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OCTAVIO VILLA
Miércoles, 17 de febrero 2016, 03:27
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Los franquiciados de Vitaldent en Asturias se encontraban ayer, en cuanto conocieron la noticia de la detención de la cúpula directiva de la empresa, entre la irritación y el desconcierto, pero tenían especial interés en dejar claro «a nuestros pacientes que les vamos a seguir atendiendo con total normalidad», según explicó Fernando García, propietario de las franquicias ovetenses situadas en las calles de Melquiades Álvarez y de Aureliano San Román.
García indicó a EL COMERCIO que «en Vitaldent hay clínicas franquiciadas y clínicas de su propia red. Los franquiciados creamos una sociedad y nos hacemos con la franquicia durante un tiempo, y nuestros pacientes son nuestros, no de la red de Vitaldent». En el Principado, la cadena cuenta con nueve establecimientos, de los que siete corresponden a esta modalidad de negocio y solo dos son propios. Este empresario ovetense subrayó que la operación nacional «es contra el franquiciador y su cúpula directiva, y por unos motivos muy concretos», y, de hecho, «los perjudicados somos los franquiciados».
En todo caso, Fernando García insistió en que «vamos a seguir trabajando con total normalidad» e, incluso, si se diera la hipótesis «de que Vitaldent dejase de existir, seguiremos funcionando, con otros nombres» en el caso de cada clínica.
Pese a sentirse afectados por la actuación de la cúpula de Vitaldent, García anotó que «la decisión sobre si seguimos en Vitaldent o no es algo que se puede tomar a la ligera. La prioridad, ahora, es atender a nuestros pacientes», recalcó.
Por otra parte, García puso especial interés en rebatir ciertas informaciones que apuntan a que Vitaldent les obligase a utilizar productos chinos. «Es falso. Nosotros utilizamos productos de Nobel Biocare, una empresa suiza de primerísimo nivel. Nuestros sillones son de Kavo Dental, también una primerísima marca, y nuestros implantes, de Fibo, una marca catalana puntera a nivel mundial. Del mismo modo, es falso que un administrador judicial permita seguir adelante a las clínicas franquiciadas, porque cada una es una empresa en sí misma y no necesita tal permiso», aseguró.
Respecto al delito de estafa contra los franquiciados que se atribuye a los detenidos, García indicó que «desconozco los términos de la actuación policial o lo que dice el fiscal. Puede que alguno -de los cientos de franquiciados- haya salido a mal o tenga algo que denunciar».
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