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Sebastian Vettel.
Vettel devuelve la ilusión a Ferrari
temporada 2015

Vettel devuelve la ilusión a Ferrari

La victoria en Malasia confirma la recuperación Ferrari y deja en entredicho la labor realizada por los miembros de la escudería italiana, incluido Fernando Alonso, hasta la temporada pasada

David Sánchez de Castro

Lunes, 30 de marzo 2015, 20:24

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«¿Por qué el Ferrari el año pasado era poco más que una caja de cerillas y ahora de repente es un coche ganador?». Esta frase, o una muy similar, se escucha en las tertulias de muchas casas, bares, o incluso redacciones de periódicos desde este domingo. El cambio de rendimiento en la Scuderia no es cuestión de un día, sino que viene de un trabajo que comenzó arrancando las viejas raíces de la vieja Ferrari.

En Maranello llevan varios años emprendiendo una revolución. El año pasado se cargaron a Stefano Domenicali, ahora encargado de cuidar la cantera del automovilismo con un cargo en la FIA, y pusieron en su lugar a Marco Mattiacci, que venía de triunfar como máximo responsable de Ferrari en Estados Unidos y Asia. El problema es que, por muy bien que se le diera la labor comercial y de gestión de grupos, a Mattiacci le dieron el cetro de una Scuderia totalmente desfondada, con un coche otra vez fallido y un piloto, Fernando Alonso, completamente desmotivado. Es decir: le cayó el marrón de salvar los muebles de un equipo que había sido sobrepasado primero por Red Bull y luego por Mercedes. Lógicamente, en cuanto el fracaso se consumó en Ferrari empezó la criba: despidieron a Pat Fry (diseñador del fallido F14-T), al propio Mattiacci e incluso al histórico presidente Luca Cordero di Montezemolo. Sergio Marcchione asumió la corona y puso a Maurizio Arrivabene al cargo de la llamada Gestione Sportiva del Cavallino Rampante. El cambio se notó desde el primer día: la actitud del exdirectivo de una importante multinacional tabacalera se tornó mucho más agresiva que la de sus predecesores y pidió a todos que empezaran a mirar hacia adelante y no hacia los éxitos pasados.

En uno de esos movimientos sísmicos que se produjeron en la sede de Maranello surgió el problema Alonso. El piloto español se hartó de tener que verse peleando por un quinto, y eso con suerte, y aceptó la llamada de McLaren Honda. Ni su presunto amor al Cavallino le hizo aguantar más. Por eso, sin Alonso, en Vettel vieron su salvación. La última vez que un alemán condujo un Ferrari de Fórmula 1 salió bien, y necesitaban un soplo de aire fresco para un box cuyo ambiente estaba demasiado viciado. Vettel ha hecho recuperar la ilusión a los de rojo.

Pero en la Fórmula 1 hay una máxima que cualquier aficionado, y más los que hayan padecido junto a Fernando Alonso en los últimos años, tiene que tener muy presente: si el coche no es bueno, no hay nada que hacer. En Ferrari han conseguido crear un SF15-T que, sencillamente, es mejor que el del año pasado. El trabajo que emprendió James Allison en mayo del año pasado, dando por sentenciado el proyecto de 2014 mucho antes de lo deseado, ha empezado a dar sus frutos. La nueva unidad de potencia que han metido este año en las tripas de los monoplazas rojos está mucho más cerca de la de Mercedes, y son capaces de, en las circunstancias adecuadas, presentar más batalla que en temporadas anteriores. Más potente, con mejor tracción, más fiable En definitiva, el SF15-T que llevan Kimi Räikkönen y Sebastian Vettel es mucho mejor que el F14-T que Fernando Alonso dejó el año pasado.

Obviamente, no deja de ser irónico que Alonso ya no esté y sea Vettel, precisamente Vettel, quien haya sido capaz de acabar con dos años de sequía en Maranello. Otro asunto muy distinto es que Ferrari pueda mantener el pulso de los Mercedes. Las circunstancias de Malasia y una brillante estrategia en el muro pusieron de cara el regreso del Cavallino al primer puesto del cajón del podio, pero eso no significa que vaya a ser la tónica habitual de la campaña. Alonso sabe bien qué es eso de ganar o subirse al podio y quedarse con la miel en los labios.

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