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José Luis García Delgado, ayer, junto al presidente del Foro Jovellanos, Ignacio García-Arango.
«La economía española tiene músculo y en la empresa hay capacidad y atrevimiento»

«La economía española tiene músculo y en la empresa hay capacidad y atrevimiento»

El economista José Luis García Delgado insta a aprovechar las oportunidades que ofrece el cambio de ciclo político y a mantener «una esperanza vigilante»

SUSANA BAQUEDANO

Martes, 14 de junio 2016, 04:21

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«Tiendo a ver la botella medio llena». En el preámbulo de su conferencia, el catedrático de Economía Aplicada José Luis García Delgado ofrece ya un posicionamiento claro. A continuación, va desglosando de forma amena y didáctica las razones por las que, ante el actual goteo de diagnósticos derrotistas del tipo «España es ingobernable políticamente, está económicamente convaleciente y moralmente desnuda», él se revuelve ante «el pesimismo complacido» y aboga por aprovechar las oportunidades políticas y económicas que ofrece la actual «encrucijada» en la que se encuentra España.

El título de la conferencia: 'España, 2016: economía y sociedad ante un nuevo ciclo', organizada ayer por la Fundación Foro Jovellanos, era «atrevido», como este miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas lo definió al inicio de la misma y poco después de que su «amigo» Juan Luis Rodríguez-Vigil, ex presidente del Gobierno del Principado, glosara su currículo. Este doctor honoris causa y ex decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Oviedo y ex rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo realizó un diagnóstico de la actual coyuntura con la vista puesta en el 26 de junio, pero analizando también el pasado de una España que ya vivió gobiernos en minorías -«Suárez tuvo cinco gobiernos y Calvo Sotelo, dos gobiernos en 20 meses»- que sufrieron el terrorismo nacionalista más sangrante y una durísima crisis de la industria, «sin tener el ancla de Europa, que es disciplina y exigencia, pero también garantía».

Basándose en los sondeos, García Delgado pronostica que las urnas volverán a expresar la preferencia del actual electorado por un modelo tetrapartidista, lo cual será bueno para «un Parlamento en el que se echaba la siesta», que «hará difícil la formación de un gobierno, pero que no debe restar estabilidad si hay generosidad, inteligencia y voluntad por parte de los partidos políticos».

Lo que está ocurriendo en España «no es singular, está ocurriendo en la mayoría de los países europeos. En 24 países de la Unión Europea hay gobiernos de coalición. El caso raro es el de España», asevera este economista.

Este cambio del bipartidismo al tetrapartidismo tiene que ser ahora «digerido» por la democracia española, según García Delgado, que ve en «esta encrucijada» oportunidades muy importantes. Así, por ejemplo, revitalizará el sistema democrático. «A partir de ahora, el que se eche la siesta en el Parlamento igual pierde el turno del voto», ironiza. Porque el mayor pluralismo político puede evitar el inconveniente de los acomodamientos. «Estaban demasiado cómodos, tanto en el Gobierno como en la oposición», critica. Y para beneficio de la democracia, «tendremos la oportunidad de formar gobiernos a través de acuerdos, concesiones, transacciones...».

Analizando la economía ante este nuevo ciclo político, este catedrático mantiene «inquietud y esperanza vigilante». Advierte de que la crisis ha dejado en España unos «debes impresionantes», como el desempleo, «la principal fuente de desigualdad material y psicológica», y un sistema de pensiones «insostenible». «Nos acercamos a los 10 millones de pensionistas solo por razón de edad, a los que hay que sumar pensiones de viudedad, por motivos de discapacidad... Y cotizan 17,5 millones. Esto se derrite como una barra de hielo al sol. Deberíamos hablar claro los académicos y pedirles a los políticos que lo hagan también».

García Delgado también expone las fortalezas de la economía española. «Nuestra economía ha demostrado tener músculo», asegura. «Ya llevamos once trimestres de crecimiento positivo. España no ha perdido cuota en el mercado internacional y en las empresas hay capacidad y atrevimiento. El cambio más radical de la economía ha sido pasar de depender de inversiones extranjeras a ser emisores de proyectos empresariales», afirma. Ahondando en sus argumentos positivos, este economista dice que «lo que nos tiene que estimular para tener una mirada esperanzada es que la sociedad ha dado muestras de aguante creativo». Para concluir, recurrió a una cita de la Escuela de Frankfut: «En ciertas ocasiones el optimismo es una obligación moral».

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