Arcelor admite contactos con las administraciones para la planta de cogeneración

ArcelorMittal admitió ayer contactos con el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Gijón para la construcción de una planta de cogeneración en la factoría de Gijón. La multinacional consultó a la administración si el proyecto contaría con su visto bueno y la respuesta ha sido favorable. Pero el gigante del acero vincula la inversión a los resultados de las plantas asturianas que, en el arranque del año, no han sido tan buenos como cabría esperar, debido al complicado escenario internacional en el que se encuentra inmerso el sector.

El estado del proyecto, según la compañía, es embrionario, ya que aún no se ha redactado el expediente de inversión. Por esa razón, el Ebitda (resultado antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones productivas) que consiga la fábrica de Gijón será capital.

Los beneficios necesarios para que el grupo dé finalmente luz verde a un proyecto de este volumen han de ser elevados y este año las cosas no están yendo sobre ruedas como hicieron el ejercicio anterior.

La planta, con una potencia de 220 MWh y una vida útil de veinte años, debería estar lista para entrar en funcionamiento en tres años. Es precisamente en 2019 cuando el gigante del acero contará ya con las nuevas baterías de cok funcionando a pleno rendimiento.

El cambio de las baterías está enmarcado en la oleada de inversiones que Arcelor anunció este verano y que, en una primera fase, alcanzará los 275 millones. Sin embargo, es posible que en 2017 se apruebe una segunda ronda, aún por perfilar, pero que podría elevar esta cifra a 400 millones. Según los representantes de los trabajadores, esta fase podría incluir otra máquina de colada para Avilés.

Una planta de cogeneración tiene fácil encaje en los planes de la compañía. Las nuevas baterías de cok provocarán un excedente de gases residuales siderúrgicos de 800 GWh, una vez realizado el aprovechamiento interno. Hoy, esos gases se queman en la térmica de Aboño (EdP), pero el plan puesto sobre la mesa por Arcelor aportaría beneficios en los ámbitos energético, industrial y medioambiental.

Estrategia europea

La eficiencia energética de la planta de cogeneración es consecuencia de que, según los técnicos, a igual volumen de gases, generará 155 GWh/año más que la térmica de Aboño. Pero, además, la instalación aumenta la protección medioambiental, tal y como marca la estrategia comunitaria Europa 2020, que promueve el crecimiento sostenible de la industria.

En septiembre hubo una reunión entre los directivos de ArcelorMittal con el Gobierno regional, en la que informaron del proyecto. El presidente del grupo en España, Gonzalo Urquijo, acompañado del ahora jefe de división en el Suroeste de Europa, José Manuel Arias, y el director corporativo, Jesús Izcue, se encontró con el presidente del Principado, Javier Fernández, y el consejero de Industria, Empleo y Turismo, Francisco Blanco. Aunque no se ha hecho público, en dicho encuentro podrían haber solicitado los permisos para la construcción de la planta de cogeneración. Además, desde el pasado 12 de marzo, el proyecto cuenta con el informe de compatibilidad urbanística, emitido por el Ayuntamiento de Gijón. En este sentido, cabe destacar que la parcela que albergaría la nueva construcción está calificada para 'gran industria', lo que hace que el uso previsto por Arcelor sea aceptable para el Consistorio. Así pues, todo parece indicar que la última palabra la tendrá el mercado internacional, fuertemente condicionado por la sobreproducción de acero en China.