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Jorge Moreno, con el campanu 2015, junto al Puente Romano, donde se subastó la pieza.
47 salmones para empezar

47 salmones para empezar

Todos los ríos estrenaron su registro de capturas en una temporada en la que se espera que se supere el millar

GUILLERMO F. BUERGO / ANDREA INGUANZO / ISABEL GÓMEZ / JOSÉ LUIS CALLEJA

Lunes, 27 de abril 2015, 01:01

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Las cuencas de los ríos asturianos se poblaron ayer de pescadores con la ilusión de echar a tierra el campanu, el primer salmón de la temporada en el Principado. La pieza más codiciada solo puede pescarla uno de ellos y el lance requiere suerte y rapidez para ser el primero en llegar al precinto. El campanu del año 2015, de Asturias y del Sella, lo enganchó Jorge Moreno Álvarez, vizcaíno de Leioa, en el coto de Los Llaos, una revuelta del río situada a la altura de la localidad canguesa de Triongo. El pez pesó 5,850 kilos, tuvo una longitud de 80 centímetros y 44 de perímetro, y lo anzueló a la tercera varada utilizando como señuelo una cucharilla. No fue el único porque la primera jornada de pesca con muerte en los ríos asturianos se saldó con una cifra final de 47 piezas.

La picada se produjo a las 7.18 horas, tres minutos después de la hora fijada para la apertura de la pesca. «El salmón me dio cinco buenas carreras, pero, en poco más de seis minutos, ya estaba en tierra», explicaba ayer Jorge Moreno en el centro de precintaje de El Portazgo en el momento de enterarse de que su pez de carne anaranjada era el primero de Asturias.

Cuatro minutos más tarde se presentó en El Portazgo el cangués Omar Alonso Maestro, guía del Parque Nacional de los Picos de Europa y vecino de Cangas de Onís, quien traía un salmón de 4,700 kilos enganchado en la zona libre de Ñasares, donde se había visto favorecido con el número uno en el sorteo matinal. Utilizó cebo mixto de quisquilla y meruco y con ese señuelo anzueló el pez «en la primera varada». Al no poder venderlo, aseguró que el destino del salmón será el de «compartirlo en una comida familiar».

El tercer salmón del Sella lo pescó en la zona libre de Los Vallaos Luis Manuel González Cimentada, de Vega de los Caseros, y pesaba 4,500 kilos. En su estreno, el Sella dio al finalizar la jornada 21 ejemplares.

Mientras tanto, Jorge Moreno, el afortunado pescador vizcaíno, atendía decenas de llamadas de familiares y amigos. Se retiró de la ribera del Sella en compañía de su amigo José Manuel González Iglesias, que era el titular del coto. Empezaron a echar cuentas del precio que el pez podría alcanzar en la subasta vespertina.

Los curiosos y turistas se agolpaban en el Puente Romano. Querían saber más datos de aquel afortunado pescador, desconocido para los que frecuentan las riberas del Sella. Detalló que es un habitual de la pesca en el mar, «entre Bilbao y la localidad cántabra de Ajo», y confirmó que «es el primer salmón que pesco en mi vida, una actividad a la que me dedico desde hace tres temporadas». Y matizó que había sentido «ansia, temblores y mucha ilusión, pero no del tipo normal, sino de esas que se multiplican por mil».

Ya por la tarde, una vez que se percató de que el pez que había enganchado por la mañana valía 5.500 euros y que tenía un nuevo propietario (José Manuel Mori, 'El Marqués'), detalló que «mis hijas, de cuatro y seis años, esperaban verlo en casa, pero va a resultar imposible». Eso sí, con el dinero obtenido tiene pensado «emprender un viaje a Irlanda con los tres amigos que hoy -por ayer- me acompañaban y con algunos familiares».

Mientras Jorge Moreno ofrecía estas explicaciones, debajo de los arcos del Puente Romano, el cangués José Luis Somohano enganchaba un salmón de 5,500 kilos que se convertía en el undécimo de la jornada inaugural y servía para que los más curiosos pudieran contemplar, en vivo y en directo, la captura de un bello ejemplar del rey del río. Y Javier Vega, 'el de la Pina', un ribereño de toda la vida y acompañante habitual de los turistas, aseguraba que el río «baja perfecto, con buena agua y excelente color».

Cares José Miguel Mier Rojo

El cabraliego José Miguel Mier Rojo volvió a rozar la medalla. Si el año pasado sacó el segundo salmón de Asturias en el río Cares -habiendo salido de aquellas mismas aguas el campanu mayor de 2014 minutos antes-, este año la misma cuenca permitió llevarse el título, aunque no a nivel regional. Consiguió pescar el campanu del Cares y «el primer campanu de mi vida».

A sus 32 años lleva media vida ligado a la pesca fluvial «aprendiendo de unos y de otros». Su ejemplar de este año pesó 5,1 kilos y midió 78 centímetros. Según él mismo describió, «venía clavado a tope». Se trata de un salmón «muy plateado, muy nuevo», que saltaba a tierra en el Cantu' la Cogolla, en Panes, con cebo natural. «Llegué al coto y los sitios de arriba y de abajo ya estaban ocupados, así que me decidí por el medio. En la primera varada ya parecía que había enganchado, pero creí que era un tablón. Cuando el salmón empezó a tirar ya supe que era mío el campanu».

A las 07.35 horas conseguía este cabraliego de Asiego su trofeo, pero no fue el único salmón del Cares en la mañana. Hasta siete piezas se contabilizaban en el precinto de Siejo, todas ellas capturadas entre las 7 y las 14 horas.

Desde el precinto del Cares se describía esta primera jornada de pesca del salmón con muerte como «muy buena». «Hubo mucha gente pescando desde primera hora, pero llegó la lluvia y la mayoría terminaron marchando», explicaron. Y la pregunta de la jornada era: ¿Se vendería el campanu del Cares? Se hizo. Y, además, bien vendido. Se fue para Madrid, al restaurante La Juella, propiedad de Francisco Rodríguez, que pagó 2.000 euros.

Narcea Víctor José Fernández Pérez

Amaneció lloviendo, pero, a medida que avanzaba la mañana, se fueron abriendo claros hasta que el sol iluminó el Narcea, dando a los centenares de pescadores que ayer se acercaron a sus aguas las mejores condiciones para inaugurar la temporada.

El primero en echar a tierra un ejemplar del Narcea fue Víctor José Fernández Pérez, vecino de la localidad salense de Las Gallinas. Fue en torno a las 7.40 horas, unos diez minutos después de la primera varada, en el pozo La Columna, en el puente de Cornellana. «Lo saqué en seis minutos», comentó el pescador, que utilizó merucos y quisquilla para tentar a un salmón de 4,6 kilos y 74 centímetros.

Fernández relató que el sábado se había inclinado por otro punto del río, pero al levantarse ayer decidió probar suerte en su pozo de siempre. El pálpito lo ayudó a cumplir un sueño de infancia al anotarse su primer campanu: «Nunca tuve esta sensación. Estoy muy feliz», dijo mientras recibía felicitaciones. La pieza de Fernández Pérez, que adquirió en la subasta de Cornellana José Manuel Mori, 'El Marqués', por 4.000 euros, fue la primera de una larga lista de ejemplares precintados en La Rodriga.

En el coto Carbajal, 34 pescadores participaron en el sorteo de los turnos y, en Quinzanas, 54 se apuntaron para los puestos del río y una treintena más para los del puente. Todos ellos coincidieron al resaltar que el río ofrecía una condicione «muy buenas», incluso «óptimas», para la pesca del salmón.

Esva Jovino García Fernández

Tras el Sella, Cares y Narcea, el Esva dio, a las 8.55 horas, su primer salmón de 2015. El ejemplar fue pescado a cebo natural, en el pozo La Morena del coto de Trevías, por el ribereño Jovino García Fernández, 'el de Paredes'. Pesó, en el precinto de Canero, cuatro kilos. El ejemplar fue adquirido por el Hostal Canero por un precio de 1.000 euros.

La jornada en este río se completó con una captura más a cargo del tevergano Laureano Álvarez (3,7 kilos). Los cotos y las zonas libres del río valdesano vivieron un gran ambiente en esta primer día hábil para la pesca del salmón.

Eo Enrique Castro Cabezas

El Eo fue el último en dar ayer el campanu. A las 10.45 fue su turno. Enrique Castro Cabezas, de Pontevedra, echó a tierra el primer ejemplar del río que divide Asturias y Galicia. Dio en la balanza del precinto de Xesteira un peso de 3,7 kilos y fue prendido a cucharilla.

Poco después, su hijo Enrique Castro Santos, pescó el segundo. El ejemplar está destinado para el consumo propio, pese a que no le faltaron ofertas. La jornada en el Eo se completó con cinco capturas más, que corrieron a cargo de varios ribereños de Siero y Salas. La totalidad de los cotos, tanto los compartidos con Galicia como los de Asturias registraron su ocupación.

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