Alonso arranca el nuevo McLaren

Fernando Alonso miraba, una a una, anoche, en su hotel de Barcelona, las hojas de un informe tras los primeros kilómetros y comprobaciones realizados con el nuevo McLaren MCL32 con la excusa del llamado 'filming day', el que todas las escuderías aprovechan para hacer debutar sus nuevas máquinas, en este caso, un día antes de que la pretemporada del Mundial de F-1 2017 levante el telón en Montmeló.

Datos que descubren el estado real del monoplaza naranja creado en las entrañas de factoría de Woking. En esta actividad hay en juego muchos factores y que saber calcular con bastante exactitud dónde se hacen las apuestas porque el éxito y el hundimiento sólo están separados por un débil hilo.

Los ingenieros de McLaren se han pasado más de medio año estrujándose los sesos para adaptar el monoplaza a la nueva normativa y, sobre todo, hacerlo competitivo. Es verdad que todo será una incógnita hasta que se dispute el día 26 de marzo la primera carrera en Australia. Hacer pronósticos es muy complicado, pero algunas cosas se adivinan de antemano. Podría decirse que, sobre el papel, el MCL32 podría funcionar.

Muchas son las expectativas depositadas sobre el nuevo monoplaza. Por eso, cada kilómetro resulta vital. Y Fernando Alonso no quiso esperar más y tiró del 'filming day' para sacar el primer rendimiento a la máquina naranja. Apenas dos días después de desvelar el nuevo diseño y colores del monoplaza, el asturiano se puso ayer al volante en Montmeló. Dio 25 vueltas y lo más importante, aún sin conocer los tiempos al tratarse de una jornada de carácter promocional, fue que las primeras impresiones fueron positivas. Sin incidencias, sin paradas no programadas, sin sucesos bochornosos.

Aunque los entrenamientos que comienzan hoy no son las carreras en sí mismas, sí permitirán al asturiano hacerse una idea a fondo de la realidad de su nueva montura, cuyos primeros trabajos en el túnel del viento comenzaron en marzo de 2016. Habrá referencias más claras.

Mientras que Mercedes probó su coche en Silverstone y Ferrari, en su trazado privado de Fiorano, la escudería inglesa eligió Montmeló. Lo mismo que Renault y Sauber. Y, al igual que todos ellos, McLaren poco dejó ver en cualquier caso. Sesión privada, cerrada a medios de comunicación y curiosos. De lo poco que trascendió de una jornada que el ovetense inició poco antes de las diez de la mañana es que arrancó con neumáticos blandos y, echando un vistazo a los vídeos de las redes sociales tanto de McLaren como de Honda, en los que se ve la salida del box y el paso por la recta principal, es que el motor nipón ruge distinto, más suave, menos ronco.

El innovador Red Bull

Paralelamente, a las 13.30 horas, en la factoría inglesa de Milton Keynes, en el centro neurálgico de la escudería Red Bull, se desvelaba una máquina, la RB13, con apariencia mucho menos innovadora de los esperado. El genio del diseño Adrian Newey ha concebido un RB13 ligeramente diferente al del año anterior, que ganó dos grandes premios. Sin poder apreciar demasiados detalles, apareció con la aleta de tiburón, similar a sus rivales, salvo Mercedes, y con unos pontones pequeños.

Pero lo más llamativo, sin duda, fue el morro, con un llamativo conducto en la punta del mismo, algo que ningún otro equipo ha presentado, y un alerón delantero de forma central.