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Isabel Aguilera, ayer, durante su conferencia por el vigésimo aniversario del club.
El Club de la Calidad celebra sus 20 años con una llamada a «liderar el cambio»

El Club de la Calidad celebra sus 20 años con una llamada a «liderar el cambio»

La consultora Isabel Aguilera recuerda a las empresas asturianas que si se limitan a adaptarse «solo serán segundones» en «un mundo dominado por la tecnología»

AIDA COLLADO

Jueves, 26 de noviembre 2015, 00:19

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Llamar consultora empresarial o directiva de éxito a Isabel Aguilera es quedarse corto. Antes de colocarse ayer frente al atril para pronunciar la conferencia con la que el Club Asturiano de Calidad celebraba su vigésimo aniversario, había ocupado puestos de máxima responsabilidad en compañías como General Electric España y Portugal, Google Iberia o Dell Computer. Es quedarse corto porque hoy es consejera independiente en Indra, Banco Mare Nostrum y Aegón España, y presidenta de Twindos. Y es quedarse corto, también, porque apenas había comenzado a hablar y ya estaba rebatiendo a Charles Darwin y su teoría de la evolución por selección natural. Aquella que dice que los que sobreviven no son los más fuertes ni los más inteligentes ni los más rápidos, sino quienes mejor se adaptan al cambio. «Error», lanzó Aguilera. En el escenario actual, «dominado por la tecnología», si las empresas optan por adaptarse a los cambios «serán meros segundones, no líderes». La única manera, en su opinión, de ser líderes en un mundo cambiante «es producir el cambio y que los 'followers' sean los demás».

Antes de realizar esta afirmación en el salón de actos del RIDEA, Aguilera había explicado cómo la digitalización progresiva «de nuestras vidas» ha cambiado la empresa, «los eslabones de la cadena de valor y hasta cómo vemos la naturaleza». Es decir, ha modificado «el modo en el que nos relacionamos en el mundo económico y la competencia». Ha restado importancia al tamaño para dársela al volumen, ya que «gracias a la tecnología podemos acceder a mercados que antes considerábamos imposibles». Nos ha sacado de nuestra zona de confort y ha dotado de una velocidad antes nunca vista a los procesos de cambio. Aguilera hizo referencia al conejo de 'Alicia y el país de las maravillas', que siempre llegaba tarde porque el suelo del mundo ideado por Lewis Carroll no para de moverse, para instar a las empresas de la región «a correr más que el suelo, que el cambio y que el mercado».

Aguilera dedicó buena parte de su charla a la necesidad de «ganar la guerra por el talento». Dicho de otra forma: averiguar quiénes son los mejores de las organizaciones -«los que saben escuchar y dejan de tener una idea para dar forma a una realidad»- y darles libertad de pensamiento y acción. Porque la innovación, aseveró, «no se refiere solo a productos y procesos nuevos, sino a todo un cambio en el modelo de negocio». A saber mirar. A ver que, por ejemplo, «la mujer es el mayor mercado emergente del planeta, superior a China e India juntos».

Narró, llegados a este punto, los beneficios de la colaboración. Cómo los pocos servidores de los que pendía la evolución de la informática antes de la llegada de internet, con la irrupción de la Red, de los cientos de software y de las redes sociales, cambiaron «el poder y el control por el compromiso y la participación»; y como esto sirvió para que, desde entonces, desde que más comenzaron a tirar del carro, «el crecimiento fuese exponencial».

Y entre todos estos avances, destacó, siguen inmutables «los valores, que permanecen y no cambian nunca por mucho que pase». Tras citar 'Blade runner' y repasar todos los cambios acaecidos en las dos últimas décadas, dignos del replicante Roy Batty, quien había visto «cosas que vosotros no creeríais», Aguilera quiso destacar «los valores como imprescindibles para ser competitivos los próximos veinte años».

Hizo, de este modo, un resumen del libro '20 años innovando en la gestión', con el que el Club Asturiano de Calidad celebra su aniversario. Y envió un último consejo a las empresas del Principado: «Háganlo fácil. No nos gusta leer manuales. Cuando un proceso o un modelo de negocio requiere de mucho manual es que no está terminado». Aguilera puso punto y final a su conferencia con un poco de humor y otra cita. Ésta, de John Connor (el rebelde de Termitator 2): «El futuro no está escrito. No hay más destino que el que construimos para nosotros».

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