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¿Cómo funcionaban las tarjetas negras de Caja Madrid?

¿Cómo funcionaban las tarjetas negras de Caja Madrid?

Directivos y consejeros de la entidad rescatada con dinero público gastaron 15,5 millones en comidas y viajes privados durante casi nueve años a través de operaciones que se apuntaban a mano y eran cargadas en cuentas destinadas «a errores del servidor informático»

jorge barbó

Sábado, 4 de octubre 2014, 19:55

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Hay poco más de 300 personas en España que guardan en su cartera una tarjeta de crédito capaz de cumplir cualquier deseo de su afortunado propietario, cual aladinesco genio de la lámpara. Es la 'black card' de American Express, también conocida como 'la centurión' en el argot de los muy pudientes. ¿El producto financiero más exclusivo del mundo? No del todo. Esta misma semana se ha podido saber que entre los números en rojo de Caja Madrid, una de las cajas integradas en la intervenida Bankia, se escondían clientes de lo más vip, que pagaban viajes, comidas en restaurantes estancias en hoteles de carácter privado y demás gastos del pez gordo medio con una tarjeta que no aparecía en ninguno de los folletos que la caja de ahorros ofrecía a sus clientes. Con ella todo eran ventajas: total confidencialidad, total exención fiscal y, lo más importante, sus afortunados portadores no llegaban a pagar jamás las compras que efectuaban con ella. Sólo tenían un pequeño problema: su legalidad era más que cuestionable. Era una tarjeta 'en negro'.

Según un informe remitido por Anticorrupción al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que investiga el 'caso Bankia', 86 personas entre consejeros y altos directivos de Caja Madrid primero y Bankia, más tarde, utilizaron tarjetas de crédito no declaradas y que habían sido estampadas al margen del circuito comercial de la entidad. No figuraban en ningún respaldo contable y sólo la cúpula directiva del banco sabía de su existencia. Según apuntan diversos medios, con ellas se llegaron a pagar algo más de 15 millones de euros de 2003 a 2012. Exdirectivos de la caja madrileña como Miguel Blesa, Rodrigo Rato y el exdirector financiero Ildefonso Sánchez Barcoj y consejeros de diferentes partidos (la mayoría del PP, aunque también algunos del PSOE y de IU) y sindicatos utilizaron estas 'tarjetas b' para pagar viajes, comidas y compras en grandes almacenes durante casi nueve años.

Apuntes a mano

¿Cómo fue posible que casi un centenar de consejeros realizaran pagos utilizando sus tarjetas al margen de la contabilidad oficial de la caja? Los cargos se camuflaban en cuentas que se utilizan para "errores del servidor informático", creadas para hacer frente a los desajustes técnicos y en las que, sin embargo, se acabó cargando cargos de las business oro de las que disfrutaban los altos directivos del banco y las business plata con las que se tenían que conformar los miembros del Consejo de Administración y de la comisión de control de la caja intervenida. Al parecer, las secretarias del exdirector financiero Sánchez Barcoj, quien habría gestionado las tarjetas y que realizó cargos por un importe total de 484.200 euros, apuntaban a mano los distintos movimientos, que después hacían llegar al departamento de tarjetas de la entidad.

Todas las tarjetas implicadas en el presunto fraude se habían emitido a nombre de la propia caja y, según la auditoría interna que ha sacado a la luz las presuntas irregularidades, se habían justificado como "gastos de órganos de gobierno" para las que utilizaban los consejeros y como "tratamiento administrativo circular 50/99" para los altos cargos. De este modo, con estos epígrafes inconcretos, las operaciones quedaban camufladas en los registros oficiales de la entidad.

En el informe encargado por la propia Bankia se recoge que algunos de los beneficiarios de estas tarjetas llegaron a sacar dinero en efectivo de los cajeros a través de estas tarjetas opacas. Según los cálculos de la propia caja, hasta un tercio de los 15,5 millones de euros, unos 5,16 millones, fueron retirados retirados en dinero contante y sonante. Según la documentación remitida a la Fiscalía Anticorrupción, una veintena de personas habrían seguido utilizando las tarjetas cuando Caja Madrid pasó a estar integrada en la Bankia de Rodrigo Rato, en la Bankia que fue rescatada con el dinero de los españoles, llegó a hacer operaciones por valor de 99.036 euros con esta tarjeta. Antes que él, el presidente de la caja Miguel Blesa llegó a tirar de 436.700 euros con la tarjeta.

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