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Oscar Pistorius muestra al tribunal su debilidad cuando se quita las prótesis de carbono que le han hecho millonario.
Pistorius intenta dar pena

Pistorius intenta dar pena

Camina sobre sus muñones mientras su abogado implora que no vuelva a la cárcel. Su familia intentó superar a la de su exnovia y víctima en lloros. El 6 de julio, la sentencia

A. CORBILLÓN

Jueves, 16 de junio 2016, 04:23

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La vista oral para revisar la condena de cinco años de cárcel que pesa sobre el atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius estiró hasta el paroxismo la teatralidad que cabe en un juicio, tal y como ha reflejado muchas veces el cine. La culminación de esa puesta en escena se cerró ayer con el acusado liberándose de sus piernas ortopédicas, que le hicieron acreedor del apodo de el corredor de las cuchillas, haciendo equilibrio sobre sus muñones delante del tribunal.

«No quiero exagerar su vulnerabilidad...Pero por favor ¿quién es este hombre al que quieren condenar?», declamó enfáticamente su abogado, Barry Roux. El letrado habló de un hombre «devastado» y deprimido, esclavo de los tranquilizantes después de su fugaz paso por la cárcel aunque rehabilitado. Como alternativa, la defensa propone que se le impongan trabajos para la comunidad, en especial con los niños. Detrás de Roux, Pistorius escondía la cabeza entre las manos. Su familia completaba el cuadro con sus lágrimas.

«Si en algún momento quieren ver a un hombre devastado mírenle a él», bramó el fiscal del Estado, Gerry Nel, señalando a Barry Steenkamp, padre de Reeva, la novia a la que el atleta mató a tiros al confundirla con un intruso en su casa, según su relato inicial. El fiscal insistió en una condena ejemplar, «al menos 15 años», para lanzar un mensaje claro a Sudáfrica, uno de los países con mayores índices de homicidios del mundo.

La vista oral se cerró ayer aunque mantiene a todo el país entregado más a vivir lo emotivo que lo que pueda hacer justicia. Muy cerca unos de otros, los Pistorius y los Steenkamp llenaron la sala del Tribunal Superior de Pretoria de lloriqueos. El 6 de julio se sabrá quién ha influido más en la magistrada Thokozile Masipa.

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