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Cola ante un cajero en Atenas.
«Me siento como un drogadicto a quien dan su dosis diaria»

«Me siento como un drogadicto a quien dan su dosis diaria»

Los helenos se resignan desde hace una semana a vivir con los 60 euros que pueden retirar cada día de los cajeros

COLPISA / AFp

Martes, 7 de julio 2015, 16:52

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"Me siento como un drogadicto a quien dan su dosis diaria". Igual que este exasperado ateniense, los griegos se resignan desde hace una semana a vivir con los 60 euros que pueden retirar por día de los cajeros.

El cierre de los bancos y los límites a las retiradas en efectivo, en vigor desde el 28 de junio, en principio iba a terminar este martes. Pero la medida fue prolongada hasta el miércoles incluido, y los más pesimistas temen que la situación se mantenga así durante semanas, incluso meses.

"No creo que los bancos abran el jueves, no creo que abran antes de meses. Es lo que pasó en Chipre", asegura Joana Kalybas, jubilada de 60 años, en una fila de unas veinte personas formada frente a un cajero del Banco Nacional. El control de capitales duró dos años en Chipre. Algo insólito en la Unión Europea.

Joana, elegante con su blusa negra y gafas rojas, había anticipado la medida en Grecia, y envió al extranjero "la mayor parte" de su dinero. "Otros prefirieron retirar efectivo y guardarlo en sus casas, pero creo que eso es muy peligroso", comenta la mujer. Desde diciembre hasta finales de junio los bancos griegos perdieron el 20% de los ahorros que albergaban.

Prioridades

Desde el 28 de junio, John Togas, de unos 40 años, va al banco a retirar sus 60 euros, un ritual diario. "No lo hacemos con gusto, pero tenemos que hacerlo". Pero no todos mantienen la serenidad o se refugian en la resignación.

"Me siento como un drogadicto a quien dan su dosis diaria", dice, molesto, Emmanuel Karavalakis, de 39 años. El control de capitales ha perturbado sus planes. "Quería ir a Bruselas, intenté comprar billetes con Ryanair, y todo estaba bloqueado. Tuve que esperar tres días para reunir el dinero, e ir al aeropuerto para comprar los billetes", se lamenta. También deseaba viajar a Estados Unidos a fin de mes. "Tengo mis billetes, pero no tengo dinero para gastar allá, para los taxis, los hoteles... Si la situación sigue así, tendré que anular", comenta.

Desde que se impuso el control de capitales, no es posible ya pagar con tarjeta bancaria en una web del extranjero. Es la razón por la que Emmanuel no pudo comprar sus billetes en Ryanair.

Los usuarios de iTunes también han visto cómo sus suscripciones quedaban suspendidas si se pagan a través de una cuenta griega.

Pero las web de venta en línea griegas, como la mayoría de los comercios, se ven afectadas también por el control de capitales. Aunque sus clientes pueden pagar con su tarjeta de crédito, éstos prefieren destinar el dinero a bienes de primera necesidad: alimentos, gasolina, medicinas.

Todo ello se produce mientras la zona euro celebra este martes una cumbre extraordinaria en Bruselas sobre la situación en Grecia. Kostas Patinaris cruza los dedos y no pierde esperanza: "Espero que el Gobierno encontrará una solución con Europa", dice.

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