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Pablo Carreño se despide de los aficionados de la Philippe Chatrier agradeciendo sus aplausos.
Una lesión trunca el sueño de Carreño
tenis

Una lesión trunca el sueño de Carreño

Un tirón en la zona abdominal obliga al gijonés a retirarse cuando perdía 6-2 y 2-0 con Rafa Nadal

JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

Jueves, 8 de junio 2017, 00:14

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Fue en un saque abierto, con 5-2 en el marcador a favor de Nadal. Pablo Carreño notó un pinchazo en la zona abdominal. «Lo he intentado, pero me fue imposible continuar, porque jugar contra Nadal sin saque y condicionado es muy complicado», explicó el tenista gijonés, que vio cómo sus ilusiones se esfumaban, víctima de una lesión inoportuna que le impidió luchar por una plaza en semifinales. Su abandono no cogió a nadie por sorpresa. Después de ser atendido por el 'fisio' en la pista central, sus intentos por continuar fueron estériles y optó por abandonar para evitar que las consecuencias de la lesión se agravaran. Entonces, el marcador era favorable al manacorí, que gobernaba el partido con un contundente 6-2 y 2-0.

«Ante alguien como Nadal solo puedes tener opciones si estás al cien por cien, si piensas en lo que debes pensar y no en otras cosas», confiesa Carreño, que se va de Roland Garros con la cabeza alta y exhibiendo el mejor ránking de su carrera. Cuando se contabilicen los puntos de la cita parisina, el asturiano escalará hasta el puesto 17 de la ATP.

El partido se resolvió en apenas 51 minutos. Ese fue el tiempo que aguantó Carreño sobre una Philippe Chatrier que aguardaba con expectación un partido que debía haberse celebrado en la jornada del martes, pero que la lluvia obligó a trasladar a la mañana de ayer.

El sol se ha cogido unos días de vacaciones en París y las nubes cubrían el cielo de un gris tan triste como el desenlace. Había ilusión por ver al tenista asturiano enfrentarse a su amigo Nadal. El triunfo ante Raonic (único del Top 8 que faltaba en los cuartos) fue una prueba de que el tenista del Grupo atraviesa el mejor momento de su carrera, con los 25 años cumplidos. La solidez de sus golpes y la fuerza mental le permitieron superar fases complicadas ante el canadiense y su objetivo era mantener esta misma hoja de ruta ante el mejor jugador de la historia sobre arcilla.

Como el estudiante que tiene el sobresaliente garantizado, Carreño opositaba ayer a la matrícula de honor. Para conseguirlo tenía que asimilar los consejos de Juan Carlos Ferrero, miembro de su equipo técnico. «Tiene que ser agresivo porque si se mete atrás está perdido», advirtió en la víspera.

El tenista gijonés acudió al desafío dispuesto a romper el guión del partido para intentar contrarrestar la fortaleza de un Nadal inexpugnable, que apenas había dado concesiones en su trayecto hasta los cuartos. El balear exhibió su poderío desde el fondo, sin apenas conceder errores forzados ante el tenista gijonés, con serios problemas para gestionar los servicios. El balear se apropió de todos los 'breaks' que tuvo a favor, restando muchas posibilidades al gijonés, que se consoló devolviéndole a Nadal dos veces la misma moneda. Fue insuficiente. Nadal degusta cada golpe en la central, su pista fetiche. Ni el viento, que golpeó con fuerza desde el inicio, fue un impedimento para detener un vendaval de juego.

Sus únicos momentos de duda fueron en el séptimo juego. Acumuló en esa fase la mitad de sus errores, entregando en blanco su servicio. Fue un claro antes de la tormenta. Un mal gesto echó por tierra las ilusiones de Carreñol. Mermado para servir, con 5-2 abajo, vio esfumarse sus aspiraciones de ser semifinalista por primera vez en un Grand Slam. Los juegos posteriores fueron un quiero y no puedo para el asturiano. De poco sirvió la atención del 'fisio' sobre la pista o los cuidados posteriores en el vestuario. Regresó a la cancha y disputó dos juegos más antes de abandonar. Sus dolores en la zona abdominal apenas le dejaban servir en condiciones. Carreño se fue y lo hizo con el reconocimiento de su rival y del exigente público de la Philippe Chatrier, que le dedicó un enorme aplauso como premio a su meritorio bagaje en el abierto parisino.

La temporada en hierba

Una retirada a tiempo puede ser una victoria. El grupista pasará hoy un examen en Barcelona para determinar el alcance de su lesión. Su siguiente cita, prevista sobre la hierba de Halle, está en el aire. Nadal se medirá al austriaco Dominic Thiem, que destrozó a Djokovic, vigente campeón por 7-6, 6-3 y 6-0. La otra semifinal la disputarán Wawrinka, que superó a Cilic con claridad por 6-3, 6-3 y 6-1, y Andy Murray que se deshizo de Nishikori por 2-6, 6-1, 7-6 y 6-1.

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