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NACHO GUTIÉRREZ
Jueves, 23 de marzo 2017, 00:07
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Cerca de sesenta pilotos se han inscrito para disputar a partir de mañana viernes la XIX Subida a la Plata, prueba automovilística puntuable para el campeonato regional de montaña y que regresa al calendario tras años de ausencia, de la mano de la Escudería La Plata Motor Club, de Piedras Blancas.
Los organizadores, que cuentan con el apoyo de asociaciones de vecinos del concejo, personas vinculadas al mundillo del motor, y los ayuntamientos de Castrillón y Avilés, ultiman los preparativos, teniendo que salir al paso de los rumores que a principios de semana ponían en duda la celebración de la prueba por unos trámites, finalmente resueltos, con el ayuntamiento avilesino. La Escudería La Plata, además, ha bautizado la prueba en su retorno como Memorial Juan J. Sánchez Ordiales, piloto asturiano que falleció por una crisis cardiaca mientras participaba en este prueba el 15 de abril de 1984. Su hijo Juan José Sánchez Ordiales, es uno de los pilotos inscritos, con un Ford Escort MKII
La competición está prevista para el sábado, pero mañana comienza el espectáculo con las verificaciones técnicas, previstas a partir de las 15.30 en el aparcamiento anexo a las piscinas municipales, donde estará ubicada la oficina de prensa y control de la prueba. Antes, a lo largo de la mañana, se entregará la documentación a los equipos participantes en la oficina de la prueba, en la cafetería Querétaro.
La Subida a la Plata contará con una muy buena participación en calidad y cantidad. Algunas de las sorpresas de esta edición son la participación del corverano afincado en Marbella, Jonathan Álvarez, que es uno de los favoritos y espera lucirse en casa a los mandos de su BRC B-49.
También están confirmados José Antonio López Fombona, con su Lamborghini Huracán Supertrofeo de 600 CV, Andrés Vilariño con su Norma de 500 CV, Bernardo Cardín y su Lancia 037 GRB. Son los nombres destacados, junto al grupo de pilotos y equipos del regional asturiano y los que vienen desde Galicia, Cantabria y Cáceres.
Al margen de los premios generales de la subida, la organización tiene previsto premiar al piloto que sea capaz de dar el mayor espectáculo en la llamada 'curva de los gitanos'.
El sábado es el día grande, que se abrirá con la publicación de la lista definitiva de participantes, el cierre de los accesos y a las 10.15 un paseo de coches clásicos que dará paso a la presentación de los participantes en la subida. A las 11 se iniciarán las sesiones de entrenamientos, primero las libres y después las oficiales, para cumplir a continuación la primera manga oficial. La segunda y la tercera subidas están señaladas a partir de las 16 horas, que computarán para la clasificación final que se conocerá a las 19 horas, antes de proceder en el aparcamiento de la piscina a la entrega de trofeos.
La subida tiene un recorrido de 4,5 kilómetros, con salida en AS-320, el mismo de siempre, con final poco después de coronar la subida, que estará controlada por comisarios en una importante labor para velar por la seguridad de la prueba, algo que en gran medida depende del buen comportamiento y ubicación de los aficionados.
Será sin duda una de las claves en lucimiento de la Subida a La Plata, una prueba que puso en marcha en 1984 la Escudería Avilesina, que en 1996 organizó la última, con un posterior y breve paréntesis de la mano de la Escudería Arechi Sport. Ahora, un nuevo grupo de organizadores recupera la prueba con la intención de mantenerla por años.
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