Carreño confía en aprovechar su racha ante el verdugo de Djokovic

Pablo Carreño (31 ATP) llega con mucha confianza a su enfrentamiento de hoy contra Denis Istomin (117 ATP), verdugo del gran Novak Djokovic (2 ATP), después de acumular ya cuatro victorias en este Open de Australia.

La última de ellas se produjo ayer por la mañana en dobles junto al manchego Guillermo García, con el que derrotó a la pareja australiana formada por Matthew Barton y Matthew Ebden por 3-6, 6-3 y 6-4.

El binomio español repetirá casi con toda probabilidad la semifinal del US Open contra Feliciano y Marc López, quienes partes como favoritos en su duelo ante los franceces Jonathan Eysseric y Fabrice Martín.

El buen momento de Pablo Carreño invita a ser optimista, pero Istomin viene de tumbar a todo un número uno como Djokovic, por lo que le convierte en un rival muy peligroso, pese a la diferencia de ránking.

El gijonés acude avalado por las dos victorias que consiguió ante el uzbeco, la última de ellas en el Conde de Godó del año pasado. «Le he ganado dos veces en tierra batida, pero no en un Grand Slam a cinco sets, por lo que muy distinto», comentaba el tenista gijonés ayer a EL COMERCIO desde Melbourne. En este sentido, añadía que «el partido de mañana (por hoy) será muy duro, pero creo que tengo posibilidades de seguir avanzando», aunque advertía que «tendré que jugar muy bien».

Sobre el duelo de ayer en dobles, Carreño explicó que «empezamos un poco fríos, pero poco a poco fuimos a más y acabamos a un excelente nivel».

En caso de ganar, el jugador forjado en el Grupo Covadonga batiría su propio récord en un gran torneo al superar los octavos de final de un gran torneo.

Por otra parte, Garbiñe Muguruza protagonizó una espectacular reacción para vencer a la letona Anastasija Sevastova, 33 del mundo, por 6-4 y 6-2, y situarse en los octavos de final de este Open de Australia. Garbiñe resolvió el duelo en 64 minutos en su mejor partido este año en Melbourne Park y ahora se enfrentará a la rumana Sorana Crstea.