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TSK tiene en marcha contratos de obras por importe global de 1.200 millones euros

TSK tiene en marcha contratos de obras por importe global de 1.200 millones euros

La ingeniería gijonesa triplicó su cifra de negocio en seis años y facturó 483 millones en 2013; el 96%, en el mercado internacional

Octavio Villa

Sábado, 24 de mayo 2014, 20:35

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La ingeniería gijonesa TSK cerró el año 2013 con una cifra de negocios consolidada de algo más de 483 millones de euros, lo que supone 67 millones más que el año anterior (un crecimiento porcentual del 16,1%). El Ebitda correspondiente fue de 75 millones de euros. Actualmente, tiene una cartera de obras pendientes de ejecutar de alrededor de 1.200 millones de euros, en su práctica totalidad fuera de España.

El presidente de TSK, Sabino García Vallina, destaca en el informe anual que la empresa ha presentado que durante 2013 «conseguimos triplicar los ingresos del año 2007» así como «superar los 770 empleados». Concretamente, TSK daba empleo a finales del año pasado a 772 personas, con un incremento sobre el año anterior de 20 empleados y un crecimiento ininterrumpido desde que hace siete años la empresa comenzase a publicar sus informes anuales.

En ese periodo se han producido dos hechos especialmente reseñables. Por una parte, la internacionalización tanto del negocio como de la ubicación de la propia empresa. Así, si en 2008 el 69% de las ventas se centraban en el mercado nacional, durante 2013 éste apenas representó el 4% de la cifra de negocio de TSK, que vende ya el 96% de su producción en el extranjero. Del mismo modo, además de culminar la ampliación del edificio de oficinas que tiene en el Parque Científico y Tecnológico de Gijón, aumentando la capacidad a 550 personas, TSK dispone ahora de otro centro de desarrollo tecnológico en Colonia (Alemania), tras la adquisición de la firma teutona Flagsol, pionera en el diseño y construcción de plantas termosolares. García Vallina destaca, además, la «apertura de nuevas oficinas o ampliaciones en países como México, Brasil, Nicaragua o Colombia».

La apuesta por la internacionalización es también tecnológica. Se trata de aprovechar las ventajas que la investigación y desarrollo de sistemas punteros en generación de energía y tratamiento de aguas residuales, así como diversas tecnologías extractivas, en países emergentes. El consejero delegado de TSK, Joaquín García Rico, explicó que «las perspectivas de crecimiento en los mercados maduros no superan el 2% anual, por lo que las empresas españolas deben centrarse en las economías emergentes». Además de proporcionar «ventajas competitivas», en TSK están convencidos de que esta estrategia multiplica las oportunidades de negocio y minimiza los riesgos. En estos momentos, TSK tiene «una cartera de obra pendiente» por valor de «1.200 millones de euros» en cuatro continentes y, dentro de su último plan estratégico, «nos hemos planteado el objetivo que hemos denominado '18-18-18'. Esto significa que en 2018 multiplicaremos por 18 las ventas de 50 millones de euros que teníamos en el año 2000, hasta alcanzar los 900 millones de euros y tendremos proyectos en ejecución en más de 18 países simultáneamente», explica García Rico.

La evolución de la empresa no solamente ha sido hacia la internacionalización, sino que se ha adaptado a las necesidades de los clientes, al punto de que en 2007 no había personal dedicado a la ingeniería y gestión de proyectos y ahora el 70% de los 772 empleados pertenecen a dicho área. Las actividades de montaje y mantenimiento, que suponía la práctica totalidad de la actividad de la empresa hasta 2008, supusieron a lo largo de 2013 el 22% del total, en tanto que el resto de la plantilla se dedica a fabricación de cuadros eléctricos (el 5%) y a los servicios corporativos (el 3%).

El 59% de las ventas de TSK corresponden ahora a sus proyectos de energía, seguidos por los industriales (un 31%), los medioambientales (un 6%) y los de operatividad y mantenimiento (un 4%).

Por otra parte, este mismo mes TSK ha puesto en marcha una Escuela de Formación Interna dirigido a recién titulados, con un curso de tres meses de duración dirigido, en su primera convocatoria, a 30 alumnos que, una vez terminado el periodo formativo se incorporarán a diferentes departamentos y funciones dentro de la propia empresa.

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