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Sebastian Vettel, en el circuito de Sochi.
Alta tensión en Ferrari
GP DE Rusia

Alta tensión en Ferrari

Vettel se queda sin acabar los libres por un problema eléctrico y en la ‘Scuderia’ empieza a cundir el pánico

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Viernes, 29 de abril 2016, 15:57

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Sebastian Vettel vio el final de los entrenamientos libres del Gran Premio de Rusia desde el box de Ferrari. El piloto alemán se quedó compuesto y sin coche pasada la primera media hora de la segunda sesión de la primera jornada de trabajo en el circuito de Sochi. Su SF-16H, de nuevo, le dejaba tirado, y no es el primer incidente de la temporada. En la cuarta cita del campeonato el coche rojo también ha fallado estrepitosamente en uno de los aspectos más fundamentales en cualquier Mundial de automovilismo. La fiabilidad brilla por su ausencia en la escudería italiana, y tanto pilotos como responsables empiezan a hartarse de la situación.

Vettel vio desde una silla, tomando notas, cómo Lewis Hamilton mandaba un recado serio a su compañero, un Nico Rosberg que se sabe líder al menos hasta el próximo Gran Premio de España. El británico (pese a varios sustos en forma de trompos o salidas de pista) le endosó más de un segundo al alemán, y avisó de sus intenciones de cara a este fin de semana: busca la tercera victoria consecutiva en terreno ruso.

El problema para Vettel y Räikkönen -aunque no lo exprese porque no suele expresar nada- es que no acaban de cogerle el punto óptimo al Ferrari. «El coche aún no está como quiero, pero creo que podemos mejorarlo», afirmaba un optimista Vettel de cara al fin de semana, antes de saber que la avería era más seria de lo previsto y que iba a salir cinco posiciones por detrás por la consecuente penalización al sustituir caja de cambios. Este intento de ver el vaso medio lleno no se comparte en el seno del equipo. La distancia con Mercedes empieza a ampliarse, y sólo los errores y problemas de Hamilton han impedido que se escapen más. Red Bull ha pasado de ser una mosca que incordia al duopolio entre la escuadra alemana y la italiana, a ser un serio competidor por la plata del Mundial. Y mientras ellos se pelean, Mercedes se escapa con Rosberg a lomos del W07.

Las flechas plateadas ya han traído más potencia a Rusia. La llegada de la ronda europea ha permitido que los equipos empiecen a jugar con los famosos tokens (que desaparecerán en 2017). Mercedes ha introducido las primeras actualizaciones tanto en sus dos coches como en los de sus clientes. Concretamente, han mejorado el sistema de combustible, con lo que pretenden poder estirar un poco más el rendimiento especialmente al final de cada carrera. De motores se ha hablado mucho en las primeras horas de trabajo en el paddock de Sochi. Este viernes se confirmó un nuevo acuerdo para las tres próximas temporadas en relación a los propulsores: serán más baratos, sonarán más (a partir de 2018), se podrán evolucionar... En definitiva, se volverá a un sistema algo más simple para entender la situación de las unidades de potencia.

Alonso y Sainz apuntan al 'top 10'

Fernando Alonso y Carlos Sainz dejaron sensaciones positivas en la primera jornada de trabajo en Rusia. El español de McLaren firmó un óptimo décimo crono en una sesión en la que consiguió dar 30 vueltas sin apenas problemas, más allá de las salidas de pista que tuvieron casi todos los pilotos de la parrilla. «Meter al menos uno de nuestros coche en la Q3 serían buenas noticias para nosotros. Creo que es posible. Sé que en el pasado nuestros resultados los viernes nos han hecho ser excesivamente optimistas sobre nuestras posibilidades para el sábado, pero el coche se siente realmente bien», afirmaba el asturiano al finalizar el día. «Veremos si es suficiente para entrar en el top 10 en la clasificación», señaló, cauto, Alonso.

Por su parte, Carlos Sainz regresa al lugar donde tuvo el accidente más grave de su corta trayectoria en Fórmula 1. Aquel susto de hace unos meses es un recuerdo, y nada más, y el madrileño espera demostrar que completar el plan de trabajo de este viernes sin problemas se puede traducir en un fin de semana entre los puntos. «Estoy encantado por cómo va el coche y estoy deseando que llegue el resto del fin de semana. Como hemos visto en las primeras tres carreras, la zona media está muy igualada así que necesitamos seguir trabajando porque no será fácil», afirmó.

Y no le falta razón a Sainz. En una jornada de viernes, donde habitualmente hay diferencias amplias, entre el cuarto clasificado del día (Kimi Räikkönen) y el 14º (Sergio Pérez) había sólo un segundo. Si por arriba todo parece lucha de dos o tres, como mucho, a partir de ahí las batallas son mucho más cruentas.

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