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Feliciano López (i) y Marc López, durante su partido del US Open ante los Bryan.
Los López despiden a los Bryan y al estadio Louis Armstrong del US Open
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Los López despiden a los Bryan y al estadio Louis Armstrong del US Open

Los españoles Feliciano y Marc superaron a los míticos hermanos estadounidenses para avanzar a las semifinales del último Grand Slam del año

colpisa/AFP

Miércoles, 7 de septiembre 2016, 14:12

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Los españoles Feliciano y Marc López despidieron del torneo de dobles del US Open a los famosos hermanos Bob y Mike Bryan en la madrugada del miércoles, el último día de vida del icónico estadio Louis Armstrong de Flushing Meadows. Los López, sin parentesco alguno, doblegaron a los Bryan por 7-6 (7/2), 4-6 y 6-3 para avanzar a semifinales de dobles del último Grand Slam del año.

Este fue el último partido que se jugó en el segundo estadio más importante del complejo de Flushing Meadows, según informó el comite organizador del Abierto estadounidense. El Armstrong y el estadio Grandstand serán demolidos al finalizar esta edición del US Open, para construir dos nuevas instalaciones.

«Aquí hemos pasado grandes momentos. Muchas de mis victorias y derrotas en los US Opens han sido en este estadio», aseguró Feliciano López al pie de cancha. El público supo premiar con un gran aplauso el esfuerzo de los españoles, pese a haber eliminado a los favoritos del público.

Los hermanos Bryan también son parte inseparable de la historia de Flushing Meadows, donde han obtenido buena parte de los 101 títulos en dobles que tienen en su especialidad. En 2014 hicieron historia en el US Open ganando el título número 100 como pareja y su decimosexto Grand Slam, precisamente sobre la cancha del Louis Armstrong.

Con la música de fondo de «What a wonderful world» del mítico músico de jazz Louis Armstrong, Feliciano López firmó en una de las paredes del estadio una nota de despedida. «Grandes momentos ¡te vamos a extrañar!», puso con su mano zurda el español, en un muro donde se recogen cientos de firmas de otros tenistas. Cuando el estadio sea demolido, el fragmento estará en un lugar de la nueva instalación, como recuerdo.

Para muchos que por años han asistido a los US Open, con el derribo del estadio Armstrong se dice adios a una época.

«Mi familia ha estado viniendo aquí durante décadas. Yo vine de niño, cuando se jugaron los primeros partidos, y él me ha visto crecer a mí, a mis hijos y a mis nietos», declaró Frank, neoyorquino que dice no perderse un US Open. «¡Sí que lo vamos a extrañar! Pero todo en la vida se renueva, y será más bonito el que construyan nuevo», agregar su esposa, Shirley.

Construido para el Super Bowl de la Canción que se realizó con artistas de todo el mundo durante la Feria Mundial de 1964 en Nueva York, al estadio se le dio el nombre del mítico músico de jazz Louis Armstrong. Armstrong lo estrenó, y vivió en su cercanías hasta su muerte en 1971.

A principios de la década de 1970, la Asociación de Tenis de Estados Unidos compró las instalaciones de Flushing Meadows y remodeló el estadio Armstrong, ampliándolo a 18.000 espectadores. Fue la instalación principal de Complejo de Tenis de Flushing hasta que en 1997 se hizo el actual Arthur Ashe Stadium para 23.000 espectadoes, y que este año estrenó techo retráctil.

El proyecto de renovación de las instalaciones de Flushing Meadows costará unos 600 millones de dólares.

Según la revista Forbes, alrededor de 700.000 personas asisten cada año al Abierto de Tenis de Estados Unidos, lo que deja un ingreso de 253 millones de dólares entre patrocinio y venta de boletos.

Para la ciudad de Nueva York, el US Open deja unas ganancias de 1.000 millones de dólares entre agosto y septiembre de cada año.

Durante el verano, el Centro Nacional de Tenis abre sus puertas a eventos deportivos, recreativos y culturales, y durante todo el año funciona como una Academia de tenis para niños y jóvenes.

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