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Fernando Alonso, muy serio en el circuito de Suzuka.
McLaren, una olla a presión
FÓRMULA 1

McLaren, una olla a presión

La falta de resultados hace estallar a Alonso públicamente y pone de manifiesto la tensión que hay en el equipo

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Lunes, 28 de septiembre 2015, 19:51

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Las palabras de Fernando Alonso por la radio durante el Gran Premio de Japón han dejado un fuerte eco en la Fórmula 1. Ocho años después de aquel 2007 inolvidable -para lo bueno y para lo malo- para el español, el temor a que se reabran viejas heridas ha regresado en torno a la afición, que se ha volcado mayoritariamente con el asturiano en sus críticas hacia McLaren y hacia Honda.

El momento y el lugar que eligió Alonso para criticar el rendimiento de McLaren y de Honda han dado lugar a muchas lecturas. No es casual que fuera Japón ni que fuera Suzuka, circuito de pruebas de la marca nipona. Alonso, pese a que luego pidió censura a las conversaciones por radio, sabía -o debería saber- perfectamente que todo lo que un piloto dice durante una carrera a su equipo es susceptible de ser escuchado por millones de personas en todo el mundo. Por algo se inventaron códigos como el famoso Multi 21 que inmortalizaron Mark Webber, Sebastian Vettel y Red Bull. Alonso no usó códigos de ningún tipo: «vergonzoso», «motor de GP2»... Pocas interpretaciones positivas se pueden dar a esas duras críticas que lanzó el asturiano.

Ron Dennis teme que la situación se le escape de las manos. El dirigente británico está en una posición muy complicada, y su mano dura ya no sirve para dar resultados. Por un lado, él es el primer preocupado por el pésimo resultado de McLaren en su regreso con Honda. El tándem que empezó 2015 para rememorar los hitos de Alain Prost y Ayrton Senna ha tropezado en la salida, y Dennis sabe que este año está totalmente perdido desde mayo. Su gente, la de Woking, se siente humillada; sus pilotos, dos campeones del mundo con más pedigrí que el 90% de la parrilla, se sienten hartos de recibir críticas, burlas y palos. Y Dennis tiene la mecha de la paciencia muy corta. Nada más acabar la carrera del domingo, tardó muy poco en comparecer ante los medios para reprender la actitud de su hijo pródigo, al que pidió que los trapos sucios y malolientes se quedaran en casa. Alonso no es el de 2007, ha jurado lealtad a McLaren y ha dejado negro sobre blanco que su carrera acabará en la escuadra británica dentro de tres años. No obstante, Dennis no está dispuesto a que los palos también le lleguen desde dentro.

Con pan las penas son menos, y el problema es que en McLaren hay muchas penas y muy poco pan. El proyecto McLaren-Honda MP4-30 hace aguas por todas partes. Primero y fundamentalmente en su unidad de potencia, donde los nipones no han sabido aterrizar en la nueva normativa con acierto. Yashuhisa Arai, cabeza de la parte japonesa del tándem, asegura que el fallo está en el ERS, en la parte eléctrica, y que aunque ya no pueden hacer nada, esperan que en la pretemporada 2016 esté todo solventado con un nuevo rediseño completo de la unidad de potencia. No obstante, el propio Arai (como Alonso el domingo), también apunta a los responsables del chasis, los de la factoría de Woking. «No todo es responsabilidad del motor. También la parte del chasis está sufriendo mucho. Me da pena que toda la culpa se nos eche a nosotros. Es triste», afirma el responsable de Honda en una entrevista a El País. Que Arai se revuelva contra la parte británica -y toda la cohorte de prensa que les sigue- no es casual. También ellos están cansados de los malos rendimientos.

Alonso sigue, ¿y Button?

Si la continuidad de Fernando Alonso está garantizada, no ocurre así con la de su compañero. Jenson Button ya se pensó muy seriamente dejar la Fórmula 1 cuando acabó la pasada campaña, una de las peores para McLaren, pero que ahora mismo firmarían sin dudarlo. A sus 35 años sabe que poco más va a lograr en el gran circo, y no tiene claro qué va a ser de él en el futuro.

Ron Dennis tiene la sartén por el mango. El mismo domingo aseguró que tanto Alonso como Button estarán con ellos en 2016, pero tiene a Kevin Magnussen (salvo que este martes salte la sorpresa de que es anunciado como piloto del nuevo Haas F1 Team) y a Stoffel Vandoorne (líder destacado de la GP2) en cartera para coger el asiento que deje vacante Button.

Falta de resultados, motor que no es potente, chasis que no es aerodinámicamente eficiente, gran desmoralización interna, críticas de prensa y aficionados, descontento de sus dos pilotos Ron Dennis tiene muchos frentes abiertos y será complicado que esto se arregle a corto plazo. El próximo gran premio, en Rusia, será «otra carrera complicada», citando palabras del propio Alonso. Justo lo que necesita McLaren para acabar de enrarecer aún más el ambiente.

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