo que me ha faltado a mí en la última etapa. Pido disculpas por no poder completar el proyecto de Brasil que pensé que iba a ser ilusionante», lamentó. Ahora desea continuar vinculado al deporte, pero, sobre todo, lo que más ansía es recuperar el tiempo perdido con sus allegados.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios